I wanna be appreciated

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No es tu culpa y dudo que sea mía, no hay nadie en este momento al que se le pueda apuntar y decir "todo lo que ha sucedido hasta este momento cae en tus hombros".

Lo que sí puedo admitir es que soy responsable de pensar en ti constantemente, nadie me ha obligado a hacerlo y aún así he terminado cayendo en un remolino de pensamientos que espero tenga algún final. Mi estómago se revuelve pensando que la soledad será mi única compañera a lo largo de este aparentemente interminable y tortuoso camino que llamamos vida, probablemente la vidad debería ser más hermosa. En una vida hermosa quisiera que tú en específico me quieras, quisiera poder llorar entre tus brazos para luego mirar a tus ojos y sin que alguna palabra salga de tus tiernos labios saber que me dices "estás bien, acá estoy para ti", sin embargo en esta nuestra realidad siempre hay cosas que no están a nuestro poder así como tú no lo estás en el mío no puedo manipular tu sentir. Si bien mis palabras son de tono egoísta y arrogante no me puedo permitir que alguien te lastime, no puedo permitir que yo te lastime porque... te aprecio demasiado.

En esta gentil noche la luna está vestida de un hermoso blanco en el firmamento observando con compasión cada uno de los pensamientos que susurro a la oscuridad del infinito acompañados de suspiros bañados de desesperación, miedo e incluso dolor. Mi único consuelo es el de pensar que en algún recuerdo en algún momento del pasado te dije lo importante que eres para mí, viste mis ojos llorosos, los tuyos también se mojaron y nos abrazamos, un abrazo sincero que ahora añoro. "Recordar es volver a vivir",  eso escuché en algún punto de mi vida, una frase tan corta pero con tanta sabiduría que nunca olvidaré.

En el fondo, después de todo el caos formado en mi interior, no quiero que te preocupes por mí, mucho menos quiero que cambies por mí ya que después de todo no es tu culpa, probablemente tampoco sea mía el hecho de que estemos tan lejos y cerca al mismo tiempo deseándonos felicidad en medio de la adversidad.

Páginas sueltasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora