Capítulo 12

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El movimiento de la eriza fue tan rápido que apenas y pudo esquivar el ataque que está le lanzó. Su agilidad y su velocidad eran muy buenas.

Lo único que le perjudicaba en ese momento era la falta de concentración que le causaba saber que aquella eriza que conoció en el comedor era solo una fachada para ocultar su verdadera personalidad.

De seguro el resto lo sabía y solo se estaban burlando de él. Que tonto había sido. Se dejó hechizar por los encantos de una ilusión, una ilusión de unos hermosos ojos jade.

Estaba tan sumido en sus pensamientos que no pudo esquivar una patada de su contraria la cual logró impactar en su pecho mandándolo al otro extremo del pasillo.

-¿Qué pasa? -se acercó a él intimidante mientras como por arte de magia hacia aparecer un enorme martillo el cual a ambos extremos de la cabeza tenía unos grandes picos-. ¿Acaso es todo lo que tienes?

¿Todo lo que tenía?. No. Eso no era todo lo que tenía, pero no encontraba la forma de herirla, simplemente aún no podía, por más que le hubiera mentido, no hallaba la forma de hacerlo.

-Podría matarte aquí mismo -se puso en pie-. Pero eso implicaría manchar la única ropa que tengo en este lugar.

-Que patético. Pero no importa ¿Sabes? A mí no me importa en lo absoluto manchar mi ropa de sangre, al contrario -en su rostro apareció una expresión psicópata-. Me encanta el color de la sangre, el como cubre todo el cuerpo de la víctima conforme sigas atacando una y otra vez hasta que se desangre.

-Estas demente ¿Sabias eso?

-Oh gracias por notarlo -se acercó a él y lanzó el siguiente ataque.

-Solo quiero saber una cosa -esquivó con algo de dificultad el ataque-. ¿Por qué lo haces? ¿Qué es lo que ganas con todo esto?

-Diversión -dijo al lanzar un nuevo ataque logrando atinar a una costilla del erizo azul-. ¡No he tenido una diversión así durante nueve años!.

-¡Agh! -posicionó su mano en la herida mientras la veía acercarse-. Esa no era la respuesta que esperaba. Pero si sólo lo haces por diversión, mi remordimiento será menor.

Dicho lo último con un rápido movimiento de piernas logro lanzar una patada a su pecho que ella apenas pudo cubrir, logrando lanzarla lo suficientemente lejos para él ponerse en pie.

-Tal parece que eres bueno -trató de ponerse en pie fallando en el primer intento.

-Y mucho más resistente que tú. -se acercó a la eriza con expresión intimidante-. Es una pena, enserio lograste llamar mi atención el primer día que nos conocimos.

Ella lo miró con un mohín de desagrado, y cuando estaba apunto de contestarle una voz más se escuchó en el lugar.

-No des un paso más recluso 18, o nos veremos obligados a tomar otras medidas.

El erizo cobalto vio como este llevaba un arma de un tamaño considerable, pero al poco tiempo de analizarla vio que esta funcionaba con dardos tranquilizantes. Pero también logró percatarse de algo más.

-¿Zero? ¿Tú también tienes una doble identidad?. ¡Ahora solo falta que Vector tenga una vida doble! -su frustración era tanta que dejó a un lado a la supervisora del ala 11 y se dirigió al lobo con el arma.

-No te metas en esto Zek -se escuchó la voz de la eriza que aún estaba en el suelo-. ¡El trabajo es mío!

-En esas condiciones creo que no podrás hacer mucho. Ahora, deja que yo sea la que se encargue de este asunto. -dijo la felina observándola con desprecio.

Antes de que pudiera responder la felina volvió a hablar.

-Recluso 18, si decides entregar ahora tu castigo no será tan severo -se acercó a él con las esposas con las que había llegado por primera vez a la prisión.

-Ni loco.

Su ataque fue dirigido para la felina que no dejaba de acercarse, pero al tratar de dar el primer golpe, sintió que la piel de su brazo quemaba. Cuando observó con atención lo que causaba el ardor se quedó asombrado al ver que de las palmas de ambas manos de la felina emergían llamas, más la impresión duró poco pues volvió a lazar un golpe tras otro haciendo que ella apenas pueda protegerse.

-Dos obstáculos -dijo para después de acertar uno de los golpes en su contraria golpear al lobo que se estaba preparando para atacar-. ¿Así que Zek? -volvió a propinar otro golpe a ambos supervisores- ¿Y cómo se supone que debo llamarte a ti bola de pelos?

El pequeño enfrentamiento no duró mucho, puesto que la agilidad y fuerza del erizo cobalto aumento considerablemente, haciendo casi imposible hacerle daño alguno.

-No son rivales para mí -con un último golpe logro noquear a Zek mientras que Blazer únicamente quedó aturdida-. Ahora, con tu permiso supervisora tengo una cosa muy importante que buscar en este lugar.

-¡Aún no hemos terminado! -lanzó nuevamente el martillo que él pudo esquivar fácilmente-. ¡Ya te tengo!

Y así era. Al momento de esquivar el enorme martillo la eriza lo tomo por sorpresa al abrazarlo fuertemente de la cintura sintiendo un pinchazo en la zona alta de una de sus costillas.

-¡Qué demonios! -trató de quitársela de encima sin éxito alguno. Empezó a sentir su cuerpo y párpados pesados pero logró preguntar-. ¿Por qué lo haces Rose?

Escucho como chasqueaba la lengua para seguido ser arrojado fuertemente contra la pared del pasillo.

-¡Deja de llamarme así maldita sea! -tomó nuevamente su martillo-. ¡Ya estoy arta de que me confundas con ella. Para tu información ¡Soy mucho mejor que ella!

-¿He? ¿De que... hablas? -sea lo que sea que le haya inyectado, estaba haciendo efecto.

-Yo no soy Amelia Rose idiota. Mi nombre -hizo una pequeña reverencia- es Rosy The Rascal. Y déjame decirte que no es un honor conocerte.

-¿R-Rosy...?

-¡Exacto! Ahora, que tengas duuuulces sueños.

Lo último que recuerda de aquella eriza es haber sido golpeado a la altura de la cabeza para luego el panorama pintarse únicamente de negro.

[...]

Con algo de pesadez logró abrir los ojos. Se encontraba en una húmeda celda apenas iluminada. Lo que más llamó su atención era estar encadenado de una manera muy excesiva, cuál bestia salvaje estaría. Pero ¿Podía culparlos?. No. Después de todo el se sentía realmente de esa manera.

-¡Veo que la bella durmiente por fin despertó!

Su voz ya empezaba a colmar su paciencia.

-¿Dónde estoy? ¿Qué es este lugar?

-Estás en una celda diseñada únicamente para confinamiento solitario hasta que se decida tú castigo. Cool ¿No crees?

Y ahí estaba de nuevo esa expresión que solo una enferma mental tendría. A comparación con ella, él no estaba tan desequilibrado.

-¿En que piensas azulito? -empezó a caminar de un lado a otro observándolo de arriba a bajo para luego formar una sonrisa y preguntar-. O más bien, la verdadera pregunta aquí sería ¿En quién estas pensando?. No me digas que en mi copia barata. Déjame decirte que en ese caso no tienes buenos gustos.

-Créeme quién se fije en ella será muy afortunado. Pero ¿Sabes algo?. Casi siento pena del pobre idiota que se fije en ti. Te apuesto lo que quieras a que terminaría suicidándose que quedándose a tu lado.

-¡Eres un hijo de...!

-Supervisora 11, la Señora la espera en su oficina para tratar la sentencia del recluso.

-Hmn como quieras - siguió al guardia encargado del lugar-. ¡Adiós bella durmiente volveré pronto!

-¡Adiós pequeña psicópata! ¡No te molestes en hacerlo!


Continuará....

Prisión Sonamy  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora