❝Chocoholism❞

Capítulo 11

Son las 3:00pm, las clases se acabaron hace dos horas y Adam aún no me ha venido a buscar.

Está muerto.

El imbécil no respondió su teléfono cuando lo llamé y la verdad es que ya no tengo batería, no tengo dónde poner a cargar mi celular y estoy al borde de la desesperación. Ese imbécil se las va a ver conmigo.

Salgo de mis pensamientos de matanza cuando veo a Adam llegar en el auto, sale del asiento del piloto y me busca con la mirada. Yo ya estoy caminando hacia él. Lo voy a matar.

Ve mis intenciones pero no se mueve. Sin embargo, estoy segurísima de que se arrepintió de no haber escapado cuando pudo. En estos momentos me encuentro jalando su cabello con la mano derecha y con la izquierda estoy pellizcando su cuello con mis uñas. Lo oigo quejarse, pero no voy a parar; quién lo manda a venirme a buscar dos horas tarde.

Me detengo cuando me suena el estómago. No he almorzado y muero de hambre, así que lo suelto definitivamente y me subo al asiento del copiloto, me pongo mis audífonos y no hablo en el camino de regreso a casa. Pero estallo en risas cuando veo que Adam se cae de cara frente a la puerta apenas llegamos y mientras yo voy saliendo del auto con mis cosas.

Almuerzo rápidamente y me paso el resto del día encerrada en mi habitación, hoy me siento muy cansada y sin ganas de salir. Mañana le explicaré a mi novio que no he podido ir.

Jack.

Me levanto alrededor de las 8:00am. No tardo en arreglarme y desayunar, agarro mis cosas y las pongo en la canastilla de la bicicleta para ir rumbo a mi empleo. Hoy pediré el día libre, voy a pasarlo con Stephany. Llevamos ya dos meses de conocernos y algunos días de noviazgo, pero creo que ya tengo sentimientos fuertes por ella. Suena rápido, pero es así.

Llego y veo a mi amigo Luke a través de cristal, toco dos veces con el puño y él me abre.

- Hola Jackson, ¿Por qué tan feliz? No me digas que te compraste una nueva saga de libros.

- Sabes que no me gusta que me llamen Jackson, y no, no he comprado nada nuevo - Chocamos el puño apenas me acerco a él - Por cierto, necesito que me hagas un favor.

- Lo que sea por el empleado del año. Dime, JK. ¿Qué necesitas?¿Un consejo sobre chicas?.

- Ya quisieras tú qué te lo pidiera, idiota. Sólo quiero que me des el día, tengo algo qué hacer.

- Uy, cuenta, cuenta. ¿Ya te embobó alguna nena?

Mi única respuesta a ello fue sonrojarme.

- Jaja, vale. Comprendo. Tómate el día, hoy tenía ganas de trabajar presencialmente de todas formas.

- Eres el mejor, Luke.

- Lo sé, nene, lo sé.

Ruedo los ojos y me río sonoramente, este chico no tiene remedio.

Llego a las 9 a la casa de mi novia y toco la puerta, me abre su hermano.

- Hasta qué llegas, ya tengo qué irme - Lo veo tomar su abrigo - Creo que ya sabes las reglas, no? Te las repaso de todas formas - Agarra su mochila - No desastres - Toma sus llaves - No prendas innombrables regadas por ahí - Se dirige hacia la puerta - Hay condones en el segundo cajón - Se pone su gorra negra - Y lo más importante, NI SE LES OCURRA ENTRAR A MI CUARTO - Se fue, ha cerrado la puerta.

La ha vuelto a abrir.

- Ah, en la isla de la cocina hay copias de la llave  de la casa - Creo que ahora sí se ha ido, escuché el motor.