Daniela suspiró mientras sacaba algunas cosas de su mochila. Es como si hubiese sido ayer cuando estaba terminando su segundo año de secundaria y esperando con impaciencia las vacaciones de verano. Ahora, semanas más tarde, Daniela se encuentra de vuelta en el mismo pasillo, bullicioso y caótico, con el cuál ha estado familiarizada desde hace dos años, preparándosé para lo que será un retorno más a una monótona rutina. No es como si a Daniela no le gustara la escucela, ya que en realidad, le gustaba. Daniela amaba aprender y se enorgullecía de ser una excelente alumna. Ella disfrutaba la sensación de un nuevo libro en sus manos, sin importar si era de ficción o si era de un algún autor desconocido o simplemente un nuevo libro de historia. Ella se deleitaba con el reto de tratar de resolver problemas de matemáticas complejos, le gustaba aprender sobre la fisiología humana, perdiéndose en las vidas y las luchas de otras personas que han vivido antes que ella. El conocimiento es poder, o eso era lo que Daniela había escuchado constantemente y no podía negar la sensación de logro cuando aplicaba en su vida algo que había aprendido, incluso si solo era para estar segura de haber consumido la cantidad recomendada de agua para mantener sus riñones en buen estado.
A Daniela no le molestaba la rutina, ella pensaba que era bueno tener un día estructurado. Si no que a ella le molestaban profundamente los estúpidos personajes que asumían sus compañeros. Daniela nunca se describiría como alguien popular, pero al mismo tiempo, ella no era ignorada por el resto de los estudiantes. Ella estaba ubicada entre los populares y los que no lo eran. A Daniela le gustaba tener conversaciones con las pocas amigas que tenía en el equipo de porristas, pero también le gustaba tener conversaciones con los del coro de la escuela. Tal vez por eso a ella nunca le gustó esa segregación que ocurría inevitablemente al inicio del año escolar, ya que por su parte, Daniela no encajaba en ninguno de los grupos existentes. Ella estaba feliz con la forma en que sus padres la habían educado, alguien que no criticaba, alguien que era tolerante y de mente abierta. Daniela no eligió a sus amigos basándose en la posición social que ellos tenían; ella los eligió por la forma en que ellos podrían enriquecer su propia vida, por sus experiencias, su inteligencia, su talento y su amabilidad. Si había una cosa que Daniela odiaba sobre la escuela secundaria, era la ignorancia y crueldad de algunos adolescentes que asistían a ella.
Daniela suspiró de nuevo, cerrando su casillero mientras sintió el peso de alguien más abrazándola mientras gritaba de la emoción.
Daniela sonrió al voltearse.
"¡Hola!" Lucía saludó animadamente, dándole un abrazo de oso a Daniela. "¡Te extrañe mucho este verano!"
"Lucía..." Daniela logró decir, casi ni podía hablar debido a que Lucía la abrazó muy fuerte, impidiendole a sus pulmones contraer oxígeno.
Cuando Lucía se dio cuenta de que casi asfixia a su amiga, dejó de abrazarla y sonrió mientras se disculpaba. "Perdón" dijo ella, tomando la mano de Daniela. "Creo que me emocioné un poquito después de no haberte visto las últimas siete semanas."
Daniela se rió, dándole un pequeño codazo a Lucia en el estómago mientras caminaban a través de los pasillos.
"No es como si yo te hubiera abandonado por completo" Daniela protestó."Hablamos por Skype al menos una vez por semana y te mandé mensajes de texto todos los días. "Hablas como si yo hubiera estado en la Antártida sin ningún tipo de comunicación."
"Campamento de softbol, la Antártida... podrían ser la misma cosa" Lucía suspiró dramáticamente. "Como sea. Mis vacaciones fueron muy aburridas comparadas con las tuyas, así que no me reproches por ser entusiasta sobre nuestro reencuentro. Te extrañé."
"Yo también te extrañé Lucía. Bueno, al menos tenías a Kim haciéndote compañía durante mi ausensia." Daniela recordó a la otra chica mientras seguían caminando por el pasillo. "¿Dónde está ella? Pensé que estaría contigo."
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T&T /Caché/
Fiksi PenggemarEs el primer día de Daniela en la escuela secundaria después de un verano pasado en el campamento de softball. Por un encuentro casual ella consigue hablar con María José en el pasillo, una chica intrigante con una historia triste. Mientras Daniela...