Eras Peligro - Virgato ||Historia Corta|| -TERMINADA

UNO [✔️]

Conocerte fue inevitable. Soy firme creyente de que el destino de cada persona ya está escrito y tu eras parte del mío. Seguramente por eso se me hizo tan fácil quererte, porque estaba destinado a estar a tu lado.

Debí haberlo sabido. Esa mirada tan oscura que llevabas esa noche fue mi primera advertencia, esa mirada en la que cualquier persona podía perderse y supongo que yo también lo hice. Eso y tu personalidad fría y arrogante que no logró hacer otra cosa más que llamarme la atención.

—Sigo sin entender qué haces aquí— esas fueron las primeras palabras que me dijiste, al menos directamente. Ya le habías hecho comentarios sarcásticos a tus amigos sobre mi esa noche.

Yo tampoco lo entendía, me había dejado llevar por Erick y terminé en ese club sin razón alguna, odiaba ese tipo de ambientes. Pero como dije, el destino y sus maneras irónicas de ponerte en el lugar indicado, en el momento indicado. Aunque tu amiguita parecía no entender esa parte, ella estaba ocupada asegurándose de dejar tu cuello morado para que todo el mundo supiera que eras de ella. Recuerdo muy bien reírme cuando la empujaste y la llamaste ridícula. No lo hice a propósito, ella no era mala persona, pero tampoco era buena.

Noté algunas de las miradas discretas que me dabas, algo me decía que tenías la misma intriga de mi que yo de ti y vaya que no me equivocaba.

Déjame hacerte una pregunta, basada en los comentarios que hiciste a tus amigos de mi. Yo era raro, era diferente, era muy callado, no pertenecía. Si tan extraterrestre era a tu grupo ¿porque te ofreciste a llevarme a casa esa noche?

Querías sacarte las dudas de la cabeza ¿verdad? Querías saber de donde me había sacado Erick, pero no te atreviste a hacerme ninguna pregunta. No te culpo, me han dicho varias veces que mi cara no es la más expresiva, de seguro te incomodé. Pero entonces, déjame hacerte otra pregunta ¿porque lo seguiste intentando?

Me refiero a unos cuantos segundos antes de que me bajara del carro, cuando me pediste mi número. Esa fue mi segunda señal, lo directo que eras y lo rápido que podías tomar decisiones. Yo pude haber dicho que no, que no te conocía. Pero ya había dicho que si a qué me llevaras a casa ¿que habría de malo en darte también mi número?

Te lo di. Te lo di sin pensarlo dos veces, algo raro en mi. Incluso hoy y tal vez más que nunca, considero una acción como mínimo veinte veces antes de hacerla. Excepto que tú fuiste la excepción, desde un comienzo, a ti siempre te dije que si.

Cerré la puerta de mi casa con solo una cosa en la cabeza. Tu mirada. No fue la misma que tenías en el club. Al despedirte de mi se sintió mucho más suave y fue ahí que confirmé que las acciones hablan más fuerte que las palabras. No eras falso conmigo, la sonrisa que me diste al decir adiós esa noche fue demasiado sincera, imposible de fingir. En cambio con tus amigos, todo era un acto frente a ellos.

Al conocerte no lo entendía ¿cual era el punto? Pero con el tiempo me di cuenta que tenías que mantener una reputación, una reputación que ni tus mismos amigos conocían del todo. Pero eso es una historia para más tarde. Mejor hablemos de lo fácil que se te hacía sorprenderme, nunca terminabas de hacerlo. Lo más irónico es que la primera vez que lo hiciste fue la misma noche que nos conocimos.

Mi celular sonó y como no esperaba, había un mensaje tuyo. Solo supe que venia de ti por como pusiste la C al final y porque jamás le había dado mi número a alguien que no conociera. Pero eso si, admito que me sacó una pequeña sonrisa. Me sorprendiste, pero de buena manera.

"Buenas noches Joey —C"

Sentí una leve burla por el apodo que usaste, ya te habías reído cuando escuchaste que Erick me decía así. Aunque por alguna razón, no me molestó.

Maldito sea el momento en el que enviaste ese mensaje. Nada más hubiera pasado si no presionabas 'enviar' pero lo hiciste y fue en ese preciso momento que nuestra historia comenzó.

A/N: Les dije que las actualizaciones serían rápidas. Espero que les guste y las amuuuu.
-Vale.