•Will Byers y tú•

•Nueva escuela•

A la mañana siguiente, apenas salió el sol, me encontraba dando vueltas por la casa de Will, buscando alguna ventana abierta para entrar e ir a buscarlo.

Se que me dijo que él me vendría a buscar por la mañana, pero los nervios por conocer a mis futuros nuevos amigos, me ganaba.

Pase por una ventana, estaba cerrada, pero pude ver por su reflejo como Will dormía tiernamente.

- W-Will...- Dije susurrando, apollando mis manos en el vidrio y asomandome para verlo mejor.

No conseguí respuesta de su parte, estaba demasiado dormido como para escucharme.

Abrí la ventana, no costo tanto ya que pude usar mis poderes fácilmente.

- ¿W-Will?.- Volví a hablar en el mismo tono, pero esta vez cara a cara; podía ver su bello rostro de cerca.

Espera, ¿Bello rostro?.

Me pare, ya que estaba un poco inclinada hacia él, pensando porque lo estaba admirando en vez de despertarlo.

- ¡Will despierta! Tienes escuela cariño.- Escuche una voz tierna y suave acercándose, pronunciando esas dulces palabras hacia mi nuevo amigo.

Me escondí abajo de la cama, seguramente me tendría que ir a buscar después de la escuela, pero yo no quería esperar tanto.

+

Pasaron unos largos minutos, parecían interminables.
Él se había ido a cambiar, luego fue al baño y por ultimo a desayunar.

Pero.. En ningún momento pensó en mí, hasta que empezó a comer Waffles, los miro y quedo pensativo.

Pude leer su mente, decía mi nombre.. "Doce"

Sonreí levemente, estaba viéndolo desde el mini agujero del picaporte de la puerta del baño.

- Hijo, ¿Sucede algo? - Pregunto su madre, que al parecer se llamaba "Joyce", o así decía en una notita pegada en la nevera, una nota muy tierna, que cualquier enamorado se la dedicaría a su enamorada.

"Joyce.. ¿Cómo no amarte? Con esa sonrisa que enamora cada vez más... Espero nunca separarnos..

Atte: Tu Super Bob"

- Es - Estoy bien mamá. - Contestó sonriente Will, viendo por la ventana a su cabaña Byers. - Estaba pensando, que antes de salir quiero pasar por mi cabaña a buscar algo..."

Pude ver como en su mente me imaginaba, aun dormida, con el woquitoqui en mi mano derecha. Esa sonrisa que le apareció nunca la olvidare.

- Claro cariño, pero procura no llegar tarde a clase.

- ¡No te preocupes!.

Will se despidió dándole un beso en la mejilla a su madre y hermano, para después correr a la cabaña.

Al verlo rápidamente me teletransporte allí, intentando disimular mirando el woquitoqui.

- Hola Doce, ¿Dormiste bien?.- me pregunto, con una sonrisa en su rostro.

- Si, si - Sonreí - ¿A donde te vas? - Pregunté como si no supiera nada.

- Me tengo que ir a la escuela.. - miro hacia un costado, pensativo, y volvió a mirarme.- ¿Quieres venir? - sonrió emocionado.

Inmediatamente lo abrace, seguía sorprendida de que alguien se allá preocupado por mi, y que hacía lo posible para que me sienta "Normal".

- Me encantaría... - Susurre, para después sonreír con un leve sonrojo que aún no entendía porque aparecía tan seguido.

Note como el correspondía el abrazo sonrojado, hasta que un grito se su madre nos interrumpió el momento.

- ¡WILL ANDA A LA ESCUELA QUE LLEGAS TARDE!.

-¡YA VOY MAMÁ!.

+

Estábamos montados en su bici, el manejando y yo apollada en su espalda, pasando mis brazos al rededor de su cintura.

- Doce, antes de entrar debes saber unas cosas. - Hablo cariñoso, mirándome de reojo un momento para después volver a mirar el camino.

- ¿Que cosas?. - Respondí confundida.

- Nadie puede saber qué tienes poderes, no pueden descubrir tu pasado.

- Lo entiendo... Pero... ¿Ni tus amigos?.. - Estaba tímida, mirando el exterior, pensando que tendría algunos amigos que nunca iban a saber mi verdad.

- Ellos si, pero no por ahora, ¿Okey lin- Doce? - Hablo nervioso a lo ultimo, haciendo que yo sonría sonrojada.

- Está bien. - Sonreí.

+

Holis! Nos vemos en el próximo capítulo uwu.

Besos, Mari.