¿Qué es lo peor que le puede pasar a un marinero? Encontrarse en una tormenta y no tener a nadie a quién acudir, pensar que su vida podría terminar en ese mismo instante y nadie se daría cuenta. Relámpagos que alumbran el cielo solamente para mostrarte una y otra vez el peligro que se avecina.
¿Qué podemos decir de esos momentos donde los pensamientos se vuelven una misma masa, que azota tu pequeña embarcación con una fuerza descomunal en total oscuridad, donde el cielo y el océano son uno mismo? Todo puede suceder cuando menos lo esperas e inesperadamente tú eres quien tiene un az bajo la manga para ganar el juego.
Quizás la respuesta se encuentre en algo profundo y sencillo como disfrutar sentarse a admirar un atardecer, una vista montañosa o simplemente sentir la satisfacción que genera estar vivo y que tus cabellos se dejen llevar por una brisa ligera. Todos nosotros somos navegantes, que luchan sin cesar día a día, algunos días son similares a otros aunque nuestras olas no son las mismas, el tiempo nunca será el mismo para todos, pero eso no nos impide ser capaces de unirnos a domar al monstruo azulado y sinuoso.
Yo sé que eres capaz de conquistar aquella isla desierta, atravesar los siete mares y encontrar aquel tesoro perdido que tanto anhelas, y cuando hayas convertido aquella isla en tu hogar entonces con seguridad podrás decir: "he dominado mi propia tormenta".
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Páginas sueltas
Short StoryEl título ya abarca bastante sobre lo que aquí vas a encontrar. A simple vista son historias sin relación alguna pero todas comparten ciertos factores en común: provienen de la misma cabeza loca y están a manera de páginas sueltas. Entonces... ya e...
