1. Llegada a Auradon

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Dough tocó la puerta con insistencia, si no se daban prisa llegarían tarde. Otra vez.

-Ingrid... Ingrid despierta ... -decía el chico apretando la carpeta con los papeles contra su pecho de pie en el pasillo al lado de la puerta de la chica- Princesa Ingrid ...

-¿Sí ...?- se escuchó desde dentro.

-¿Está despierta?

-Sí ... sí ... lo estoy ... -dijo la pelirroja sentada en su cama apoyando su cabeza sobre su brazo mientras luchaba por no quedarse dormida de nuevo.

-¡Ingrid!

-¡Estoy despierta! -respondió despertando de golpe- ¿Quién es?

-Soy yo princesa ... habíamos quedado hace media hora ...

-¿Media hora? ¿Para qué?

-Para recoger a los nuevos.

-¿Los nuevos?- la chica abrió completamente los ojos. Estaba en su cuarto de Auradon, el curso daba comienzo hoy, tenía la ropa sobre el galán de noche, la mochila preparada y los libros con todos los papeles de los nuevos encima del escritorio- ¡LOS NUEVOS!

Se levantó de golpe y corrió hacia la puerta, la abrió de golpe y casi se choca con Dough que se apartó sorprendido.

-¡Dough! Lo siento, me he quedado dormida ... -se disculpó la chica.

-Ya veo. -contestó él mirándola de arriba abajo.

-¿Por qué ...? -al bajar la vista, vio que estaba aún en pijama, una camiseta de tirantes de flores y un pantalón corto a juego con calcetines gordos y largos blancos- Lo siento ...

-No te preocupes. Aunque quizás deberías vestirte antes, ¿no?

-Sí, ahora vuelvo. -contestó roja como un tomate antes de cerrar de nuevo la puerta.

-¡Pero date prisa!- añadió él desde fuera.

-¡Siiiii!

La chica se cambió de ropa a una velocidad impresionante, lanzando el pijama por los aires y dejando la cama deshecha. Se colocó una falda verde oscura, una blusa blanca y unas converse negras. Recogió los papeles, la mochila y salió corriendo sin verse al espejo.

-¿Todo en orden?- preguntó Dough, conociendo a la joven como lo hacía él seguro que había dejado todo hecho un desastre.

-Sí, todo listo. -contestó ella cerrando la puerta- ¡Recorcholis!

-¿Qué pasó?

-No hice la cama. Si mi tía Elsa se entera me va a regañar ...

-Yo no seré quién se lo diga.

-Gracias. -sonrió ella.

-Pero eso sí Ingrid, péinate.

-Oh ... vale. Aguántame esto. -le dijo dándole todos los papeles al chico para hacerse una coleta de aquella manera- Listo.

-Por todos los enanitos Ingrid, ¿tu tía sabe que eres así?

-No. Y así es mejor. Mamá era ... muy especial ... papá habla poco de ella y tía Elsa ... menos aún. Dicen que me parezco mucho a ella ¿sabes?

-Seguramente sí. Estaría muy orgullosa de ti ...

-Eso espero. -suspiró Ingrid- Venga vamos ...

-¿Preparada para recibir a los nuevos?

-No lo sé. Solo espero que me suban la nota por esto.

Descendats: Not another love storyWhere stories live. Discover now