Con cuidado

Cerca pero lejos

Narrador Omnisciente

-Oli, vamos, te mostraré donde dormirás tú.- pero Oliver seguía admirando su alrededor. Le fascinaba. Caleb sonrió y dejó que su amigo admirara unos minutos más donde se quedarían las próximas 2 semanas.
-¡Caleb, ayúdame con esta cosa!- dijo Francis, que llevaba 2 maletas grandes. Caleb corrió a ayudarlo y dejaron las maletas en cada habitación correspondiente. Una ves terminado, guió al de hebras rojizas hacia su habitación.
-Mañana, si quieres podemos empezar con lo que te prometí.- Oliver asintió y bostezó.- La comida estará lista pronto así que si gustas, puedes cambiarte a pijama o puedes guardar tus cosas. Puedes hacer lo que quieras acá excepto quemar.- dijo lo último con un tono de gracia a lo cual el de ojos anaranjados sonrió.- estaré en mi habitación al lado tuyo,si?
-¿N-no estarás conmigo?- Caleb negó.
-Me parece que necesitas tu espacio.-el contrario asintió, pero esta ves un poco más lento. Se despidió de su amigo y cerró la puerta para acomodarse en el lugar cuidando de no quemar nada.

En la ciudad..
-Estos son los últimos registros de todos los edificios en la zona señor. Ninguno aparenta ser el experimento.- El comandante golpeó la mesa.
-¡Como es posible que un niño que ni siquiera sabe hablar no pueda ser encontrado! Pregunten de nuevo por los edificios si han visto al niño.¿Tememos una foto?- el militar asintió- inventen algo y muestren la foto. Es imposible que nadie lo haya visto. Largo.- el soldado hizo una seña y se retiró rápidamente del lugar. 20 minutos después un científico tocó la puerta. Tenía "buenas noticias"
-Hemos encontrado un registro de alguien que se ah cortado en el lugar exacto donde tenía el localizador, en uno de los hospitales cerca de aquí. Si nos lo permite, podríamos hacerle una interrogación al doctor quien le puso puntos al sujeto.- el comandante lo meditó. Se arriesgaba a que los rumores se esparcieran aún más, pero la seguridad de los ciudadanos era su mayor prioridad en el momento.
-Prosigan a la interrogación, pero solo será un cuestionario. No queremos que se altere.- el científico asintió y se fue.-No eres tan listo después de todo. Pronto estarás de vuelta donde perteneces..rata.- dijo el comandante asomando una sonrisa siniestra...

Divirtiéndonos en otro lado...
-¡No escupas encima mío!- dijo Elie tapándose con una servilleta viendo como Caleb escupía afuera de la mesa y se reía a carcajadas.
-¡No fue gracioso!..- decía Francis aguantando la risa. Elie miró a Oliver, quien discretamente guardaba en su poleron un pedazo de pan quemado. La chica no pudo evitar sentir un poquito de tristeza, su amigo solo quería una vida normal y ah tenido de todo menos eso. Le tomó la otra mano y cuando vio que la miraba le brindó una cálida sonrisa.

Luego de terminar de guardar todo cada uno se dirigió a su habitación. Francis y Elie dormían juntos y su habitación era 2 puertas más allá de la de Caleb. Oliver se estaba lavando los dientes, que era lo poco que le enseñaron en ese horrible lugar. Agotado mentalmente se dirigió a la cama. No le había gustado esconder el peine y calcetines que quemó pero no quería que los demás se asustaran de él. Se puso los guantes, que trajo a escondidas porque cuando Caleb los vio dijo que no eran necesarios, y se metió al la cama apagando la luz y suplicando para que los pensamientos en su mente pararan y que ojalá cayera en un sueño normal. Pero la suerte no lo acompañaba en esa situación. Despertó con un pequeño grito y se dirigió corriendo al baño devolviendo lo ingerido algunas horas atrás. Caleb despertó al sentir las arcadas y tocó ligeramente la habitación contraria al lado suyo. Al no tener respuesta abrió y se dirigió directamente al baño.
-¿Que ah pasado?- Oliver de enjuagó la boca.
-A-Algo de-debe de haberme c-caído mal.- dijo Oliver quien no logró para nada mentirle a el de ojos verdes.
-¿Crees que no me eh dado cuenta de como siempre vas al baño todas las noches?- el de ojos anaranjados guardó silencio. Caleb se acercó y llevó al de pelo rojizo a su cama.-¿No quieres contarme?
-¿Pue-edes a-abra-z-zarme?..-Ambos se atrajeron en un reconfortante abrazo y el mayor, según habían descubierto o intentado descubrir, acariciaba la espalda del menor intentando calmar los pequeños sollozos que soltaba. Al amanecer les esperaba una larga charla, pero por ahora, solo se acostarían. Caleb no se durmió hasta que supo que el contrario estaba completamente dormido.
Ya de mañana Elie se encargo de hacer el desayuno y luego Francis lavaría todo. A Oliver le había tocado guardar las cosas. Luego rotarían y a Caleb le tocaría hacer algo también mientras que otro descansaba. El desayuno pasó algo incómodo ya que los únicos que hablaban eran la pareja. Los otros dos estaban ocupados, uno intentando llamar la atención del contrario y el otro ignorándolo olímpicamente.
-¡Oli!- intentó llamar el de hebras cafés pero el nombrado salió hacia afuera intentando esconderse. Cuando Caleb lo alcanzó supo que no le sacaría ninguna palabra por lo que decidió evadir el tema por el momento y ocupar el tiempo productivamente.
-Me parece un buen lugar para que te ayude con ello. Te parece bien?- el contrario tardo unos minutos en entender a lo que se refería, no podría quemar nada así que estaba bien..por ahora.-¿Que es lo que sientes cuando sucede?..-tenia que averiguar cómo lograría sacar ese poder dentro de su amigo.
-Q-quemo..me quemo por dentro. T-tengo que sacarlo de alguna forma,y-yo am..exploto?
-No tienes ganas de explotar ahora.- el de poderes negó.
-Solo cuando me asusto o siento peligro..ansiedad.
-Tendremos que cambiar eso..- ambos asintieron cada uno sumido en sus pensamientos hasta que al mayor le llegó una idea.- piensa en cómo..ese fuego ese calor en tu interior se expande. Llega a todas partes. A la punta de tus dedos, a tu mano. Piensa en algo relajante, ese momento donde no vas a preocuparte..y concéntralo en las palmas de tus manos.- vió como empezaban a salir pequeñas chispas de una de las manos del chico que encontró semanas atrás. Sonrió al ver como ambos contemplaban la llama de fuego en la mano del de hebras rojizas.-Lo haces genial. Ahora intenta que ese fuego vuelva a tu interior.- la llama se empezó a apagar.- creo que estamos listos para comenzar, no?- ambos se miraron. Oliver dejó de sonreír y un destello de miedo apareció en sus ojos.
-Tengo que guardar las cosas.- dijo y se fue corriendo dejando a Caleb más confundido que nunca.