¦Cuarto Capítulo.

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Todo fué tan rápido, incluso las caderas de san la noche anterior. Aquella mañana, Wooyoung intentaba despertar bien, pero su cabeza daba vueltas, sentía la garganta seca. ¿Por qué había bebido tanto? Un momento, si lo recordaba.

                                🍑

La cama se sentía un tanto vacía al ser espaciosa, por lo que Wooyoung se sintió confuso, rápidamente se sentó en la cama para identificar cada espacio de la habitación para pronto morder su belfo inferior. ¿Por qué había tanta ropa desparramada por el piso?

—Pequeño... ¿Estas despierto? ¡Buenos días!

Aquella voz entraba por la habitación, San abría la puerta suavemente con una toalla rodeando su cintura, tan radiante como la luz del sol que entraba por la ventana. ¿Por qué ahora se veía tan jodidamente sensual? De un momento a otro comenzaron a llegar los flashbacks de la noche anterior.
Dentro de Woo había despertado aquella atracción sexual por San, sin embargo no pudo evitar sonrojarse de lo avergonzado que estaba, cubriéndose con las sábanas hasta la cabeza.

—Soy invisible.

—Harás que muera de ternura, vamos a desayunar.

Era la palabra mágica, su estómago comenzó a sonar cuando mencionó desayunar, por lo que el menor se asomó en la sabana.

—¿Puedo tomar una ducha primero?

—Claro que puedes, te dejaré ropa limpia una vez que termines, tu ropa huele a mucho alcohol así que hay que lavarla.

—Mhg... Esta bien.

Woo se levantó de la cama para así desplazarse hacia el baño, su corazón estaba muy acelerado, casi no podía ver al rostro de San. ¿Daddy? ¿De donde salió eso? Quizás de el video porno que había visto y al parecer a San le había gustado demasiado.

Una vez que terminó de bañarse, intento secarse completamente antes de rodear con la toalla su cadera, sintiendo que la puerta se abría.

— Pequeño Woo, aquí tienes, aunque preferiría que anduvieras sin ropa por mi casa, hahaha.

—¡Señor San!

Contesto molesto quitandole la ropa de las manos, aun así no pudo contener su sonrisa por aquel comentario.

—¿No entendiste lo que dije anoche? Ven, acércate, pequeño.—Aquel tono era tan demandante y su expresión era seria, hasta mi se me erizó la piel.

—¿Que sucede?

Las cálidas manos del más alto se posaron en las mejillas de Woo, acercándose hacia su rostro para dejar un sonoro y fugaz beso sobre sus labios antes de alejarse e ir a la cocina. El menor un poco estático cerró la puerta del baño para comenzar a vestirse, por su mente no dejaba de pasar las expresiones de San, tan extrañas y lindas.

—Ya estoy listo.~

Aquella camisa le quedaba a la perfección junto con esos pantalones ajustados y unos calcetines blancos.

—¡Ven a comer! Tengo hambre, pequeño. ~

San se desesperaba al no comer a tiempo, por lo que se le podía ver apoyando su cabeza en la mesa.

Ya estaban ambos sentados, casi lado a lado, el castaño aun se sentía avergonzado, pero el hambre era mayor, así que se dispuso a comer.

—Quiero beber café con leche... —Comentó San, sirviéndose solo.

—Yo también, daddy... ¿Me das leche?

San sintió un escalofrío por su cuerpo y quedó pensativo, quizás que pasó por su mente, pero era claro que nada inocente. ¿Por qué, como se podría saber? Entre sus piernas se lograba ver un bulto que sobre salía y Woo podía notarlo.

Fuck Me, Daddy ¦ WOOSANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora