lovefool | miritama

lovefool; 04

Su barbilla se encontraba apoyada en su palma mientras miraba a la joven frente a ella con astucia y una sonrisa que la caracterizaban, con esto poniendo aún más incómoda a Nejire quién ejercía su fuerza de voluntad para mantener su postura frente a la pelirroja.

Mirio miraba preocupado la escena.

¿Nejire estaría bien?. Parecía un escena de esas donde la presa estaba siendo asechada por el depredador. Nejire era la presa.

"mmm, ¿Mirio?." Un escalofrío recorrió su columna y giró automáticamente observándo a su mejor amigo.

Le sonrió. Una flecha parecía haber atravesado el corazon del rubio, siendo brutalmente apuñalado por la hermosa sonrisa del pelinegro frente a él.

¡Concentrate, Mirio!. Salió de su ensoñación por Tamaki a base de mucho fuerza de voluntad.

"¿Que sucede, Tama?". Hizo una mueca.

Últimamente le era más difícil controlar sus sentimientos hacía su amigo, los que al parecer se volvían cada vez más intensos. Este día en particular, se le estaban acumulando muchos sentimientos debido al improvisado y espontaneo plan de Nejire para que se confesara.

ah, desearía poder saltar de un sexto piso.

de hecho, le gustaba esa idea. Sonrió.

"Iba a ir a comer con Nao luego de clases, ¿quieres venir?."Ofreció sentándose a su lado ofreciendo una caja de jugo.

"Ah, seguro." Desordenó su cabello con cariño haciendo sonreír al contrario.

Mirio recibió la caja de jugo, ambos se encontraron bebiendo en silencio debajo del árbol observándo a todos los demás desde sus lugares incluyendo a Nejire y a la astuta pelirroja.

"Ellas hacen una buena pareja, ¿no crees?." Tamaki miró a sus dos amigas.

"Supongo...".Concordó."Conoces a Nao desde antes de primaria, ¿no?."

"Sí. Ella era genial, solía defenderme de los niños que me molestaban, espero que ella y Nejire se lleven bien." Suspiró y sonrió con nostalgia. "Aunque lo harán, ¿no?, después de todos Nejire es la otra punta del hilo de Nao."

Mirio se tensó. El lo sabía, por la misma reaccion anterior de Nejire, lo había deducido por su cuenta pero eso no era lo que lo incomodaba, escuchar a Tamaki hablar sobre el hilo lo hacía.

lo ponía ansioso.

"Sí...ella, seguro se llevarán bien." Concordó.

El rubio miró fijamente el césped apretando su labio inferior con fuerza entre sus dientes.

"Ahora que lo pienso, ¿aún no encuentras al otro extremo del hilo?."Comentó, curioso."Es extraño, te veías entusiasmado antes de tu cumpleaños, ¿acaso es alguien que no te agrada?."

"No exactamente." Tamaki volteó para mirar a su amigo. Conectaron miradas y el corazón del rubio se aceleró."Al contrarío, creo que me agrada demasiado."

"¡Entonces ya sabes quién es!." Se notó entusiasmado."¿Quién es?, ¿la o lo conozco?."

"Mmm, algo así."

"¿ah?."

Tamaki lo miró sin comprender, entonces Mirio acarició su cabello y se acercó juntando sus frentes tomandolo por sorpresa.

"Tú eres la otra punta de mi hilo, Tamaki."

Toda esa absurda conversación habia hecho pensar a Mirio; Al demonio, le diré ahora.

"¿Que?."

"Lo lamento." Miro sonrió de forma triste y se alejó.

Entonces el pelinegro comprendió de su extraña forma de actuar últimamente.

"¡Por qué no me dijiste, yo..!".

"¿Debí, uh?." Rascó su cabeza."Supongo que era difícil decirtelo ya que eres mi mejor amigo."

Tamaki se quedó perplejo.

La campana sonó.

Y Mirio huyó.

Mirio, maldito idiota. El rubio se jaló del cabello lloriquendo todo el camino hacia su última clase.

al diablo.

se reportaría enfermo y se iría a casa.