Otro caótico y aburrido día en la escuela, ante el inminente hecho de que a mi amiga Jess y a mi no nos agradaban las clases, tomamos la alternativa de presentarnos para participar del equipo de porras.
No se en que pensaba, pero al menos no perdería del todo mi tiempo en casa, después de clases.
El primer día no pude ir al entrenamiento, el poder de la pereza se apoderaba de mi; sin embargo Jess fue, los entrenamientos resultaban ser agotadores era demasiado ejercicio, aunque no me desagradaba del todo ya que adquiria un excelente estado físico.
-Hola Jeidy, te espere en el entrenamiento ayer.-
-Lo siento, ya me conoces; me quede dormida. ¿Que tal estuvo? -
-A decir verdad interesante, practicamos y pues la charla de reglas y todo eso...-
Yo conozco esas expresiones se que hubo algo más interesante que sudar practicando.
-Aja... Y que más, habla-
Jess se quedó un momento en silencio, y finalmente habló
-Bueno también, estaban entrenando los de banda- soltó una sonrisa con la cual yo sabía que seguía a continuación - Hay dos chicos que no están mal. -
Yo sonreí continuo a ella, y la miré con gesto de desaprobación. Pasaron las clases tan monótonas como se podría imaginar.
Llegó la hora del almuerzo y como si Jess los hubiese atraído allí estaban, los dos, inicialmente me pasaron desapercibidos, Jess en efecto me confirmó quién le interesaba en realidad; Matias un chico alto, tonificado, cabello castaño claro y sus ojos son miel; por otro lado estaba Emanuel el es moreno, acuerpado, un poco más bajo que Matías sin embargo atractivo.
Un día Matías se acerco a Jess a la hora del almuerzo, yo estaba recibiendo el almuerzo.
-Hola, tu eres del equipo de porras ¿si?, mucho gusto mi nombre es Matias-
-Un gusto conocerte, si Jeidy mi amiga y yo estamos en el equipo. - Matías como reflejo me busco con la mirada-Y tu eres de la banda ¿no es así? -
-Si, deberías decirle a tu amiga que se una a la conversación no? - yo los observaba desde la mesa - la dejaste sola. -
-Jeidy ven, - me acerque-mira te presento a Matías, el es de la banda.-
Con desgano llegue donde discutían.
-Hola, un gusto mi nombre es Jeidy - Él me miró de manera extraña con sus ojos color miel tan penetrantes.
Ubicate Jeidy ¿por qué piensas en sus ojos?
Pasaron algunas semanas, me gustaba cada vez más ir a entrenar, se estaba volviendo en una parte de mi practicar las rutinas, excederme en ejercicio pero me agradaba.
De manera absurda ente extraña Jess empezó a pasar más tiempo con Emanuel entre recesos, no entendía ya que quien le interesaba era Matías ¿No?.
-Hola- esa voz me sacó de mis pensamientos-¿Me puedo sentar? - Era Matías, en realidad no hablamos nunca.
-Hola- conteste automáticamente - Si claro, ni que el banco fuera mío, para no dejarte- él sonrió, por Dios que pícara sonrisa tiene.
-Como van con los entrenamientos, ya están listas para el show.- Conocía ese tono era de burla.
-Por supuesto- respondí con sarcasmo.- Y ustedes ¿al fin van a coordinar para tocar bien?- lo decía solo por revancha a su estúpido comentario, en general eran buenos. Río y en seguida respondió.
-Si por supuesto, sabes somos tan buenos, que no nos matamos esforzándonos para que salga bien, es algo natural. -dijo con un ego, inmediatamente fijo sus profundos ojos miel en los mios. Me sentí vulnerable.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Tan rápido como me di cuenta, aparte mi mirada de la suya. A él lo llamaron a practicar al igual que a mi.
~Que pasa contigo Jeidy, él es quien le gusta a tu amiga, olvida ya esa mirada y esa estúpida sonrisa~
~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~~
Hola, Gracias por llegar a este punto. Espero comentarios!
