Sólo si es feliz

Una familia (no muy) tradicional

Una familia (no muy) tradicional 

James Potter no estaba seguro de esto, no era que no quisiera nietos porque siempre soñó con tenerlos y malcriarlos, pero algo en todo el asunto le hacía sentir incómodo. 

Podía ser que Severus Snape iba ser padre de su nieto. 

También podía ser que Ginny, la chica que estuvo enamorada por casi cuatro años de su hijo iba a ser la madre de estos niños. 

O que nadie le hubiera dicho nada hasta estar en la clínica de fertilidad donde su hijo ya había entrado con Ginny y su esposa al proceso de inserción del óvulo y él estaba en la sala de espera en compañía de Severus quien leía una revista mostrándose sumamente tranquilo. 

—¿Estás de acuerdo con esto? —Preguntó por fin el moreno a la pareja de su hijo, la duda lo estaba volviendo loco 

Severus alzó la vista de la revista y lo observó con una extraña expresión, era como si pensara en contestar con la verdad o usar sus habilidades de serpiente. 

—¿Lo has visto cuando está con Teddy? —Preguntó de pronto el moreno 

James no puedo evitar asentir aunque la verdad nunca le había prestado mucha atención hasta aquel momento. 

Teddy había sido generado bajo unas copas de alcohol, un amor muy fuerte y una discusión entre Lupín y Sirius. 

Tonks era compañera de Harry y había tenido oportunidad de conocer al hombre lobo del cual se enamoró. En cambio el licántropo la quería -incluso se podía llegar a usar la palabra amor- pero nunca de la misma manera que sentía por Sirius, algo que siempre la menor entendió y aceptó. Ahora Teddy tenía una madre, dos padres y un padrino, que era Harry.

Analizando los momentos que pasaban padrino-ahijado le sorprendió no haberse dado cuenta de la añoranza que reflejaba los ojos de su hijo cada vez que miraba al menor. 

—Entenderás entonces que no fui capaz de negarme en el momento que me lo planteo —Siguió la serpiente— Yo no puedo darle un hijo pero si puedo hacer todo lo posible en este mundo para que él pueda tenerlo

—¿Incluso con una Weasley? —Insistió James y podía jurar que vio un tic en el ojos de su ex compañero de escuela 

—Me molesta más el hecho de que estuvo obsesionada por Harry que su familia —Respondió, pero su las palabras fueran ácido el piso se hubiera quemado— Pero tanto Harry como Ginny dijeron que lo de esa época estaba superado y que sólo es algo que beneficia a los dos, Ginny económicamente para que pueda iniciar su carrera como deportistas en Estados Unidos y Harry… pues es obvio 

James asintió una vez más, su incomodidad iba disminuyendo al ver todo desde el punto de vista de los involucrados.

—¿Y quieres tener un hijo? —Preguntó James y vio algo que jamás creyó apreciar, Severus Snape estaba sonrojado 

—No me molesta la idea —Finalmente respondió mientras carraspeaba y peinaba su cabello hacia atrás— Solo que había dejado la idea de ser padre hace muchos años

En eso salieron Ginny, Harry y Lily de la consulta, las dos mujeres hablaban de los procesos que deberían seguir más adelante pero Harry tan solo apretaba sus labios. Apoyando una mano sobre el hombro de Severus, James le sonrió antes de indicar a su hijo con la cabeza.

—Perfecto, nosotros nos iremos adelante —Dijo James tomando la mano de su esposa— Los esperamos para cenar, Quejikus 

—Gracias —Respondió el moreno asintiéndo antes de acercarse a Harry, coger su rostro con ternura y besando su frente— ¿En qué piensas?

—En que vamos a ser padres —Respondió el menor y Severus casi río pero se contuvo 

—Estaba seguro que habíamos venido para aquí por algo pero pensé que era por helado —Respondió con burla

—Que gracioso —Harry golpeó su hombro con suavidad— Lo que quiero decir es que estaba tan emocionado que… no hable estas cosas contigo 

—Oye amor —Severus junto sus frentes— Nosotros sí hablamos ¿Recuerdas? Me dijiste que habías pensado en formar una familia y yo te dije que estaba de acuerdo, arreglamos la casa, preparamos los documentos e incluso cambiamos el coche 

—Sí pero… —Harry bajó la mirada— Nunca te pregunté si querías ser parte activo… tú sabes, dar tus genes y cosas así 

Severus no pudo contenerse y tan solo pudo eliminar la distancia entre sus labios besando al moreno con ferocidad hasta que quedaron sin aliento. 

—Es perfecto para mi que tú y el bebé estén a mi lado, es todo lo que necesito en esta vida —Respondió y Harry sonrió— Además, hacer el bebé es la parte más divertida 

—¿En serio? —Harry le sonrió con ternura y luego de acariciar el rostro del mayor sus labios se curvaron de manera ladina— Entonces ¿Qué te parece si antes de cenar vamos e intentamos hacer un bebé?

—Me parece bien —Respondió el mayor, antes de hacer que ambos se aparecieran de aquella clínica