¦Tercer Capítulo.

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Ambos ya estaban dentro de la casa, se podía sentir un poco vacía por lo grande que era. ¿Realmente San vivía tan solitario?
Wooyoung estaba admirando cada espacio del lugar, notando la presencia de un perro, su pelaje era rubio y blanco, era un poco bajito; adorable. ¿No? Más adorable era ver como San acariciaba aquel cachorro con tanto amor.

                            🍌

—¡Shibeeeer! No pude verte mucho el día de hoy, luces saludable. ¿La ama de llaves te trató bien? —Acariciaba las orejas del Shiba inu mientras que este movía su cola sin parar.

—¡Que adorable! —Woo no pudo contenerse por mucho, acercándose de inmediato al canino.

—Oh, es un poco mañoso al principio, ten cuida...

San no podía dejar de observar como Shiber comenzaba a saltar hacia Woo para lamerle el rostro.

—¡Ah! No me lamas. ¿Que decía, señor Choi San?

—Estoy impresionado, iré a buscar algo para beber y unos bocadillos. ¿Bebes alcohol?

—No tan seguido, pero si lo hago...

San era muy atento, además ni se demoró en traer lo que dijo y lo acomodó en la pequeña mesa de centro.

—Espera. ¿Como me llamaste, pequeño?

—Señor Choi San... ¿Por qué? ¿Como debería llamarle?

—Tranquilo, no hay necesidad de que me hables tan formal. ¡Bebamos!

Ambos se acomodaron en el sillón para comenzar a beber juntos mientras hablaban sin parar. San puso música de fondo, muy baja para poder oir atentamente a su contrario y venía realmente bien a ese momento. Pasaban las horas y la mitad de la mesita estaba llena de latas de cerveza, botellas de soju y alcohol caro. Al fin, después de que bebió demasiado, Wooyoung mostraba su verdadero ser, pero aun consciente de lo que hacía y decía.

—¿Sabes? Es triste, vivo solo, al igual que tú, pero con la diferencia de que tienes a Shiber y que a mi casi no me alcanza para comprar mucha comida...

—¿Es verdad, pequeño?

—Si... Mi madre se fué a vivir a otro país con su nuevo novio y me abandono a muy corta edad, desde entonces me mantengo solo.

El mayor no quitaba su mirada de encima del más bajo, comprendía aquello y no podía dejarlo pasar como si nada, pero Wooyoung continuó hablando.

—Y ahora resulta que debo conseguirte un nuevo celular. ¿Como? Solo tú sabes.

—Eres aun más adorable luego de que bebes. ¿Sabes? Puedes contar conmigo para lo que sea, solo dímelo y te ayudaré.

Las palabras de Choi San habían llegado directamente al corazón del menor, provocando que este se emocionara y lo demostrara con unos ojos llorosos que le miraban fijamente.

—¿Por qué eres tan lindo conmigo?—La voz de Woo se notaba más suave, como si de pronto quisiera llorar a mares.

—Oh dios mío, no llores, por favor.

El mayor rápidamente dejó su copa con soju en la mesa para posar con suavidad sus manos sobre las mejillas ajenas, intentando calmarlo y limpiar una lágrima que se había escapado de los bellos ojos de Wooyoung.

—Siendo sincero, eres lindo en todos los aspectos... Eso me gusta de ti...

Murmuró Woo sin dejar de mirar los labios ajenos, tentandose a si mismo, sus propias mejillas estaban demostrando un color carmesí mientras confiaba en sus instintos.
Lentamente se acercó a los labios ajenos, levantando su mirada un par de segundos para comprobar la expresión facial de San antes de besarle.

Fuck Me, Daddy ¦ WOOSANDonde viven las historias. Descúbrelo ahora