C A P I T U L O U N O◆

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El despertador sonó con un ruido perturbador que hizo que me levantara de un salto y aterrizara en el suelo. ¡Hay! Grité sobandome mis nalgas. Me levanté del suelo apresurada para ir a la escuela, me dirigí al armario y tomé mi uniforme de siempre; no comprendo los horribles gustos del director: colores pálidos, rayas y cuadros en la falda.

Puaj.

Comencé a ponerme la falda cuando mi voz interior gritó: Son vacaciones, ¡estúpida!

Rodé mis ojos, me quité la falda y me recosté en la cama en calzoncillos, las sábanas cálidas me acogieron suavemente, poco a poco me empecé a arrullar cuando de repente mi celular comenzó a sonar con la canción de Lady Gaga: Paparazzi.

-Mierda ¿Ahora qué?-dije contestando el teléfono.

-Huuuuuy, tranquila vieja- sonreí al escuchar su voz en la otra línea.

-Lo siento Key, ¿que pasó?

-Bueno, quería saber ¿estarás ocupada hoy?-hice un repaso mental, vaya, como si tuviera demasiadas cosas que hacer.

-Nop, ¿querías que saliéramos?

-¡Si! ¿Recuerdas el chico del que te hablé la vez pasada?- esto último lo dijo en susurros.

-Ah si, Jos ¿no?

-Si Jos. Pues me invitó a salir, como amigos, obvio. Y pues también irá su amigo y no quiero ir sola, puede que me violen entre dos.

Yo reí.

-Claro, como estás tan buena.Okey ¿a qué hora?

-Lo estoy si es que no lo sabes-juro que la vi sonreír con malicia desde el otro lado del teléfono- A las diez, en el parque Brimstone.

-Ahí est...- la llamada se cortó. Puede que a Keyla se le haya acabado el saldo, siempre le pasa.

Lancé mi celular a la cama y me puse unos jeans azules. Bajé al comedor y vi a mi hermana sentada en el comedor viendo televisión y al mismo tiempo desayunando.

-¿Qué comes?- le pregunté dándole un pequeño sape en la cabeza.

-Qué te importa- dijo con la boca llena y pude ver lo que estaba dentro.

-¡Que asco Marlene!- frunci el seño.

Mi hermana es una diablilla en carne y hueso, a sus escasos 1O años ya es una experta en meterme en problemas, pero la amo. Siempre tuvimos ésta relación de hermanas. Porque ¿quién no se pelea con su hermano? Y sobre todo si es menor que tú, que a propósito aprovecho a veces.

-Niñas, ya dejen de pelear- escuché a mi madre desde la cocina.

-¡Ella empezó!- dijo Mar después de tragar un bocado. Yo solo la fulminé con la mirada, por que sabía que mi madre la tomaría contra mí, pero ya estaba acostumbrada.

El desayuno pasó como de costumbre; mi madre dándonos discursos maternales sobre portarnos bien la una con la otra, mi hermana lanzandome migas de pan de vez en cuando cada que mamá se volteaba, en fin, el laaargo desayuno terminó.

Mi celular volvió a sonar, suerte que lo escuché desde el comedor y corrí escaleras arriba, por poco caigo al suelo al llegar a mi puerta.

Bufé. Llege a tiempo a contestar; -¿Hola?- dije sentándome en el borde de mi cama.

-¿Brenda? ¿Estás bien?- escuché decir algo preocupada a mi amiga, cuando me di cuenta de que mi respiración era agitada- s...si ¿que pasa?- balbuceé.

-Suena como si hubieras hecho ejercicio ¿lo hiciste?-

Rodé mis ojos.

-No, solo subí las escaleras

-Y te caíste ¿verdad?-escuché como se reia en la otra linea. Es impresionante como mi amiga y yo tenemos algo que nos conecta, presiente algo que me pasa a mi y yo igual. Me ha dicho que somos hermanas cósmicas, no lo dudo.

-¿Alguna vez te han dicho que eres una bruja?

-Sólo tú. Como sea, ¡Apresurate! Jos y su amigo ya llegaron y solo faltas tú- miré mi reloj de pared y vi que eran las 10:05 a.m.
Mierda.

-Ya voy en camino

-Apresur...- esta vez fui yo quien le colgó antes de que terminara la frase.

Después de cambiarme, tomar algo de dinero -veinte pesos para ser exacta- y dos estaciones de autobuces después, llegué al parque Brimstone. Busqué desesperada mente a mi amiga de entre algunos árboles y skates que patinaban en el parque.
¿Y si ya se fueron?

No pueden irse sino iban a ningún lado. Me senté en una banca a esperar a Keyla y sus amigos, cuando siento que unas manos frescas cubren mis ojos desde atrás.

-Adivina quién soy- escuché una voz y obviamente la reconocí.

-No lo sé, mmm. ¿Ariana Grande?- dije con sarcasmo.

-¿De verdad piensas que me parezco a Ariana Grande? Genial- dijo mi amiga quitándome las manos y saltando la banca hasta posarse frente a mi con una sonrisa.

-S A R C A S M O- dije separando la palabra para que la comprendiera.

-Que mala eres, primero me contestas de mala gana, después llegas tarde y ahora dices que no me parezco a Ariana Grande- su voz fue algo apagada y ella bajó la cabeza.

-No seas dramática- me levanté de la banca y la abracé- ¿me perdonas?

-Sólo si me compras un helado- bien, volvió.

Me separé del abrazo y vi a dos chicos que nos veían con caras pícaras.

-Él es Jos- me dijo mi amiga posandose a la par de un chico no muy alto, pero al lado de ella, hasta un pitufo es alto. Él llevaba puesto un gorro de lana color naranja, una camisa de Green Day, un pantalón de mezclilla y unos tenis, sus ojos eran hermosos y grandes, su cabello era negro, corto y con un gran copete.
Es muy guapo. Ahora veo como le gustó a Keyla.

-Hola- lo salude y el me devolvió el saludo.

-Y el es Bryan- mi amiga señaló al otro chico con la barbilla.

Giré mis ojos para toparme con los suyos.

Me sentí algo extraña.

Él me sonrió, su sonrisa me llevó a las nubes por unos segundos. Es algo alto, incluso me ha de rebasar algunos centímetros, su cabello es castaño, y en él tiene puesto un paliacate color rojo, una camiseta blanca, jeans y tenis Converse. Sus ojos son color avellana, tan magníficos.

-Hola- también le sonreí- Y ¿Qué se supone que vamos a hacer?- me dirigí a Keyla esta vez. Sin quererlo la saqué de sus sueños despierta porque dio un ligero saltito y alzó las cejas.

-Ah, emm, pues.

-Vamos por un helado ¿Qué les parece?- interrumpió Jos.

-Bien- dijo Keyla y yo asentí.

Jos dio media vuelta y caminó con Key en una dirección que supongo eran la neveria, dejándome atrás, sola, con Bryan.

•Eternamente• Bryan Mouque. |TEMPORALMENTE DETENIDA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora