°•Euphoria;JEON JUNGKOOK• TERMINADA✔️✔️

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Hoy era un día muy especial para muchas personas. Para unas era un día cualquiera, para otras, era la oportunidad de decir tus sentimientos.

Para mi, hacer cartas que nunca llegaban a Jungkook. Demasiado decepcionante, lose.

Con la esperanza viva en mi aún, seguí escribiendo con esfuerzo aquella carta que quería entregarle personalmente. Sentía que estaba preparada, que nada malo pasaría si el leía mis sentimientos plasmados en aquella hoja de papel color rosa palo.
Golpeé el lápiz contra mi escritorio de nuevo, moría de sueño, pero quería hacerlo, en unas horas debía ir al instituto y llevar esa carta si o si.

Habrán pasado -bastantes- cosas con Jungkook, pero aún no le hacía saber a Jungkook de mis sentimientos directamente, quería que el supiera lo que yo sentía, lo que sentía cada vez que lo miraba, cada vez que estaba cerca de el, cuando hablaban, cada vez que tenían una interacción; por más mínima que sea, así como un roce, me ponía los pelos de punta y aceleraba mi corazón, el solamente verlo lo hacía.

Releí la carta verificando que estuviera bien escrita y con una buena caligrafía. Sonreí para mí misma, tomé el sobre y la guarde.

Lo harás.

Cerré los ojos con suerte y suspiré.

Abrí un cajón y metí la carta. Me levanté de la silla del escritorio y camine hacia mi cama arrastrando los pies. Caí sobre las blandas cobijas boca abajo y hundí mi cabeza buscando tranquilidad.

Luego de unos minutos intentando obtener algo de inexistente tranquilidad me di por vencida, era imposible, estaba bastante inquieta, está no era una carta anónima.

No quiero ni imaginar como estaré mañana.
Respira Sunhee, tu puedes, solo se vive una vez vive la vida al riesgo.

(..)

El constante sonido del despertador hizo que abriera los ojos con molestia, me senté en mi cama y talle mis ojos.
Ugh, no quiero ir al instituto, tengo demasiada pereza, siempre tengo pereza, es más, nunca quiero ir.

Pasee mi vista por mi habitación y me detuve en mi escritorio, los lápices y hojas me recordaron lo que haría hoy quitándome el sueño por completó. Espabile mientras bostezaba, me levanté de mi cama y camine hacia el baño.
Me desprendi de todas mis prendas y abrí el grifo para tomar una ducha y quitar aunque sea un poco mi cara de zombie.

Luego de unos minutos, salí envuelta en una toalla. Busque mi uniforme y me lo coloque rápidamente.
Camine hacia mi tocador y saqué la secadora y la plancha para el cabello junto a mi estuche de maquillaje.

Quería lucir bien al darle la carta.

Me tomé mi tiempo, arreglando todo lo que me parecía mal.
Al finalizar me mire al espejo y sonreí satisfecha.

Tomé mi mochila y me la colgué de un hombro. Abrí la puerta de mi habitación y baje la escaleras, al estar cerca de la cocina el olor a comida inundó mis fosas nasales, sonreí mientras me acercaba.

-Buenos días, mamá.

Se giro hacia mi con el delantal puesto y la cuchara en su mano.

-Buenos días cariño, te vez muy linda hoy.--alzo un ceja sonriendo.-¿Algún motivo en específico?

-pfff, claro que no, no es como si fuera un día especial o algo.

Se cruzó de brazos y soltó una pequeña risa.

-Mi niña, no puedes mentirme, es día de San Valentín, además, jamás te maquillas o te peinas aunque sea un poco.

Yo reí por lo último y gire mi cabeza sin saber que excusa dar.