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Mateo.

—¡¿Cómo no voy a hacer nada si ese gato se estaba comiendo a mí novia?!— Dije alterado— Lo veo y le emboco una piña.

Caminé hacia el sillón y me tiré. Me pase las manos por toda mí cara. Me la imaginé de tantas formas menos de esta, ¿como pudo meterme los cuernos encima cuando también estaba yo en el lugar?.

Hoy le había dicho te amo, me abrí a ella, y ella que hace va y se come a cualquiera que se cruce por una discusión que tuvimos.

—Eu wachos me voy—Dije llegando a dónde estaban los chicos.

—¿Por? ¿Que paso?— Pregunto Valen.

—Nada, no me siento muy bien— Mentí.

—Uy bueno, avisanos cuando llegas— Dijo Dani

Salude a todos con un choque de puños y salí rumbo a mí casa.

Lola.

—¿Que haces flaco?— Dije después de empujarlo.

—Nada, ¿que voy a hacer? Te comí la boca—Dijo burlón.

—Salí de aca— Dije caminando hacia el VIP

Me agarró de la cintura—No te vayas, ¿que paso?.

—Nada flaco, tengo novio— Dije intentando hacer que me suelte— Soltame.

—Vos fuiste la que se regalo—Dijo el pibe soltandome.

—Andate a cagar— Fue lo último que dije.

El lugar estaba lleno de gente, era imposible llegar hasta el VIP. Así que como pude logrando algunas puteadas de algunas minas llegue.

Busque a Mateo con la mirada, pero no estaba. Me acerque a los chicos.

—¿Que onda? Volviste— Hablo mí amiga.

—¿Donde está Mateo?— Pregunté ignorando lo que había dicho Laila.

—Nada dijo que se iba porque no se sentía bien, pero pensamos que se había ido con vos— Hablo Vanesa.

—La puta madre—Dije mordiéndome el labio.

—¿Que paso amiga?— Pregunto Dani.

—Antes de venir tuvimos una discusión y nada un pibe me comió la boca —Me cruce de brazos.

—Y seguro que este lo vio— Hablo Facundo, asintí con la cabeza.

—No creo, conociéndolo le hubiera ido a pegar— Dijo Valentín.

—¿Y entonces porque se fue?— Hablé esta vez yo.

—Y nosé amiga— Dijo Dani.

La noche al fin llegó a su fin y cada uno se fue su casa. Llegué a eso de las 9 de la mañana, así que lo único que hice fue desmaquillarme, pegarme una ducha y salí hacia la casa del morocho.

Una vez que el Uber me dejo en la puerta, le entregué un billete de cien pesos y baje del auto. Caminé hacia la puerta y toque el timbre.

Al cabo de unos segundos una mujer castaña teñida de rubio abrio la puerta con una sonrisa.

—Hola, soy Lola— Le hable con una sonrisa— ¿Mateo está?.

—Penny—Dijo la mujer sonriéndome— Sisi, está arriba, ¿querés pasar?.

—Gracias— Le dediqué una sonrisa y caminé hacia las escaleras.

¿Cuál de las tres puertas que había sería la de Mateo? Pensé. Fácil la única que tiene un escudo de Boca pintado en la puerta.

Yo y mis nervios caminamos hacía enfrente la puerta. Golpee dos veces esperando una respuesta.

—Dejame— Hablo— Te dije que no voy a bajar.

Abrí la puerta encontrandome con un Mateo en cuero con los ojos cerrados acostado boca arriba.

—No quiero hablar viejo, estoy bien— Hablo.

Mire alrededor sobre su mesa de luz tenía papelillos y una cajita de metal. Ropa tirada en el piso y sobre un mueble.

—¿Te podes ir?— Siguio hablando.

Lo mire, una lágrima cayo sobre su mejilla. Quería tirarme encima de el y acariciarlo. Estaba así y era por mí culpa.

—Mateo— Me decidí a hablar.

—Chau— Dijo abriendo sus ojos y sentandose.

Los tenía hinchados, rojos a causa del llanto y de todo lo que debe haber fumado.

—Dejame explicarte— Hablé sentandome en la punta de la cama.

—No, no quiero hablar con vos— Dijo sentandose— Andate.

—Dejame explicarte— Toque su pierna convierta por los típicos pantalones que el usa.

—No tenes nada que explicarme- Corrió la pierna— Vi todo con mis propios ojos así que nada te podes ir.

—Cuando subí vos no estabas.

—Y no, ¿que iba a hacer ahí si ya era el cornudo del boliche?— Dijo enojado.

Me quedé callada.

—¿Te podes ir?— Volvió a hablar.

—No.

—¿Lola porque lo haces tan difícil?— Paso una mano por sus rulos— Me haces mal.

—No lo hago difícil Mateo, solo quiero arreglar las cosas. Me hace mal verte así.

—Lo hubieras pensado antes de comertelo— Dijo mirando a un punto indefinido.

—No me lo comí Mateo.

—Lola, ¿sos joda? Boluda te vi.

Era una mierda. Me sentía horrible.

—¿Que va a pasar con nosotros?—Me animé a preguntar.

No obtuve respuesta así que sin decir más nada me pare de la cama y caminé hacia la puerta cerrandola detrás de mí.

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súper corto ya se, pero era para que sepan cómo había terminado todo entre los dos.

vayan a leer Malayka ;)

LOLA || TruenoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora