Aquellos a los que no se les es permitido entrar al paraíso después de la muerte vuelven a la tierra.
A cumplir una misión.
Salvar a alguien.
''Haré todo lo que sea posible para salvarte la vida''
—Hey, Bang... Chan —murmuró una voz sumamente grave cerca de mi oído. Ello me hizo despertar de un sobresalto.
Alrededor de mí no había absolutamente nada, ni siquiera sentía mi propio cuerpo. Era una idea en el vacío, es difícil de explicar. El único que formaba parte del espacio cerca de mí, era este chico.
—Félix —respondí de una manera somnolienta, fue inevitable que se riera frente a mis ojos.
—¡¡Vale, estuviste mucho tiempo dormido!! —rió colocándose frente a mí—. ¿Te ha gustado? ¿El cuerpo que he creado? ¡¡Es exactamente igual al que lucías cuando eras pequeño!!
—¿Huh?
Parecía que estaba dentro de un sueño, pero era extraño porque antes de ese momento, percibía que no había existido. Este hombre estaba jugando con mi mente, borrando mis memorias a su propio albedrío.
Unas imágenes comenzaron a correr alrededor de mí, como un enorme proyector. Creo que la capacidad de un ángel iba mucho más allá de mi comprensión.
Pude verme claramente, corriendo con otros niños. Apenas me reconocí pues... ¿yo también era un niño?
Pero no recordaba haber hecho esas cosas en mi infancia.
—Ese eres tú, Bang Chan, aunque ahora te llamas Christopher. Hiciste nuevos amigos en la tierra, ese es mi chico —golpeó mi espalda con su palma, demostrándome que al parecer yo sí era lo suficientemente sólido, a pesar de que no lo sentía.
—¿Ese soy yo?
—Imagínate un niño con tus memorias, sería un adulto dentro del cuerpo de un infante... Eso sería perturbador. Por eso eliminé todos tus recuerdos cuando volviste a la tierra. ¡Volviste a ser un niño! ¿qué mejor?
Comprendí que era yo, pero no recordaba que había llegado al cielo y me habían devuelto a la tierra. Ahí fue cuando mi memoria hizo un click y recordé un par de cosas, lo cual me hizo explotar la mente.
—Taemin...
Félix pausó el fotograma cuando apareció aquel individuo. Félix se le quedó viendo con los ojos entrecerrados.
—Así es, es un demonio... ¿Te sorprende?, seguro un niño que no entiende ninguna dinámica de aquel sucio lugar se asustaría al ver un humano con cuernos negros.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
—Es cierto... Hyeri no podía verlos —susurré viendo el rostro de Taemin proyectado.
¿Quién era Hyeri?, ¿y por qué la nombré de pronto?
Restregué mis dedos en mi entrecejo.
—Solo los ángeles pueden ver la verdadera naturaleza de un demonio que se hace pasar por un humano en la tierra —me explicó Félix.
