No pude dormir anoche, estaba demasiado felíz.
Cada vez que cerraba los ojos aparecían recuerdos de la cita y me revolcaba en la cama de la euforia.
- ¡Baja a desayunar! - La hermosa voz de Adam me estalla en los oídos.
- ¡Voy!
Bajo las escaleras de dos en dos y cojo la fruta con cereal y yogurt de la mesa, finalizando por sentarme en el sillón frente a la TV con Adam en la alfombra. Le voy a regalar una silla de cumpleaños.Estuve ahorrando un poco todos estos días y tengo lo suficiente para ir con Jack por dos semanas más o menos, espero no gastar nada en estupideces. Me levanté del sofá y llevé el plato y cuchara a la cocina para después subir las escaleras y ponerme linda.
Saco el dinero de la caja y tomo lo necesario para después esconderlo otra vez, no me voy a arriesgar a que mi hermano me pida prestado ni un dólar. Termino de vestirme y meto los billetes en el bolsillo trasero de mis jeans junto con mi celular y pongo mis audífonos en el delantero.
- ¿Vas con tu enamorado? No vuelvas muy tarde, sabes que a las 9 ya tienes que estar aquí.- Si si, Vale. Adiós - Le doy un beso en mejilla a Adam y salgo de la casa sin darle tiempo de decir algo.
Ya me sé el camino de memoria y me encuentro frente a la puerta en dos parpadeos. Entro a la tienda tratando de hacer el menor ruido posible y visualizo a un Jack de espaldas frente a la mesa, la tienda está casi vacía. Sólo hay un grupo de chicas cotilleando al lado de la ventana mientras miran al lindo chico.
Me acerco a él y casi automáticamente enrollo mis brazos en su cintura y apoyo mi cabeza en su fuerte espalda. Él me agarra de las manos y se da la vuelta para abrazarme también, se separa un poco del abrazo y yo le doy un beso en la mejilla. Gesto que él devuelve con la única diferencia de que, una vez sus labios se separaron de mis mofletes, se dirigió a mis labios para darme pequeños picos que acepté gustosa.Se alejó de mí y entrelazó nuestros dedos para llevarme hasta el lugar dónde siempre me siento y yo me sitúo ahí, mientras él se dirige a la cocina.
Doy una rápida mirada al lugar y me doy cuenta de que las chicas de antes me estaban lanzando miradas antipáticas. No le doy importancia y saco mi teléfono para revisar mis redes y cuando aparto la mirada veo a >>mi chico<< salir de la cocina con una bandeja con postres y los deja en la mesa de las "señoritas", pero me doy cuenta de que no los deja todos y se dirige hacia mí para dejar el restante ante mis ojos.
Es el mismo postre de anoche.
Los colores suben a mis mejillas cuando los recuerdos se reproducen en mi mente como una película, y Jack se ríe levemente. Deja la bandeja a un lado y se sienta a mi derecha para verme comer.
- ... ¿Quieres un poco? - Mi pregunta lo hace sonreír y el sólo abre la boca. Cuchareo el pastel y le doy de comer un poco, él mastica con una sonrisa y yo le devuelvo el gesto sonrojada hasta las orejas.Terminamos el postre entre los dos y él lleva el plato a la cocina pero tarda mucho y me levanto de mi silla para ir a buscarle.
Cuando voy entrando siento que jalan mi brazo y apenas puedo parpadear cuando me encuentro en un cuarto a oscuras en los brazos de Jack.Sé que es él, reconozco su aroma.
Prende una pequeña lámpara de noche que estaba por ahí y eso me ayuda a distinguir más su rostro y la posición en la que estamos. Yo estoy pegada a la pared y él me tiene inmovilizada con su cuerpo, siento su corazón latir y cómo su cuerpo se mueve con su respiración. Acaricia mi rostro con sus manos y me besa lentamente pero con un toque sensual.
Apoyo mi peso en la pared y entrelazo mis dedos en su cabello mientras el afianza su agarre en mi cintura. Se separa un poco y pega nuestras frentes con la respiración pesada y los ojos cerrados.
- Sé mi novia, por favor - Su pregunta me toma un poco por sorpresa, pero no pienso negárselo.
- ... Claro.Vuelve a posar sus labios en los míos de una manera más superficial, pero la intensidad del beso va aumentando gradualmente y, cuando nos separamos para respirar, mi novio me levanta en la pared y yo me sostengo enrollando mis piernas en sus caderas, pero eso sólo hace que nuestros cuerpos se peguen más de lo que ya estaban.
Me besa nuevamente y él intenta encontrar la forma de acortar más la distancia que nos separa, moviéndose suavemente contra mí y robándome un suspiro de satisfacción que queda atrapado en sus belfos. Se aparta con la respiración agitada y me baja de la pared, abre la puerta y me toma de la mano hasta el baño de empleados.
Una vez dentro, se lava el rostro sonrojado y se seca con una toalla. Me invita a acercarme y me coloca frente a él.
Toma mi cabello suelto con sus manos y la hace en una coleta.
- L-lávate el rostro tú también.
Obedezco a su petición y me empapo el rostro con su mano derecha aún en mi cabello castaño, pero él es quién se encarga de apartar las gotas de agua que me impiden ver con la misma toalla con la que él mismo se secó.Suelta mis hebras y me toma de la mano para guiarnos afuera nuevamente y sentarnos en un sofá azul pastel que se encuentra al lado del vitral que da a la calle. Pasa su brazo por mis hombros y yo reposo mi cabeza en el suyo.
- Un momento, ¿No tienes que trabajar?
- Estoy en mi descanso, quedémonos así un rato más, ¿Sí?
- Vale.
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❝Chocoholism❞
Roman d'amour𝒟ó𝓃𝒹𝑒 𝑒𝓁𝓁𝒶 𝓈𝒾𝑒𝓂𝓅𝓇𝑒 𝓋𝒾𝓈𝒾𝓉𝒶 𝓊𝓃𝒶 𝒹𝓊𝓁𝒸𝑒𝓇í𝒶 𝒹𝑜𝓃𝒹𝑒 𝓋𝑒𝓃𝒹𝑒𝓃 𝒹𝒾𝓈𝓉𝒾𝓃𝓉𝑜𝓈 𝓉𝒾𝓅𝑜𝓈 𝒹𝑒 𝒸𝒽𝑜𝒸𝑜𝓁𝒶𝓉𝑒𝓈 𝒰𝓃𝑜, 𝓅𝒶𝓇𝒶 𝒸𝑜𝓂𝑒𝓇 𝓁𝑜𝓈 𝒸𝒽𝑜𝒸𝑜𝓁𝒶𝓉𝑒𝓈 𝓆𝓊𝑒 𝓁𝑒 𝑒𝓃𝒸𝒶𝓃𝓉𝒶𝒷𝒶𝓃. 𝒴 𝒹𝑜𝓈...