Siete Años Después

Capitulo 8

Narra Adrien

Bueno, ¿Que puedo decir?, En otro tiempos, este era mi pasatiempo favorito, más porque Nino invitaba a las chicas a salir.
Me da pena ver qué ellas atraviesan ahora por una crisis. No sabía que Marinette pudiera llegar a ser tan autoritaria, bueno también no la culpo, Alya debe entender que no siempre se estará a la hora y en el lugar.

Es claro su enojo, Nino a estado el camino y parte de la cena tratando de calmarla, pobre, tal vez la mayoría de las cosas a cambiado desde que me fui, en fin, lo último del día es llegar y pasar solo el resto de la noche.

- Es que ella es tan ... ¡Ahhh!, Maldigo la hora en que le dijo si a ese tarado - resoplo molesta golpeando las manos en su cabeza

- Nena, no quiero incomodar pero también la dejamos sola cuando empezamos a salir -

- ¡Nino eso no ayuda! - lo mira molesta, siento que lo perderé si no hago algo.

- Oigan, descuiden, no culpo a Marinette, la escuela no debe ser fácil, además me alegro que ustedes si estuvieran - intervine colocándome entre ellos.

- Ay Adrien... Nos hubiera gustado hacer una buena compañía, pero en serio, esa niña se mete en un problema tras otro, casi no la vemos, y siento que ahora que salió de casa de sus padres será peor, más por Nathaniel, debo decir que es un odio mutuo -

- Ya les dije, no hay nada para preocuparse, no es co si el mundo se fuera a detener hoy, tal vez otro día, aparte, me gusta convivir con quién sea .... Desde... Bueno Nathalie era mi única compañía -

- Lo lamento hermano, debió ser difícil - siento su mano en mi hombro, y duele tal cual el día en que me fui .

- Bueno, papá me enseñó a quererla como a una madre, me sentiría mejor si la policía me hubiera dicho otra cosa, pero en fin, ese no es el tema. -

- Vamos, quitemos las caras largas muchachos, presiento que ahora que llegaste podemos arreglar todo, oh más bien mejorar todo, salgamos más seguido y si es necesario me tragare mi orgullo para que Marinette pueda traer a su novio -

- Suena genial Alya, enserio se los agradezco -

Mi sonrisa es amplia, pero se desvanece poco a poco mientras ellos se alejan dejándome parado frente a la mansión, parece que la costumbre hace que ellos no quieran entrar. Lo entiendo, papá no hubiera permitido esa visita, es más, no hubiera permitido mi hora de llegada, tendría a mi guardaespaldas acosandome a cada mordida de la cena y alegando que ya debemos irnos porque vamos a un segundo tarde.
Suspiro, y subo las escaleras de la mansión, todo es polvo, se nota que nadie a estado aquí en años, los cuadros de mi mamá, esa pintura casi se podría ir si le pasó un paño húmedo, al menos tengo las fotos.

- Que recuerdos, mira, el piano sigue aquí, me pregunto si mis bebés seguirán añejandose - ríe Plagg saliendo de mi bolsillo

- Vas por ellos y te das un baño, me basto con encapsularme en el baño del avión contigo para que pudieras comer -

- Aguafiestas -

Siento su mirada, es algo incómoda, mis paso no van a mi habitación, se que ahí todo seguirá igual, sin embargo, es a la oficina de papá a dónde quiero ir. Nunca salía de ahí, ni siquiera me dejaba estar tanto tiempo dentro, a menos que fuera para activar la red de seguridad. Debe tener algo, se que debe existir algo que me hable de su segunda vida.

- Oye no - Plagg me detiene, está frente de mi haciendo su trabajo, cuidarme - se que ya no hay nadie aquí, pero ya no busques problemas, tu padre cometió un error ... -

- También yo - interrumpi rápido sabiendo el rumbo de esto.

- Entonces no lo hagas más grande, no debemos buscar donde ya no hay nada -

- Plagg, hablas por ti, tus hechizos hacen que no puedas saber ni contarme nada, pero yo necesito respuestas, mi padre dijo que lo que había hecho era por amor, y a la única persona que amo fue a mi mamá, solo quiero aclarar esa duda -

- Adrien no... - me mira algo desafiante, bueno, sabe perfectamente que puedo ser un caos con las noticias.

- No te lo pide el Adrien de ahora, te lo pide el Adrien que conociste, el niño que se la vivía encerrado, Porfavor, necesito saber que quería papá, al menos así mi mente va a descansar al fin, tu más que nadie sabe el infierno que he pasado estos últimos años -

Me mira, no dice nada, se que lo está meditando, podrá ser un holgazán, pero al momento de actuar su cordura cambia y puede ser la persona más responsable del mundo. Se aleja un poco y yo sigo aquí parado, tal vez casi como niño que le acaban de prohíbir un dulce, pero no, giro y regresa a mí con su bolsa apestosa, supongo que lo he hecho cambiar de parecer.

- Si vas a entrar, me vas a aguantar hasta que desifres lo que buscas -

- Trato hecho, gracias Plagg -