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Por la tarde es llamado por su padre en la gran casona, se supone que vendría con Xue Yang pero el chico había estado demasiado ocupado con otros asuntos por lo que desistió y ahora mismo, Jin GuangYao no se sentía muy cómodo sin su compañía asistiendo a Jin GuangShan. El sujeto era su padre, se supone que uno es cariñoso, comprensivo y buen ejemplo, pero este hombre no era ni lo más parecido a todo eso cuando de sus adorados hijos o bastardos se hablaba.

Debe admitir que más temor le tiene a la señora Jin, la vez pasada, hace varios meses, la mujer lo había atacado arrojándole una taza que se rompió al impactar con su cabeza, dejándole una cicatriz en alguna parte, pero no la culpa de todo el daño que le hace, es obvio que está muy enojada porque él es un hijo espurio que le recuerda todos los engaños de su marido.

Él suspira mientras está sentado en la sala principal con las manos en sus rodillas esperando a su padre. Nadie más lo ha visto, supone que nadie más que su mayor está enterado de que se encuentra en casa y de alguna manera, eso es mejor a tener un montón de ojos juzgadores encima.

Cuando por fin ve a Jin GuangShan acercarse desde el pasillo con el paso apresurado, Jin GuangYao se levantó he hizo lo mismo, cargando un rictus y próximo para hablar.

Después de eso se pregunta si a parte de nacer, hizo mal algo más como para merecer una bofetada tan fuerte que volteó su cara, dejándolo pasmado.

—¡Inservible como tu madre! —Espeta Jin GuangShan, furioso y señalando—. ¡Me haces pasar vergüenza! ¿Eso quieres? ¿Desprecias a tu padre?

Jin GuangYao está sin palabras, se acaricia la mejilla y se yergue lentamente sin saber siquiera qué expresión poner.

Jin GuangShan espera una contestación y cada segundo que pasa su respiración se agita más.

—¿No te estoy dando el suficiente dinero? —Pregunta su padre, decepcionado—. Te estoy pidiendo que hagas algo bueno por mi...

Él traga saliva, trémulo y mira el suelo. No quiere verlo a los ojos—. Lamento mucho si no pude cumplir tus expectativas, pero, padre, ¿En qué me equivoqué?

Jin GuangShan ríe amargamente con una sonrisa forzada.

—Tu maldito diálogo siempre es un desperdicio de mi tiempo y más ahora. ¿Acaso tú vas a revertir todo este asunto?

—Padre, si es por la redacción que hice para tu socio, de verdad lamento no haber hecho suficiente, pero el abogado que la presentó también debió haber puesto de su parte...

Su padre siseó con desdén y él tragó saliva.

—¡Era demasiado fácil para ti! ¿Qué te distrae?

El joven agitó la cabeza, negando.

—Sea lo que sea, puedo hacer un arreglo, tal vez pueda hablar con el juez mostrando otro doc...

—Acuéstate con él si es necesario. Mis negocios con Wen RuoHan no pueden acabar aún, ¡sabes como es ese hombre!

GuangYao sintió su estomago retorcerse y deseó salir pronto. Él vacila y sus manos sudan, se siente atrapado.

—Tal vez... Conseguir un abogado más competente sea mejor...

—¿Te estás rindiendo conmigo? —Pregunta tosco.

De alguna manera lo hacía.

—No... —Dice finalmente—. Yo... Desearía no decepcionarte.

—Porque no te conviene.

Ahora tiene más problemas, Jin GuangShan está poniendo más peso sobre sus hombros y Jin GuangYao no sabe si podrá seguir aparentando condescendencia para el hombre, es desagradable, repugnante y sinceramente, está cansado. Pero necesita esto, necesita TODO esto o sentirá que no ha logrado nada.

Sé que mientes a ti mismo | Mo Dao Zu ShiWhere stories live. Discover now