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Uno de mis peores errores fue confiar en mi familia, entrar en lo correcto, eso no es para mí. Estoy seguro de que estoy del lado equivocado del paraíso. Mis padres se creyeron el rumor que se había creado en la escuela sobre que yo estaba con un chico, eso no quedó allí, inventaron otras cosas más, de las cuales no quiero entrar en detalles. Maldito y tonto NamJoon, él jamás desmintió nada, aunque no es que fuera necesario.



La carta había llegado hacía cuatro días y yo no había respondido.


Colgué el teléfono, mi hermano estaba en camino.
El abuelo en tres días tendría un chequeo mensual, así que salir hasta la ciudad por dos horas hasta el hospital era tomar un largo camino en el coche. SeokJoong vendría ayudar el fin de semana, a decir verdad, él conduce mejor que yo.


—Se supone que venías aquí a cuidar tú al abuelo. — el porche fue lo más cómodo que pude encontrar en toda la casa para leer el nuevo libro que había traído conmigo.
—Sí, yo también estoy bien. Me da gusto de verte, hermano. — cerré el libro y vi hacia arriba a mi derecha.
—Jin...
—No soy un superhumano y lo sabes. También me canso y tengo problemas.
—Fuiste tú el que se ofreció a cuidar al abuelo en primer lugar.
—Tranquilo, solo será la última vez que te pida un favor. Es más... —me levanté de mi lugar. —...mañana mismo puedo llevarte a la estación del tren si tanta prisa tienes.
—Jin...
—Gracias.
—Jin. —me detuvo a tiempo tocando mi hombro
—Mamá...
—No...no digas nada.


Entré al cuarto y el frío que se alcanzaba a colar por la ventana lo sentí enseguida, la carta estaba sobre el escritorio esperando a ser respondida.


Querido NamJoon

¿Crees que a mí no me duele haberla perdido? Era mi amiga. Su muerte fue repentina, no quiero volver a recordar y tú no tienes la culpa. Si tan solo ella no hubiera sucumbido a todo eso, maldita sea, que ella debió de haber preguntado antes de creerse todas esas porquerías.
¿Recuerdas esa vez que su pie se lastimó en la alcantarilla de la escuela? JeonHee no paró de reírse y yo solo la ayudé como pude para llevarla a la enfermería. Sé que estabas viendo por la ventana. Me gustaba, pero alguien más entró en mi campo de visión. Un tonto llamado Kim NamJoon, y HyeonJi pasó a segundo plano. Los rumores de cierta forma se volvieron reales.
No, no te odio, por alguna razón u otra, de verdad no lo hago. Solo soy un tonto exagerado.
Seamos los adultos que decimos ser y dejemos estas tonterías de lado, las cartas y a ella, por favor, dejémosla descansar en paz.


El clima en la ciudad donde vive el abuelo es agradable, solo hace frío por las mañanas y las noches, es agradable leer libros afuera con una taza de café.
Sabes la dirección si algún día quieres visitarme, pues ya no vivo con mis padres, pero mi estadía aquí puede ser temporal, no lo sé.
NamJoon cuida de tu salud, por favor.

Con cariño.
SeokJin Kim


La cuarta mañana paso entre una merienda rápida y un largo camino hasta la estación de trenes.


—Saludaré a mamá por ti.
—Gracias. —apreté mis labios para no soltarme a llorar y volteé a otro lado, los extrañaba demasiado.
—Vi a NamJoon... —atajó de pronto.
—Cállate.
—...en la ciudad. —ambos nos quedamos callados, pero la poca bulla dentro de la estación de trenes era suficiente.— Sabes que puedes volver a Gwacheon cuando quieras.
—Exacto, cuando yo quiera.


Otro corto silencio.


—Tu tren sale en veinte minutos. Nos vemos luego. —pensé en darle una palmadita, pero él de entre mi familia no se merecía ni una muestra de afecto de mi parte.

편지 (pyeonji) :namjin:Donde viven las historias. Descúbrelo ahora