Mirio miró perturbado el hilo que rodeaba su dedo, de un rojo vivo y brillante. No lo quería y deseaba con todas sus fuerzas que desapareciera, habían pasado dos días desde que se reportó enfermo desde que cumplió 17 años y el hilo del destino se hizo visible para él, había intentado quitarlo pero a cambio recibió un fuerte puntada en su corazón al momento de intentar arrancarlo de su dedo.
hace algunos meses se encontraba entusiasmado con la idea de saber quién podría estar en la otra punta de su hilo, hasta que al momento de ingresar a su salón de clases su mejor amigo de la infancia fue a saludarlo.
Entonces sintió el suave tirón en su dedo y sus ojos miraron fijamente el lazo rojo que adornaba el dedo de Tamaki.
quería morir.
"Mirio, Tamaki vino a verte." La voz de su padre sonó desde el pasillo.
Tamaki.
Tamaki vino a verte.
MIERDA. Su cuerpo se tensó inmediatamente y la puerta de su habitación fue golpeada suavemente, se quedó quieto en su lugar sin decir nada y la silueta de su amigo se asomó por detrás de la puerta.
"Mirio, estás despierto."Le sonrió acercándose al rubio con una bolsa de papel en sus brazos.
"hm, Tamaki..."Saludó. Por dios quería romper su cabeza contra la pared al no saber como actuar frente al pelinegro.
su mejor amigo.
él que era su mejor amigo.
"Traje bollos de carne, aunque no sé si puedes comer, ya que has estado enfermo..." Cierto, se había reportado enfermo.
"Oh, claro. Sí puedo, ya estoy mejorando..."Le sonrió, no estaba mejorando para nada y que él estuviera allí no le ayudaba en nada.
Su visión se fue inconscientemente hacía la mano de Tamaki donde portaba el lazo del hilo rojo, sintió su corazón dar un brinco cuando sintió un pequeño jalón de este, volvió su vista hacia su amigo, por alguna razón se concentró en apreciar lo atractivo que era. Sus fracciones marcadas, su piel lechosa, sus ojos oscuros, sus labios rosados.
sus labios.
¡Por dios!, ¿que demonios?.
"¿Te sientes mal?, ¿tienes fiebre?." Tamaki Lo miró con preocupación y se acercó para tocar su frente. Se había Sonrojado.
El pulso de Mirio se disparó hacia las nubes, no lo entendía, hace unos dos días no sentía nada cuando su amigo lo tocaba, estaba cerca o lo miraba y ahora, pareciera que podía darle un infarto con solo tenerlo tocando su frente.
"¡Estoy bien!." Alejó la mano de su amigo sin embargo, no la soltó."Estoy bien, lo juro."
Tamaki lo miró con desconfianza y asintió.
"Leí que en algunos casos cuando el hilo se revela algunas personas tienden a enfermarse." Comentó. "No te preocupes, Mirio. Decía que solo son unos días, luego mejorarás y podrás buscar al otro extremo del hilo."Le sonrió.
Mirio lo miró fijamente. Dile, dile, dile.
"Te tomaré la palabra, aunque ya estoy mejor, quizá en dos días más vuelva a clases, no te preocupes por mi." Se obligó a sonreír como si nada.
No le diría, aún. Maldito idiota. Sí, era un idiota. Un idiota enamorado.
de su mejor amigo.
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lovefool | miritama
FanficAl cumplir tus 17 años el hilo rojo del destino se hace visible a tus ojos. ¿Por qué la otra punta del hilo de Mirio estaba atada al dedo de su mejor amigo?. Boku no hero. Historia corta.