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Probablemente Jungkook debió despertar con la esperanza de que no vería a Taehyung ese día, y quién sabe. Tal vez los otros tampoco.

Ya habían pasado casi tres días sin saber absolutamente nada del peligris.

Además, después de que Namjoon habló con la enferma y descubriera que SeokJin realmente murió, Jungkook quedó sin palabras cuando el mayor le contó, el chico le había pedido espacio al castañito para poder desahogar su tristeza de forma privada.

Lo que también entendía en cierto aspecto, no era tonto, sabía por lo que estaba pasando, aún si a él no le había pasado.

También se enteró de que Jin y Nam eran novios, lo que ciertamente lo sorprendió un poco puesto que había cuestionado a su novio con que gustaba de Jin, siendo que el chico ya tenía a Nam.

Pero el problema es que no entendía dónde se había metido el peligris, no estaba en ningún lugar y se estaba empezando a asustar y en cierta forma, a sentirse desesperado por tenerlo junto a él, necesitaba de sus besos, sus caricias, e incluso de su voz.

Si bien el día anterior se sintió confuso al ver a su novio desvanecerse, puede que esa fuera ilusión del mismo Jungkook al estar con la impotencia de ser alejado de su pareja y obligado a inyectarse medicamentos en contra de su voluntad, puede que su cerebro le haya jugado una mala pasada.

—Taehyung...—Susurra mirando la copa de un árbol, como si aquello le fuese a devolver a su novio como por milagro.

Ni siquera había pensado en lo miserable que debía de verse en ese momento.

El día anterior no había dormido bien pensando en lo que pasó con SeokJin y cómo había estado Namjoon luego de enterarse.

Y Taehyung seguía sin aparecer, lo que le estaba volviendo aún más loco.

No podía desahogarse con nadie en ese momento y la necesidad de contarle a Taehyung lo que había ocurrido con Jin solo se volvía más y más agotadora.

Eran las 7, lo que significaba que debía tomar sus medicinas así que corrió de vuelta a su habitación.

Tomó la cajita donde separaban los medicamentos que debía tomar y tomó entre sus dedos las píldoras correspondientes a ese día, las guardó en su bolsillo y se levantó del suelo para mirar en la ventana justamente a la enfermera caminar en dirección a su cuarto.

Corrió de vuelta al suelo frente a la caja, puso la mano sobre su boca como si estuviera depositando las píldoras en su cavidad bucal y justo en el momento preciso entró la rubia, Jungkook bebió agua del vaso que tenía en su otra mano y miró en dirección a la enfermera fingiendo sorpresa al verla ahí de pie.

La chica lo miró sorprendida, como si estuviera alucinando cosas.

—¿Tomaste tus píldoras?—Cuestionó incrédula.

—Uhum, Nam hyung me dijo que las tomara, y cuando lo hice me sentí bien.

La rubia frunció el ceño y asintió con la cabeza, saliendo lentamente de la habitación observando atentamente cómo Jungkook guardaba la cajita de medicamentos con total tranquilidad en su mesita de noche.

Fue lo más raro de todos esos meses que obligó al castañito a tomar los medicamentos.

Una vez la rubia desapareció del área, Jungkook sacó de su bolsillo los medicamentos y los dejó caer en los agujeros del lavabo para luego dejar caer agua por el agujero donde botó las píldoras para que estas se deshicieran.

Se quedó observando el agua correr por el lavabo. Ya habían pasado casi treinta minutos de no tomar las asquerosas píldoras que le recetaban, la enfermera se había atrasado y él no podía estar más contento de que los minutos pasaran más rápido.

Todo porque las drogas dejaran de hacer efecto en su organismo y le devolvieran su estado favorito. Porque odiaba estar neutro, prácticamente sin pensar nada.

—Eres un niño malo.—Jungkook cerró los ojos y dejó que los besos en su mandíbula bajaran hasta sus hombros.

Volteó quedando cara a cara con su novio.

Jungkook logró comprender todo, y aunque la realidad no era lo que él estaba viviendo, se sentía jodidamente bien.

El castaño no podía sentirse más feliz de tener a su pareja frente a él luego de dos días sin saber nada de él.

Eludiré cada mierda que me sea otorgada solo para verte siempre, TaeTae.

—¿Me amarás siempre?

—Por siempre.—confirmó— en el pasado, en el futuro.

—Ahora y Ahora.

Y dicho eso, atrapó los labios ajenos, disfrutando el calor que emanaba el cuerpo del peligris.

—Te amo, bebé.

—Te amo, Taehyungie.

Insistiendo, Jungkook convenció de que durmieran juntos esa noche, y qué mejor que entregarle su cuerpo al único hombre que autorizó a tocarlo de esa forma en el pasado.

Lo recordé.

Por un momento fui consciente de todo lo que pasó.

Lloré en tu hombro y me aferré a tus brazos.

¿Y sabes qué?, Si estás aquí, aunque no seas lo que parezcas, te amaré y no te soltaré esta vez.

"Creo que me has hecho recordar, olvidar y superar todo. Porque al fin y al cabo te tengo de nuevo"


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Queda el último capítulo 😎🖖🏻, buenas noches uwu, un besito.



























Now and NowDonde viven las historias. Descúbrelo ahora