¦Quinto Capítulo.

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Era muy claro que Wooyoung diría que sí, deseaba ver a Shiber nuevamente con todas sus ansias, aunque después de aquel beso elevara la temperatura de ambos, los había dejado deseosos.

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Mientras el modelo conducía, Wooyoung deslizó suavemente su mano hacia la pierna del más alto, acariciándole mientras subía con sutileza tan solo con la idea de provocarle. De la manera en que lo tocaba, claramente hacían que el cuerpo de San reaccionara, sin embargo no podía distraerse al conducir, por lo que su trayecto se hizo más corto y acelerado, en cosa de minutos llegaron a la casa del más alto.

Antes de bajar del automóvil, San se quitó el cinturón de seguridad, aproximándose peligrosamente hacia el más bajo, sus labios estaban a un par de centímetros. Justamente en ese momento el celular del modelo comenzó a sonar, interrumpiendo aquel lapso de segundos en el que Wooyoung sentía que se le saldría el corazón.

-Hoy no seré gentil contigo, pequeño...

Advirtió el mayor abriendo la puerta para bajar del auto, pronto Woo hizo lo mismo, sintiendo su pulso exageradamente acelerado. ¿A caso la noche anterior había sido gentil? El trasero de Wooyoung sentía miedo.

¿Si, diga? -Atendió la llamada soltando un suspiro mientras abría la puerta de su casa.

El castaño ignoró totalmente la llamada en cuanto vio a Shiber, aquel precioso canino que reconoció al humano en un segundo y de inmediato estaba inquieto.

- ¡Shiiiibeeer! -Exclamó con alegría, dirigiéndose a acariciarle las orejas. Se veía tan puro, a los ojos del más alto.

Mientras que San discutía con su manager por teléfono, acordando que día sería su próxima sesión de fotos. Luego de aquello, el más alto fue hacia su habitación para ordenar algunas cosas.

-¿Donde estará? - Murmuró Woo antes de ver a su mayor bajando las escaleras.

- Aquí estoy, pequeño. ¿Quieres ver alguna película conmigo?

-¿Al cine o aquí?

-Aquí, pero si quieres ir al ci...

- Si es aquí, acepto con gusto, daddy...

Wooyoung rió de manera traviesa antes de ir rápidamente hacia la puerta de la habitación de San, por supuesto el contrario le había seguido el paso, deteniendo al chico al tomarle la muñeca.

-¿Escuchaste bien lo que te dije antes de bajar del auto, verdad?

Wooyoung casi no podía hablar cuando San estaba tan cerca de su rostro y porque sentía que su cuerpo temblaría en cuanto soltara una palabra, por lo que solo asintió acortando distancia entre ambos labios para comenzar a besarse lentamente y con deseo. San abrió suavemente la puerta detrás de Wooyoung mientras le guiaba por donde quedaba la cama.

Sus labios se separaron por unos segundos, por lo que los ojos del menor se abrieron, divisando unos "juguetes" sobre la cama de su mayor, sonrojándose en cosa de instantes.

-¿L-los vas a usar en mi, daddy?

-Correcto, cariño, hoy serás mío y solo mío. ¿Entiendes?

El chico de cabellos castaños se mordió el belfo inferior, sintiendo como la emoción se apoderaba de su cuerpo, además del calor. Después el pelinegro comenzó a quitar sus prendas superiores, procediendo con las ajenas, se podía ver su torso tan sexy y delgado.

-Debes seguir cada una de mis palabras, pequeño.

-Si, Choi daddy.

Al mayor le fascinaba que este fuera tan obediente. Luego de haber organizado sus pensamientos se dispuso a dar su primera orden.

Fuck Me, Daddy ¦ WOOSANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora