Khan

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Estaba haciendo ejercicios cuando recibió una llamada inesperada. Soltó lentamente el aire por la boca, regresó suavemente a una posición normal y atendió

-¿Hola?...Arthur...Ciertamente es genial, me alegra que podamos hablar de nuevo. ¿Cómo te sientes?... Me siento aliviado al saber que no te hice daño. ¿Te gustó?... Eso me hace feliz. Te veré esta tarde, adiós

Colgó y formó una pequeña sonrisa. Julian apareció en la sala nuevamente llevando ropa extraña y cargando su mochila

-¿A dónde vas?

-Al bar

-¿Tan temprano?

-Oliver sale temprano de su casa. ¿Vas al trabajo?

-Si

-¿Me llevas?

-También voy

Ambos voltearon al escuchar la voz de Sherlock, el detective ya estaba completamente vestido, se puso su abrigo y salió del departamento. Julian lo siguió, Khan tomó su bolso y fue tras ellos. En realidad Khan no poseía auto, la idea pagar todos un mismo taxi que los deje en un punto medio. Se despidieron en una esquina y cada cual se fue por su lado. Khan subió los escalones de la Academia, ingresó y presentó su documento como rutina, sin embargo no se le permitió el paso

-¿Cómo?

-Lo siento, no puede pasar. Le prohibieron la entrada

-¿Quién?

-El director Picard

Golpeó el mostrador con fuerza y salió furioso del edificio, al parecer estaba despedido o con licencia temporal. Miró la hora en su teléfono, aún no podía visitar a Arthur. Miró a su alrededor pensando a donde podía ir, a lo lejos vio una silueta conocida y se acercó

-Profesor Spock

-Khan, buenos días

-Buenos días. ¿Sabe por qué tengo la entrada prohibida a la Academia?

El hombre de suéter azul frunció el ceño y alzó el mentón

-No puedes estar hablando en serio

Khan alzó una ceja en confusión

-Casi mata a un profesor

-Se lo merecía. Es un maldito pervertido

-Aún así, la violencia no es aceptada en el instituto a menos que sea con fines educativos y a un nivel menor. Y le agradecería que no hable así de mi pareja

El profesor subió los escalones y se perdió dentro de la Academia. Khan pateó la tierra, aferró su bolso al hombro y caminó rumbo a un bar.

Estando en la esquina donde los dejó el taxi, tomó el camino hacia el pub al que Julian iba. Ingresó y se sentó en la primera mesa libre que encontró, contra una pared y un solo asiento que habían dejado. Una mujer supuestamente sensual se acercó a tomar su pedido, ordenó una cerveza simple y la mesera se fue. La siguió con la mirada hasta la barra y allí divisó a la cita de su hermano. Oliver tenía dos botellas en la mano, caminó hasta una mesa donde se encontraba Julian y se sentó dandole un beso, apartó la mirada luego de presenciar eso. Una vez tuvo la cerveza en sus manos, la bebió como si no hubiera un mañana pero no le hizo efecto. Dejó la botella vacía y apoyó los brazos sobre la mesa, paseó la mirada por el pub aburrido, en la puerta encontró su punto de interés al ver entrar a un hombre cargando una bebé y un bolso de igual tamaño que el suyo pero rosado. Cuando vio que se estaba resbalando se apresuró a acercarse para ayudar, agarró el bolso antes de que cayera e insistió en llevarlo a su mesa. El hombre se sentó dejando caer todo el peso de ambos, lucía realmente cansado

-Muchas gracias. No sabes cuanto te debo

-No fue nada

La bebé jugaba con un feo muñeco de zombie del que parecía gustarle mucho su ojo colgante. El hombre la sentó en la mesa y la sostuvo mientras dejaba caer la cabeza y soltaba un suspiro

-Por casualidad, ¿sabe si aquí sirven café?

-Si. Puedo cuidarla mientras lo busca

-Oh,gracias. Ahora vuelvo, Rosie

El hombre se alejó, Khan describiría al hombre como alguien común, llevaba pantalones negros, camisa con las mangas enrolladas hasta el codo y una simple corbata floja. Era un hombre de familia claramente que trabajaba demasiado. Pasó su mirada a la bebé, le sonreía contenta y sacudía su muñeco frenética

-Debe gustarte mucho esa cosa

Entonces lo recibió en la cara. La bebé rió divertida y cuando tuvo el muñeco otra vez en sus manos volvió a lanzarlo hacia él

-Si quieres el muñeco, no tires el muñeco

La bebé solo reía. Khan casi suelta una pequeña risa, cuando el hombre regresó con ellos recobró su compostura

-En verdad te lo agradezco muchísimo. ¿Puedo comprarte algo?

-Esta bien, acabo de tener una cerveza

Rosie regresó a los brazos de su padre y comenzó a jugar con su corbata.

-Lo siento, no me presenté. Soy Andy

-Khan

-¿De dónde eres?

-Una ciudad alejada de Londres

-Yo vivía en Liverpool, vinimos aquí para empezar de cero

-¿Qué dejó atras?

-A mi esposa. Falleció por una enfermedad incurable

-Lo lamento

-También yo

Andy bebió un largo trago de café y suspiró aliviado

-Eso se sintió bien

-Una bebida deliciosa levanta el animo de cualquiera

-Tú lo dijiste

-Kan

Los hombres miraron a Rosie, quien veía sonriente a Khan e intentaba decir su nombre. El mas alto sonrió a medias y tomó la mano de la bebé para simular un apretón

-Rosie

-Parece que ya le agradas

-Y a mí ella

Khan se había olvidado de su trabajo por completo. Nunca supo que tenía debilidad por los niños, pero debió sospecharlo cuando se sintió atraído por alguien como Arthur. Jugó con la niña y habló con su padre el resto de la mañana, cuando el reloj marcó la hora del almuerzo se despidieron fuera del bar y cada uno siguió su camino. Khan en dirección para ver a su propio niño.

Altos y Bajos (Freebatch Crossover)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora