•Conociendote•

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Mi respiración se agitó, sabia que si me teletransportaba a algún lugar los malos me verían, ya que seguían rondando por el lugar, asique tenía que permanecer ahí, enfrentandome a quien viniera.

Sentada en la cama, asustada, abrazando mis rodillas, y mirando seriamente la puerta de la mini casa, ví como la cortina que hacia de puerta, comenzaba a moverse.

- ¿Hola? - dijo una voz dulce, se podía notar que era de un niño, no más de 13 años.

Entró, y al verme se quedó perplejo, sin hacer nada, mirandome fijamente.

Debe estar pérdida.. Mejor no la voy a asustar..

Esas palabras vinieron a mi mente, y ahí me pude dar cuenta que leí su mente.
Por suerte tenía bien entrenados mis poderes, me podían costar algunas cosas, pero la telepatía jamás.

Una leve sonrisa se me formo en el rostro, podía saber de alguna extraña manera que él era buena persona, pero por lo que había aprendido encerrada tantos años, es que no puedo agarrar confianza tan fácilmente.

El chico se acercó a mi, yo me aleje lentamente hacia atrás, aun sentada en su cama, mientras que él se sentó al lado mío.

- Soy Will, un gusto. - me sonrió, él era la primera persona que me hablaba bien, con una sonrisa, y sin hacerme daño. - ¿Como te llamas? - Continuó.

- Soy Doce.. - dije en voz baja, casi inescuchable, pero él logró escuchar.

- ¿Doce..? - dijo amablemente confundido.

Acenti con mi cabeza, logre notar que se quedó tildado pensando, por lo que logre escucharlo.

Debe tener algo que ver con Once, pero si le digo a Mike.. Empezará a desesperarse..

Al escuchar el nombre de mi hermana, me sentía más feliz que nunca, cada vez estaba más cerca de ella, más cerca de ser libre.

- ¡¿O-once?! - dije con un leve tartamudeo, sumamente feliz, con un brillo en mis ojos inexplicables.

Will se sorprendió, por la forma de su gesto parecia que estaba en problemas, pero.. ¿Porque..?

- ¿La conoces? ¿Conoces a Once? - Me pregunto, sin quitar ese gesto.

Acentí con una sonrisa, la verdad ahora no estaba para pensar que era el problema o preocuparme por otras personas, ahora sólo me importaba mi hermana, que por cierto.. Nunca volvió para rescatarme.

Will se me acercó un poco más, y un leve sonrojo se formó en mi rostro por la vergüenza.

- Once es mi hermana, necesito verla.. - Hable con una mirada triste, desviando mi mirada de la de él.

- Me encantaría.. Pero no puedes verla aun... - Respondió buscando mi mirada.

No sabía porque todas las personas me querían alejar de ella, ¿acaso estaba mal que nos querramos ver?, aunque no sepa si ella quiere verme.. Yo si, y eso haré.

- ¿Porque no puedo verla? - volví a preguntar, aun con esa mirada triste.

- Esta en su casa, su nueva casa, con Jim Hopper, un policía. Años anteriores luchó contra unos monstruos, los demogorgones.. - me empezó a contar la historia, por todo lo que pasó, por todo lo que luchó, que ahora es novia de un tal "Mike", sus gustos, como luce, todo.

Me sorprendí bastante al enterarme de todo esto, ¿Demogorgones?, que bueno que no estuve ahí.

- No sabía que había pasado por tanto.. ¿Pero cuando la podré ver?

- Yo te diré, pero talves puedes conocer a los amigos de Once y míos. - Dijo felizmente para despejarme un poco de toda esta tristeza.

Acentí sonriente.

- ¿Donde voy a pasar la noche? - Pregunte mirando a mi alrededor, pensando que Will dormiría en la cama donde estoy sentada.

- Aquí, te vendré a buscar por la mañana. - sonrió - Cualquier cosa que necesites, me avisas con esto. - agarró un Woquitoqui que había en un cajón, me lo dio y me enseñó a usarlo.

Creo que si no fuera por él, yo no estaría viva.

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Y bueno, luego vendrá lo interesante, simplemente quería que al fin se conocierán con el hermoso Will uwu.

Besos, Mari~

•Will Byers y tú•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora