—Soy una chica complicada, eso lo se muy bien. Soy de esas personas difíciles de leer, inentendibles para el resto. Muchos suelen etiquetarme como una chica introvertida o timida, igualmente es solo un decir sin conocer, solo por aparentar. Si, soy la rara del barrio, del colegio, de donde venga. Igualmente no es algo que me afecte, es así desde que soy mas chica y ya se vivir con la mirada extraña posada sobre mi— le digo a mi nueva psicóloga respondiendo su pregunta de como creo yo que soy.—Esta bien Lucía— me dice con una sonrisa en la cara— me alegra que tengas bien definido tu ser—
Un silencio incomodo invade la habitación
—fue tu decisión venir a terapia o como surgió?
—la verdad que no, no es la primera vez que mi madre me manda a terapia porque cree que sufro de problemas para interactuar con los demas. Ella se preocupa por mi "vida social"—le digo haciendo el gesto de comillas con mis dedos
— pero como ya te dije no es algo que me afecte, realmente no me interesa tener una vida social, creo que la sociedad ya esta tan podrida que ni ganas de hablar con el resto me dan— continuo con una sonrisa sarcástica.
—ah si? Me gustaría saber porque tienes ese pensamiento de la sociedad. Creo que un par de veces he pensado lo mismo pero Lucía, debes saber que no todos estamos podridos, hay mucho en cada persona para valorar. Recuerda que todos somos distintos y abrirse nunca nos hace mal, siempre y cuando tengamos en claro nuestros limites—
—lo sé, pero igual siento que no puedo entregar toda mi confianza a un desconocido, se que tarde o temprano se abusaran de ella y la verdad que no soy de esas personas que lloran porque se cagan una y otra vez sobre ellas—
—solo creo que deberías aprender a no ser tan egoísta y pensar que hay mucho mas alla fuera que un simple cuaderno, lapiz y una playlist de música— me mira fijamente— se que no es nada facil pero creo que es hora de empezar a buscar nuevos rumbos, nuevas amistades que te enseñen cosas nuevas, nuevos amores o lo que sea—
Ella sabe de mis gustos por la escritura, es mi preferencia en todo el mundo. Prefiero eso antes que cualquier propuesta que me hagan. Estar sola en mi habitación con mis auriculares escuchando rock mientras escribo de todo, historias criticas al sistema o textos políticos, hasta incluso poesías, es lo que me hace sentir que soy feliz, incluso pasar horas leyendo libros antiguos. Diría que ese lugar es mi parque de diversiones.
Miro a mi psicóloga sin ganas de responderle solo de irme, a nadie le gusta hacer algo por obligación menos a mi que me manda me madre por una estupidez de la "vida social"
—Lucía, yo no puedo estar segura de que vas a salir y vas a comenzar a interactuar con gente o por lo menos mover un rato tu trasero de la silla de tu habitación y salir un rato a hacer cosas distintas— mis ojos se abren grande al escuchar la palabras "trasero" generando una sonrisa— mi consejo es que dejes de lado los miedo al ser rechazada, el miedo al resto, al pisoteo. Puedes empezar por cosas que te gusten como inscribirte en cursos de escritura o lo que se te imagine. Pero sabes que las personas como tu son las que terminan mas solas y mas sufridas. Es hora de un cambio y que surja por ti— ella termina.
Sus palabras me hieren un poco, ninguna de mis psicólogas anteriores había sido tan honesta y eso es lo que mas me pegó
La sesión terminó así que me levanto para irme, saludo a Carolina (mi psicóloga) y antes de que me vaya me dice —recuerda, cualquier cosa que necesites me hablas sin dudarlo—
La miro con una sonrisa media dolida por todo lo que me acaba de decir y me voy a mi casa.
——————-Regreso a casa, mientras ando en bicicleta, paso en un semáforo en verde y de golpe pego una frenada antes de que me choque el auto que tengo en frente porque se le ocurrió pasar en rojo. El auto también frena. Es un auto negro muy moderno y parece muy costoso. Yo me quedo mirando el brillo y lo limpio que esta cuando comienza a bajarse la ventanilla del acompañante del auto. Al abrirse veo el acompañante, un chico diría yo de 15 años con cara de preocupado, me mira con sus ojos claros y asustado
— esta todo bien?— me dice en voz tímida
—si igual podrían fijarse la próxima en no pasar en rojo, digo no?— le respondo con tono enojado
El chico parece avergonzado, por detrás de el puedo ver otro chico, parece mas grande. Solo le veo el perfil que es demasiado perfecto, una parte de su pelo negro despeinado y su brazo, el cual se le marca bien el músculo, con un tatuaje de una rosa agarrando el volante del auto. Parece molesto y apurado.
—la verdad ... que... no se..— me dice el chico menor enrojeciendo de la vergüenza
El que maneja le da un golpe al volante y me mira. Me penetra con sus ojos verdes claros y mirada fría haciendo que un escalofrío recorra mi cuerpo
—ya y tu la próxima fíjate de no andar tan distraída por la vía de autos si?— me responde a la defensiva
Mi cara se pone roja enfurecida y le estoy por responder de la mala manera pero antes de hacerlo me interrumpe
—por favor guarda tus palabras reina roja porque estamos apurados— tira una risa burlona y cierra el ventanal de golpe acelerando, dejándome ahí sin palabras en el medio de la avenida.
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NO ME DIGAS REINA ROJA
Teen Fiction-Soy una chica complicada, eso lo se muy bien. Soy de esas personas difíciles de leer, inentendibles para el resto. Muchos suelen etiquetarme como una chica introvertida o timida, igualmente es solo un decir sin conocer, solo por aparentar. Si, soy...