EPILOGO [✔️]

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No te juzgue cuando supe que tu papá te había abandonado, no te juzgue cuando dijiste que no habías terminado la universidad, no te juzgue cuando conocí donde vivías. No te juzgue porque nada de eso había sido tu culpa, esas cosas no te definían.

Siempre lo dije Chris. Eras un buen chico que le tocó vivir situaciones muy feas. Estabas perdido y al igual que yo contigo, no sabias como manejarlo.

Recuerdo muy bien la mañana de la última vez que te vi. Nos despertamos porque tu teléfono no paraba de sonar y cuando por fin contestaste, te paraste de la cama con un solo salto. Comenzaste a empacar cosas y dijiste que algo había salido mal, muy mal.

Nunca te había visto de esa manera, tenías miedo y eso era algo muy poco común. Por ende, yo también estaba asustado. Claro que en mi eso sí era común.

—Espérame aquí— me dijiste —Yo regreso más tarde.

Pero la manera como tu voz tembló y como no me miraste a los ojos me decía que no te podía dejar ir. Claro que también sabía que jamás me harías caso así que mi única opción era no dejarte ir solo.

Me peleaste eso, fue la primera y última vez que me alzaste la voz. Supongo que fue por culpabilidad que dejaste que fuera contigo, pero muy bien sabías que no solo te arrepentirías si no que también estabas poniendo en riesgo lo que teníamos.

¿Recuerdas como fue qué pasó todo? Porque yo aún tengo pesadillas de ese día. Algunos de tus 'amigos' entre ellos Alan, ya estaban afuera de la tienda cuando llegamos y no parecían muy contentos de verme, pero yo tampoco estaba muy contento de estar ahí así que le resté importancia. Por lo poco que logré entender de su conversación es que gracias al dueño de la tienda en la que estábamos uno de ustedes había terminado en la cárcel y según un maldito código que ni sabía que existía, tenían que hacerle pagar.

Todo estaba bien. Todo estaba desgraciadamente bien hasta que vi las pistolas. De no haber sido porque te metiste en la mitad de Alan y yo, yo también hubiera tenido una, pero como eras mi ángel, me protegiste y me dijiste que esperara afuera. Por dentro te lo agradecí, odiaba todo tipo de armas. Nunca logre entender porque había gente que iba a locales a aprender a usarlas y tomarlo como hobby. El problemas es que tú si entraste. Cubriendo tu rostro y dándome tu chaqueta, pero si entraste.

Esa fue mi última señal. Ahí caí en cuenta que estaba metido en todo aquello que mi madre me había dicho que nunca permitiera. Ahí cambiaste Chris, ahí ya no eras mi ángel.

¿Recuerdas quienes más entraron? Los policías, los buenos de la historia. Yo los había visto venir desde lejos y pude haber tenido tiempo de sobra para entrar y advertirles como ya muchas veces había hecho, pero no lo hice. Por minutos muy largos solo logré mirar alrededor, sintiendo como todo el mundo daba vueltas y lo que pasaba parecía estar en cámara lenta. Tu apuntándole al cajero, tus amigos tirando todo lo que había en las repisas, tu voz gritando que no sabía con quien se había metido.

Cuando por fin logre reaccionar, ya era demasiado tarde. Intenté entrar al local, gritando tu nombre con el simple pensamiento qué tal vez, solo tal vez merecías una última oportunidad, yo te la hubiera dado. Así de loco y estúpido era mi amor por ti. Unos oficiales me detuvieron antes de siquiera llegar a la entrada, empujándome y diciendo que era demasiado peligroso. Yo les pelee, te juro que pelee más fuerte que nunca, pero solo terminé tirado en el piso, a diez metros de la entrada con lágrimas resbalando por mi mejilla.

—Chris— recuerdo murmurar varias veces —Christopher.

No pasó mucho tiempo para que te pudiera ver de nuevo, cuando saliste de la tienda jugando a quien disparaba primero con un policía. El ganador resultó siendo Alan, quien ayudó con tu escape y no logró conseguir el suyo.

Lo primero que hiciste al tirar tu arma al piso fue buscarme con la mirada y cuando lograste encontrarme te diste cuenta que ya no había vuelta atrás.

Yo lo había visto todo y entendí que realmente no te merecías esa segunda oportunidad. No tenías el porque hacías esas cosas o excusa por la cual hacías todo eso, simplemente las hacías y ese fue el detalle que a mi siempre me faltó. Hasta ahora no logró entender quién es el verdadero Christopher Vélez. El chico malo que era bueno conmigo o el fugitivo de la policía porque podría jurar que eran dos personas completamente diferentes.

Por como me miraste, con los ojos aguados y la cara de decepción en ti mismo supe que por tu cabeza pasaba exactamente lo mismo. Tu entendiste mi estado de shock, notaste que había una parte de mi que ya no estaba ahí porque tú la habías destruido. Supiste que ya por fin había encontrado los pequeños detalles que yo tanto busqué y tu tanto escondiste.

Era el final, eso era lo único en lo que estábamos de acuerdo. Yo te tenía miedo y tú no querías romperme más de lo que ya me habías roto. Pero no fue así Chris, nunca pienses eso. Si algo, de ti aprendí más que de cualquier otra persona y eso lo valoro mucho.

Así que te diste media vuelta y corriste sin decirme ni una palabra y me dejaste ahí, usando tu chaqueta de cuero en la mitad de un desorden del cual yo ya ni estaba consiente. Así fueron los meses después de ti, inconscientes. El mundo seguía y seguía y yo no me movía. Por ese momento es que ahora se que si me amaste, aunque haya sido a tu manera. Porque supiste dejarme y entender que el daño que me causabas era más grande que cualquier futuro que pudiéramos imaginar juntos. Uno hiere a quienes le importan solo cuando saben que esta en su beneficio y tu despedida fue justo eso.

Creo que parte de mi esperaba que volverías y dijeras que todo estaría bien, que podríamos irnos juntos a algún lugar donde no nos conocieran y empezaríamos de nuevo. Nuevamente mi mente inocente haciéndose presente en nuestra historia porque eso nunca pasó Chris, tu nunca volviste.

En fin, por eso escribí esto, porque es mi manera de decir adiós, de cerrar capítulo ya que no pude hacerlo en persona. Hoy es mi ultima día en el apartamento que compartíamos. No se quien llegue después de mi o si quedara como evidencia para que la policía pueda encontrarte. El hecho es que dejaré esta carta aquí, junto con mi pasado y comenzaré mi nuevo futuro, como en algún momento había aprendido de ti. No tengo ni idea de donde estes tu, pero de todo corazón espero que estés bien y que al igual que yo, comiences una nueva etapa. Te amé Chris, nunca olvides eso y no me olvides, te juro que yo no te olvidaré.

Con amor,
Joel. P

A/N: Hasta aquí esta mini historia. Espero que les haya gustado mucho y gracias a todos los que dejaron votos y comentarios, los aprecio mucho. Ojalá muy pronto haya nuevas historias (tengo tres en borradores que están en proceso). Lash amuuuuuuuu.
-Vale.

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Eras Peligro - Virgato ||Historia Corta|| -TERMINADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora