Ice for Burns ¦myg+jhs¦

[ e l e v e n ]

Pasa una semana, luego dos. Los amigos de Hoseok vienen cada vez menos, y cuando lo hacen, se encuentra buscando en la habitación la sonrisa de Yoongi cuando todos se ríen de la película que están viendo, solitario a pesar de la habitación llena.

Siempre con un "estoy aquí", apareciendo detrás de su oreja haciéndolo saltar y sonreír.

Y luego, sus amigos lo arruinan todo. Comienzan a molestarlo por ignorar sus invitaciones, seguros de que debe estar saliendo con alguien, desagradable, haciendo bromas sobre quién debe ser. Sólo hay tantas veces que puede bromear sobre el tema o insistir en la no mentira de que se quedará en casa.

No es su culpa, pero a Hoseok les molesta. La molestia es el pinchazo inocente que revienta la burbuja feliz en la que ha estado viviendo. Es feliz cuando está con Yoongi. Genuinamente feliz, ni una sola emoción falsa o forzada o un relleno para su corazón solitario. Está enamorado y es feliz, bastante simple, si no miras el detalle bizarro del estado de Yoongi.

Había sido fácil no mirarlo antes, tan fácil, natural y consumidor, estar con Yoongi. Pero sus amigos no dejarán de mencionarlo, haciéndolo mirar el extraño por qué no tiene que mentirles a sus amigos. Lo hace centrarse en la rareza, la pequeña relación atrofiada que nunca podría crecer.

Ahora, cuando está con Yoongi, una inquietud amarga le pica en la parte posterior de la columna, una frustración que envenena la alegría. No es culpa de nadie, se dice a sí mismo para calmar la ira irracional cuando lo llaman, pero le molesta que sus amigos lo fuercen a la luz. Él pasa más tiempo lejos de ellos, y el tiempo que pasa con Yoongi simplemente duele ahora.

Estaba enamorado y feliz, pero ahora sólo está enamorado.

El dolor se extiende dentro de él como tinta derramada, floreciendo en una insatisfacción negra con toda su vida. Lo único bueno que encontró y nunca puede ser suficiente, sólo lo vuelve más infeliz por el recordatorio que da. Al igual que el baile se había convertido en un sueño querido siempre junto a él pero siempre demasiado lejos. Una vez una simple alegría, ahora contaminada por el apego y el deseo.

Lo explicaría si pudiera, pero no puede. Abrumado, atrapado y frustrado por la vida que se le escapa de las manos, se aleja más y más. Sabe que Yoongi lo siente, la forma en que ahora frunce el ceño cuando Yoongi le hace una pregunta o responde en lugar de coquetear. Sabe que Yoongi no dirá una palabra al respecto porque no son nada, nada tan concreto y definido como para justificar un argumento.

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