El armario

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En busca de recuperar mi cuaderno de la vida a la casa de los inútiles pienso que no tengo ganas de cruzar palabras con ninguno de los dos. No quería oír disculpas, me parecen algo muy superficial en situaciones como estas, un tanto falsas. Tampoco queria ver sus caras de gente adinerada que piensa que la felicidad se basa solo en eso

Los llamaría hipócritas, si ahora yo estoy yendo a la casa de los hipócritas, aplausos porfavor

Llego. Veo la puerta.

Toca timbre, pides tu cuaderno, y te vas.

Practico un par de veces que decir. No me convence, directamente no quiero hablar. Quizás podría volver otro día que no sea todo tan reciente..

No. Ya estas acá búscalo y te vas. Ya se! Me puedo hacer la enferma, y que no puedo hablar porque mi garganta roja me lo impide. Después de todo el frío que tome esa noche seria bastante creíble.

Preparada toco el timbre. Pasan unos segundos y me responde una voz un tanto fina.

-quien es?-
Toso un poco y respondo -soy lucia, vengo a buscar algo que me pertenece- mi voz astillada me sale a la perfección

Cuelgan el timbre y en un instante la puerta comienza a abrirse

Vamos Lu tu puedes!

Mis ojos se abren en grande. Que estaba viendo? No era ni Luis, ni Julia ni el idiota de Joel. Era un chico rubio, ojos azules con una pizca de verdes y una cara angelical.

El chico del auto! El que acompañaba a Joel

-hola Lucia, que buscas?- me dice en tono educado
-hola...-
-Erick- me responde con una sonrisa
-oh Erick, venia a buscar un bolso que me olvide la otra noche-
-claro quieres pasar a buscarlo?
-eh.. no ...tu pued...- negándole la invitación me interrumpe
-vamos pasa- me exclama

Rápido vas, buscas tu preciado cuaderno y te largas de esa cárcel.

Mi mente no paraba de repetirlo.

Paso y cuando veo en donde había dejado el bolso no estaba. Que fastidioso era saber que estaba en esa casa y no donde lo había dejado, me molesta y no voy a buscarlo por este laberinto menos si llego a cruzarme a algun hipócrita.

-que sucede- me dice Erick
-es que no esta mi bolso- le respondo
-oh.. como era?-
-negro con tachas, mas o menos pequeño, tenía cosas de pertenencia adentro, un cuaderno...-
-cuaderno! Ese maldito- me interrumpe
-de que hablas?- le digo asustada
-oh nada nada, ya te lo busco seguro Maria lo llevo al cuarto de invitados, quieres tomar algo? - se retracta y me ofrece
-no esta bien, te espero-

Maria? Seguro es la empleada de esta mansión... porque reacciono así con lo del
Cuaderno. Espero que no lo haya visto por ahí dando vueltas nose... no creo igual porque lo haría? Igual... que intriga, porque Erick no estaba esa noche allí ? Que era de los hipócritas?

Mis pensamientos se cortan instantáneamente cuando escucho abrirse el portón y veo a través de la ventanilla el auto de Joel entrando.

No no, no puedo cruzármelo, que hago? Actúa rápido Lucia dale!

Actuó rápido como suelo hacer y la única opción que veo posible es ese armario blanco. Voy corriendo, lo abro, es donde guardan los abrigos

Hay espacio... pero igual no se capaz es mejor enfrentarlo

La puerta comienza abrirse y obviamente yo ya me encontraba como una estupida adentro del armario evitando situaciones incomodas e innecesarias. 

Que hago aquí, quien me trajo aquí????? Ahora como salgo de acá sin que nadie me vea? Por dios manejo una suerte.

(JOEL)

Entro a la casa exhausto, sin ganas de nada, menos de ver a mi padre. Lo único que me dan ganas de hacer es meterme a mi pieza y ver la película antigua que me recomendó mi profesora de lecciones de escritura, por cierto el único lugar donde preferiblemente me gusta estar, ya que me siento yo mismo.

Veo que viene Erick, mi hermano adoptivo menor, apresurado desde las habitaciones, con algo en la mano

-wow wow porque tan apresurado?- lo miro extrañado
-donde esta? Se fue?- me dice sin aliento
-se fue quien? Y que haces con ese cuaderno en la mano, te dije que no lo toques- le digo enojado porque me desobedeció

Odio que toquen mis cosas, sin preguntarme o decirme. Aunque ese cuaderno no era mío pero igualmente estaba en mi habitación.

-vamos Joel no es tuyo! Vino una hermosa chica a buscarlo porque dijo que le pertenecía, me parecía correcto devolvérselo, o no?- me dice Erick molesto
-Lucía? Y se fue?- preguntó rápidamente
-si esa misma, seguramente después de lo que paso no quería verte a vos ni a papa y se largo, yo hubiese hecho lo mismo-
-escucha Erick, no puedes devolverle ese cuaderno, no hasta que yo te diga, lo necesito de en serio lo necesito- atentamente y calmado
-porque? Que necesitas de ese cuaderno, debe ser intimo, no creo apropiado que lo andes leyendo- Erick a la defensiva como siempre
-mi escritura, me sirve, es solo tomar un texto, citarlo y listo, te lo doy y cuando lo busque se lo devuelves- le suplico

Erick voltea los ojos, me estampa el cuaderno con mi pecho y se retira.

Erick es una persona especial. Yo lo quiero demasiado, para mi es como el hermano que nunca tuve. Sufrió mucho cuando mi madre, que lo había adoptado, obvio con el consentimiento de mi padre pero ella a cargo de todo, murio. Era lo único que el apreciaba tanto y bueno mi padre... también lo quiere pero es un desgraciado y muchas veces se encarga de atormentarnos. Por eso Erick casi nunca se encuentra en casa, se va y hace, vaya a saber que cosas.

Miro el cuaderno.

-parece que voy a tener que apresurarme contigo- le digo en voz alta al objeto

(LUCIA)

Apresurarme??????????
Como se atreve este estupido a quedarse con mi cuaderno. Ya lo leyó, o mejor dicho esta en eso. No creo en ese discurso de "mi escritura"  oiii que cara dura. Voy a salir si voy a salir y le voy a decir que me lo de.
No no voy a salir porque voy a parecer una psicopata acá dentro, que hago acá? Por dios solo quiero salir y insultar con todo lo que mas tengo a Joel.

Estoy muy enfadada. Demasiado, me molesta que ahora quiera apropiarse de lo que básicamente es mi vida, mi cuaderno, mi intimidad, mi privacidad, yo, ósea únicamente yo. 

Erick podrías haberte esforzado un poco mas no? Aunque se que hiciste lo que pudiste, me cae bien. Oh pero Joel es exactamente la figura mas odiosa y horrible que detesto.

Escucho pasos que se dirigen hacia el armario. No se  que hacer. Estoy nerviosa. Mis manos sudan y mi cara se siente hirviendo. Siento que esta por abrir el armario cuando se escucha el rigtone de Joel, el mismo de cuando estábamos en el auto. Los pasos se alejan, Joel atiende y escucho lo que dice:

-aloh?...si lo tengo...te veo esta noche... no veo las hora de poder compartirlo contigo... espérame como tus sabes... adiós- 

cuelga el celular y se dirige a su habitación.

Con quien hablaba? No es momento de pensar.

Le di stop a mis pensamientos ya que era el momento justo para huir. Sigilosamente salí del armario y rápidamente me fui de esa casa embrujada. Estoy muy enojada. Esto me supera. Necesito ese cuaderno y ya lo veo muy lejos de mi alcance.

NO ME DIGAS REINA ROJADonde viven las historias. Descúbrelo ahora