7: Recuerdos

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- Todo comenzó hace meses atrás. Pregunta lo que quieras, lo responderé. - le dije a Mike.
—¿Quién es ese hombre?
- Su nombre es Kered y es mi padre.

Su cara de sorpresa era notable.
— ¿Porque lo buscan?
- El ... asesinó a un oficial de policía.
— Que intenso ¿por que lo asesinó?.

~ meses atrás - recuerdo ~

—¡Arriba dormilona!- la voz Syler hace que me despierte.
- ¿Porque rayos me despiertas tan temprano?
—¿Temprano? son las 10:30 de la mañana Seilan.
- ¿Qué dices? - pregunté mirando el reloj -creí que era más temprano.
—Ya ves que no, así que vamos levántate, recuerda que quedamos en ir al centro comercial.
- Está bien, dame unos minutos para bañarme y arreglarme.
— No tardes bella, cuando termines me avisas - dijo para luego cerrar la puerta de mi habitación.

Mi querido hermano mayor Syler, siempre tan alegre e insistente. Me di una ducha, me vestí, salí y fui a su habitación que quedaba justo antes de las escaleras.

- Syler, ya estoy lista vámonos- grité desde la puerta.
—Ya voy - gritó desde su habitación.

Lo esperé y bajamos las escaleras.

—¿A donde van? - preguntó papá sonriente.
- Iremos a comer algo y al centro comercial- exclamó Syler con su típica sonrisa.
—Bueno, eso está muy bien. Vayan y diviértanse, pero tengan cuidado y no me dejen en bancarrota ¡por favor! - sonrió.
- ¡Claro que no papá! - nos despedimos.

Tras salir de la casa, pasamos a recoger a Jason y Amanda. Mi hermano me mandó a sentar en el asiento trasero con Jay, ya que el asiento delantero era especialmente para la novia, o sea Amanda. El hecho de que mi hermano y mi mejor amiga fueran novios era incómodo a veces, pero no me molestaba del todo.

Pasamos horas en el centro comercial, fuimos a comer, luego al cine, pasamos un día agradable. Hasta qué cayó la noche.

Dejamos a Jason y Amanda en sus respectivas casas. Mientras regresábamos nuestra casa, Syler se percató que un auto nos seguía.

- ¿Quién puede ser? - pregunté.
— No estoy seguro.
-Quizás nos quieran robar el auto- dije nerviosa.
—No lo sé, no creo que sea eso.
-Y si no es eso ¿que es? ¿porque alguien nos perseguiría a nosotros?

Guardó silencio.

- Syler, si pasa algo dímelo y ni pienses en mentir.
—Está bien, te lo diré.

~ Presente ~

- Mi hermano me contó en ese entonces, que había estado trabajando hacía un tiempo en negocios ilícitos, con un hombre llamado Martin Evans. Lo cuestioné al respecto y dijo que sólo lo hizo porque ya le cansaba depender del dinero de papá y que cuando se arrepintió de meterse en esos negocios, ya era muy tarde. Martín Evans y su hermano, Arturo Evans, lo amenazaron, le dijeron que si intentaba salir del negocio matarían a toda su familia, o sea a mi familia y a mi. Porque Syler tenía mucha información sobre ellos, información que los podía hacer caer y ellos no podían dejarlo ir así.

—¿Que pasó luego? ¿logró salir del negocio? - preguntó Mike, la curiosidad invadía sus ojos.

- Syler le había contado a mi padre lo que sucedía. Mi padre habló con mi abuelo Damián, quien entonces estaba en negocios turbios y era un mafioso conocido. El se comunicó con los Evans y les advirtió que dejaran a Syler en paz o que él tendría que interferir y las cosas se pondrían feas. A pesar de eso, ellos siguieron buscando a mi hermano, mi padre temía por él y en desesperación, recurrió a la policía por ayuda.

Cuando fue a la policía, ellos le dijeron que no podían ayudarlo si no tenía pruebas contundentes que demostraran que lo que él estaba diciendo era verdad. Que su palabra y la de Sy no eran evidencia suficiente. Mi padre pidió protección para mi hermano y ellos se la negaron.

—¡Que malditos! - dijo Mike.

- Un día- las lágrimas comenzaron a aparecer- ...un día mi padre buscó a los Evans personalmente e intentó razonar con ellos, pero esa acción fue la gota que derramó el vaso, ya que solo los hizo enojar más. Ese día en la tarde, Syler había quedado en recoger a Amanda, ellos irían al cine. Un rato después que el salió de la casa, recibí un llamada de ella...todavía recuerdo lo devastada que se escuchaba, mientras me decía que el auto de mi hermano había explotado cerca de su casa.

Sentía una fuerte presión en el pecho.

- Cuando ella me dijo eso - sequé mis lágrimas y continué hablando - yo no lo podía creer, el solo pensar que la persona con la que compartía cada día de mi vida, que mi hermano el que siempre me apoyaba y me cuidaba ya no estaría más conmigo, me causó un inmenso sufrimiento. Al llegar al lugar junto con mis padres, el auto aún estaba en llamas. Habían partes del auto por toda la calle. Mi madre gritaba y mi padre lloraba mientras intentaba consolarla. Yo solo me quedé ahí mirando... para entonces aún no podía asimilar lo que había ocurrido.

—Wow, enserio lo siento mucho, no me imagino lo doloroso que fue eso para ti.- expresó Mike con la mirada baja.
- Después de eso nada volvió a ser igual. Mi padre había bebido mucho y fue a buscar al oficial de policía que le había negado la protección a Syler. Cuando lo encontró, comenzó a pelear con él y le reclamó por la muerte de mi hermano, le decía que si le hubiera brindado protección a Ty quizás todo fuera diferente. En un forcejeo mi padre le quitó el arma al oficial y le disparó, cuando se dió cuenta de lo que había hecho se fue corriendo del lugar... y desde entonces está siendo buscado.

—Si que debe haber afectado demasiado a tu padre para que hiciera algo así. - mencionó Mike.
- ¿Y como no le afectaría? Era su hijo.
—Lo entiendo, disculpa si fui imprudente. Es que me sorprendió todo eso, no creí que fuera tan grave- se disculpó.
- Por favor, nadie debe saber qué viste a mi padre por aquí- dije en tono de súplica- si va a prisión sé que enloquecerá y ademas no quiero verlo tras las rejas. Sé que nada justifica que le haya quitado la vida a ese oficial, pero mi padre no es una mala persona, solo estaba cegado por el dolor y la pérdida.

— ¿Que acaso vivir escondido no es como vivir en una cárcel? - preguntó.
- Quizás, pero él decidió que quiere estar fuera. Y yo haré todo lo que esté en mis manos para ayudarlo.
— ¿Aún cuando eso te convierta en cómplice?
- Aún así, sin importar qué.
— ¿Estás segura de lo qué haces?- preguntó serio.
- Lo estoy - dije muy segura de mis palabras.
—Está bien. Si es así, entonces prometo que no le diré a nadie. Simplemente haré como que nunca lo ví.
- ¿Así de simple? ¿cómo estar segura de que no mientes?
—No hay manera de estarlo. Pero solo te queda confiar en mi.

Genial. Ahora tendría que dejar el destino de mi padre en las manos de un chico desconocido. ¿Que otra opción tenía?

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⏰ Última actualización: Apr 09, 2020 ⏰

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