Jungkook, siempre me he preguntado, ¿por qué eres tan amargado? sabes, me recuerdas a esas personalidades frías como el polo norte!!, pero ¡¿adivina qué?!, HE VISTO TU LADO TIERNO.
•En curso•
//terminada
NO ADAPTACIONES.
あなたは恋に落ちますか？
Inició:18 de m...
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Miraba atenta la televisión, en la cual se estaba transmitiendo una película muy buena por cierto. Era un buen día, era un día nublado y llovía, me gustaba ese clima, y me gustaba más compartirlo con Jungkook. Ambos estábamos sobre el sofá de mi casa acostados, yo sabré su pecho mientras el acariciaba mi cabello, causándome sueño que al instante se me quitaba por la película.
—Ella grita mucho!—volvi a decir, me parecía un poco de más que la chica que amaba el hombre araña gritara por todo, bueno, no, solo sus gritos eran extraños..
—Esta a punto de morir claro que va gritar Sun.
—Pero no tiene que gritar así!—solto una risa por mi actitud y deposito un beso sobre mi cabeza, sentí mi corazón latir con rapidez ante su gesto.
No lograba acostumbrarme con el pasar de los meses a esto, es decir, ya habían pasado bastantes meses desde que Jungkook y yo habíamos empezado una relación. Exactamente, 6. Nada había sido relativamente difícil, solo dos situaciones bastantes peculiares.
A)El loco de mi padre golpeándome hasta dejarme en el hospital.
Y B)Jimin confesando sus problemas y besándome.
Aunque lo de Jimin no era el problema, si no mi obvia idiotez y miedo a decir las cosas, aunque, con esta experiencia me quedaba más que claro que debía decir las cosas como eran desde un principio sin ser tan cobarde, aunque, conociéndome probablemente lo que haga sea huir como siempre, huir es la salida más fácil, al menos para mí lo ha sido muchas veces, excepto está.
—Tengo hambre, ¿Vamos por algo de comer?, Tal vez...¡Oh, ese lugar donde venden hamburguesas!, Es realmente bueno.—me paro de mk lugar en el cómodo de un salto perdiendo un poco el equilibrio, Jungkook me sujeta de la cintura antes de que caiga de bruces al suelo. Sonrió con nerviosismo.—Gracias.
—Vamos.—sujeta mi mano, pero antes de que podamos siquiera salir dejo de caminar, me mira expectante a qué diga algo.
—Voy a arreglar un poco mi cabello y mi ropa espérame aquí.—suelto su mano y comienzo a subir las escaleras de dos en dos. Escucho su voz cuando estoy a punto de entrar a mi habitación.
—Puedo ayudarte con tu ropa.—lo dice en un tono que no se cómo tomarme, mi cuerpo reacciona y siento la sangre aglomerarse en mis mejillas, abro la puerta entrando en la habitación cerrando con un portazo, puedo escuchar una carcajada.
—Baboso..—susurro.
Alzo las cejas y me dirijo hacia mi clóset, tratando de encontrar mi ropa entre tanto desastre, probablemente deba ordenar, mi madre es una maniática del orden, si ve esto le dará un paro cardíaco, aquí hay más que ropa, cosas que ni yo quiero saber.
Mi celular suena, lo busco con la mirada y veo el nombre de Mina en la pantalla.
