𝙧 𝙤 𝙨 𝙖 𝙨

La segunda rosa

— Yibo, últimamente tienes mucho trabajo acumulado— los labios del mayor formaron un pequeño puchero mientras se cruzaba de brazos fingiendo estar molesto con el menor, quien solo se limitó a reír por la actitud infantil del chico.

Llevo su mano derecha hasta la suave cabellera del contrario enredando sus dedos entre los mechones de cabello de Xiao. Quien inflo aún más sus mejillas al ver como su berrinche no había provocado el resultado que el esperaba.

— Lo lamento bebé. Pero tengo cosas que hacer, ya sabes que me encantaría pasar tiempo contigo pero debo cumplir con ciertas cosas mucho más antes— explicó con una sonrisa en su rostro. El contrario suspiro.

En su interior, Zhan solamente estaba preocupado —también un poco celoso del trabajo de mayor puesto que le quitaba gran parte de tiempo que ambos pasaban juntos— por la salud de Yibo.

El móvil de Wang vibró. Este sonrió sabiendo de que se trataba.

[...]

Li Bo se mantenía sentando en aquella banca que se encontraba a una altura un poco elevada, más de lo normal. Puesto que a pesar de tener una altura promedio, sus pies colgaban, balanceándose en un movimiento recto.

Miraba su celular sonriendo con ilusión, esperaba impaciente y con unas enormes ganas de gritar. Algunas veces levantaba su mirada buscando a la persona que tanto anhelaba ver.

Sonrió enormemente en cuanto divisó su rostro entre la multitud de personas en aquel centro comercial.

— ¡Yibo!— sonrió colgándose del brazo de menor.

— Vamos, Li Bo— Wang acarició la mejilla del contrario.

Mientras tanto Xiao Zhan daba gritos y saltos de felicidad al encontrar otra rosa en su mesita de noche.