cap 1

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Desperté con un fuerte dolor de cabeza.
Los rayos del sol que entran por la ventana me ofenden.
Al abrir los ojos con dificultad levanto mi mano para desviar la luz del sol.
Me levanto rápidamente para saber dónde estoy pero caigo aparatosamente al suelo.
Me duele horrores el pie. ¿me fracturé?
Miro mi pie removiendo una especie de velo que traigo puesto, el cual cubre mi rostro. ¿Es una cadena?.
Tengo atado el pie con cadenas. ¿que demonios?
Empiezo a gritar pidiendo ayuda.
Entro en pánico, estoy muy asustada.
¿Quién me tiene atada como un animal?, ¿qué quieren de mí?
Grito, tiro una y mil veces de la cadena, trato de librarme de ella pero es imposible.
Pasa y pasa el tiempo aquí se siente eterno. No sé cuanto tiempo, no importa cuanto grito, nadie entra, nadie me ayuda, nada pasa.
Una vez más el día pasa.
Ya que la ventana de vidrio está descubierta todo el tiempo puedo ver si es de día o de noche pero estoy demasiado mareada.
Esto es horrible, no hay manera de escapar .
Hace demasiado calor aquí, nadie viene, no dejo de pensar que esto es una mala, muy mala broma, es irreal que algo asi me este pasando, no le hago daño a nadie ¿porqué me pasa todo esto?

No sé en que momento me quedé dormida. Es horrible despertarte y que lo primero que veas sea tu pie atado.
¿Que sucede?
Ya estoy casi sin voz de lo mucho que he gritado.
Miro a todos lados cada detalle para poder salir de aquí, algo que me ayude a salir.
Lo que sea.
Un cable, un alambre, algo que me ayude a quitarme la cadena del pie.
Pero es inútil no hay nada.
¡Maldita sea!
La impotencia que siento es tan grande que no puedo hacer más que gritar.
Es una especie de departamento vacío sin usar.
Solo hay un sanitario, un colchón en el suelo más nada .
La cadena apenas llega al sanitario , no logró llegar a la pared o a la puerta.
Entra alguien todo cubierto.
Viste de negro totalmente.
Medio abre la puerta, al entrar dice algo que no entiendo. Ni siquiera habla mi idioma.
¡¡Hay por Dios donde estoy!!
Trato de no entrar en pánico pero es aterrador esto.
Pero al escucharla sé que es una mujer.
Deja una bandeja cubierta con trozo de tela.
¿No puede ser?
Desesperada trato de hablar con ella de pedirle ayuda con la escasa voz que me queda pero ella me ignora.
Trato de tomarla del brazo cuando está saliendo para evitar que me deje ahí sola pero caigo nuevamente.
La cadena de mi pie no es tan larga para llegar a la puerta.
Nisiquiera voltea para ayudarme, sólo deja eso y se va.
Después de un rato me acerco a la bandeja que está en mi límite de la cadena con un gran terror tomó un extremo de la tela y descubro lo que aquella mujer a dejado, una pieza de pan y dos botellas de agua, aunque muero por una gota de agua, no tengo hambre estoy muy asustada.
Pero trato de pensar de manera fría, calculadora para salir de aquí.
Así que la dejo ahí, sí muero de sed.
¿pero y si eso tiene algo? No quiero morir, tengo miedo.
Me quedo encogida de piernas sobre la cama improvisada que está en el suelo.
Trato de pensar con claridad que haré.
Trato de ver la manera de salir de aquí ya que nada más puedo hacer que pensar.
Reconocí la ropa de la mujer que entró, era una de esas ropas que se ponen las mujeres de Irak, de esos países donde las mujeres no pueden mostrar su cuerpo por religión y eso...
Tengo miedo, no sé que van a hacer conmigo, ¿porqué estoy aquí?, ¿porqué yo?
¿Es alguna venganza racial o algo asi?
Jamás he ofendido a nadie por racismo.
Pienso y pienso, ¿que hice mal?.
Me querrán como señuelo de algo o algo asi .
¡Por Dios que hago!
Estoy vestida con un vestido muy largo y ancho al despertar tenía un velo blanco cubriéndome la cabeza pero me lo quité al caerme .
¿Y si piensan que soy una de ellos?
¿Qué quieren de mi?
¿Porqué a mi?
¡¡Quiero salir de aquí!!
Una vez más me gana la desesperación y empiezo a gritar una vez más hasta quedar dormida.
Esta vez ya no tengo ánimos ni fuerzas para levantarme del suelo. Estoy aquí esperando que vengan a matarme, sólo miro los rayos de sol atravesar la ventana .
Pienso en suicidarme pero no logró encontrar con qué.
La cadena me impide eso. Hasta morir es imposible aquí para mi.
Después de lo que parece una eternidad vuelve a entrar la misma mujer con otra bandeja igual, recoge la anterior y se va.
No sin antes voltear a verme, yo estoy tan casada que la ignoro y me quedo ahí, inmóvil.
Y así repite tres soles más.
Sí ya sé, es raro decir soles pero es lo único que puedo ver, el sol.
Sea donde sea que yo esté debe ser muy lejos ya que sólo veo el sol y no escucho nada más que mi vos.
Pero hoy no ha entrado la mujer. Hoy a oscurecido sin que ella aparezca.
Entra una mujer pero no es la misma, es otra.
Una que se viste igual pero tiene el rostro cubierto con una maya. La veo por fracciones de segundo ya que las fuerzas se me van, apenas puedo mantener mis ojos abiertos.
Ella me levanta del suelo poniendo agua en mi boca, mis labios están partidos tanto que me duelen, me siento muy débil.
Duele y arde mi garganta cuando entra el agua, es horrible.

- no te puedes morir - Me dice aquella mujer mientras me sostiene con una mano y me da agua con la otra, en su voz se escucha asustada.

- ayúdame - Le dijo más como un último suspiro.

No sé si es por lástima o por un favor divino pero empieza hablar conmigo.

- Tú fuiste vendida a un millonario, nadie te está buscando y aunque lo hicieran, nadie te encontrará aquí. Si tú mueres nos mataran a todas, ¡no te mueras! - insiste mirando repetidas veces a la puerta.

Mis ojos se abren como platillos, mi cara de asombro no se hace esperar, no puedo creer lo que ella me está diciendo.
Esa misma mujer cuida de mí. Me trae comida por mis escasas fuerzas ella es quien me alimenta.

- ¿porqué me tiene aquí? - Le digo un poco desconfiada aun.

- son millonarios, ellos compran lo que quieren, incluso mujeres. Las prostituyen, las esclavizan, hacen lo que quieren - susurra mientras me da de comer.

- ¿y las que no obedecen? - susurró aterrada.

- las matan, a ellos no le importamos. Si no obedecemos seremos comida de leones, tigres, leopardos igual que las demás. Ellas murieron así cuando se rehusaron a prostituirse. Las metieron en la jaula de los felinos y se las comieron, nos forzaron a verlo - Me dice con lágrimas en sus ojos.

Mientras más habla más miedo me dan. Como se supone que voy a salir de aquí si sólo por desobedecer son comida de animales.
Esto es demasiado para mi, jamás creí estar en algo como esto. Tenía una vida tranquila, siempre bajo perfil sin perjudicar a nadie.
¿Como pueden ir por la vida arruinando las vidas de otros?

Hasta Que Te Conocí Donde viven las historias. Descúbrelo ahora