- ¡El mundo anda patas arriba!, o ¿acaso es una vaga percepción mía? Tienes que estar en ayunas Billy en A-YU-NAS. Te operarán en tres días, y recién hoy vienes con tus caprichos ridículos a ennegrecerme más que la política misma. ¿Quién te crees que eres? ¿Acaso eres un ministro para burlarte de mí al frente de mis fosas nasales?
La mano de mamá toca su hombro, amasando el músculo tenso de su cuello. Papá no concilia el relajo, se levanta del taburete, la silueta tan ofusca y trazada por la alfombra del sol lo sigue, se acerca al toca-discos reventándose los conejos de sus dedos, con la frente fruncida del malestar, saca el vinilo del gran Sidney Bechet. Él sabe que por mi condición transgénico no soy capaz de oír la música. Lo saca con la paciencia de un monje, en una situación atemporal del melodrama que él mismo había creado en la habitación. Refriega los pelos de su barbilla sacando la lengua, como si ante él yaciera un corte fino de ternera. Sigue en su habitad atemporal, con un lapsus de paz mórbida, el disco comienza a girar.
- ¿Sabes Billy, por qué las personas tienden a andar con un puto paraguas cuando salen de sus casas?
Mamá presa de la impotencia, trata de esbozar una palabra, pero bajo su boca solo se escuchan el atisbo de sus lágrimas.
-El individuo hermafrodita posee ciento dieciocho clases de neuronas, ¡los han perfeccionado Billy!, ustedes son la salvación de la fisura mundial. ¿Sabes lo que emitimos excrementos antropomorfos como nosotros?... C.O 2 Billy. Kilos y kilos de C.O 2. Las fisuras tan grandes como la humanidad misma no se curan con la insignificancia de una vendita... Se curan con sangre, con revoluciones, o se las deja morir indignamente como ratas. -
Solo escuchó el raspón de la aguja delineando las curvaturas del vinilo, papá comienza a silbar, endemoniado por el jazz, presume sus tímpanos humanos escuchando la música.
- Vienen con defectos. ¡claro que sí!, pero nadie viene perfecto al mundo. ¿Te acuerdas del primo Keddy?, al que le faltaba una pierna pero igual bailaba con júbilos y con un aparato protésico a las sonatas matrimoniales. Nunca se quiso rehacer una pierna con una impresora... decía que le quitaba miligramos del alma. Igual su alma, tanto como su vida, estaba podrida, y murió a causa de eso, no del cáncer de piel ni mucho menos de la vejez, sino de la putrefacción. un alma podrida nunca se convierte; nace sino y muere, muere como ratas; y, si las ratas tuvieran conciencia, esperarían su muerte desde el día que nacieran.
Unos retortijones del hambre comenzaron a apretar mis entrañas, en mi infancia había llorado más de lo necesario, aquel sentimiento sin embargo seguía en mí, pereciendo de la aridez y consumiéndome sin poder blandir las expresiones tan catárticas y humanas que más que nunca necesitaba.
- Te pondrán un alma Billy, pero en el confín de la razón seguirás siendo eso: el milagro de nosotros: los hombres. Tan quisquilloso y mimado carajo...ya te pareces a al humano de hoy en día. Felicitaciones, pídele a tu madre que te lleve a ver a tu creador y a mi... a mí que me lleve el diablo.
Mamá rompió en llantos, aquello lo escuché nítido, tan real como la escasez de mis lágrimas. Quería hacer lo mismo maldita sea, poder apañarme con diluvios de gotas que se modelaran por toda mi cara hasta llegar al suelo, poder joder al ecosistema con mis heces del C.O 2, pero yo solo bastaba para ser perfecto, y eso, esa virtud se me hacía insuficiente paras ser feliz.
Cuando la manecilla del reloj se incrustó en las 3.pm, el toque de queda de humanos se divulgó en el noticiero sorprendiendo y desilusionando a los idealistas que pretendían completar su itinerario lleno de fervores a contratiempo. Los escépticos como papá, revisionistas ante los acontecimientos políticos, suelen subrayar en los periódicos, releer los párrafos de opinión, y embriagarse con sus sutiles desesperanzas mientras dura el toque de queda solar. La chica del clima tiene los párpados superiores que se ven mal porque precisamente tienen una simetría que no se condice con las demás asimetrías naturales de su cara, tiene cantidades votox voluminosos e indecorosos que, se inflan como magulladuras en sus pómulos, la frente un poco grande desvían la atención del público y su iris de un sombrío negro pasan desapercibidos. Da las indicaciones de cómo ponerse la mascarilla en caso de una avería radioactiva, me recuerdan a las agraciadas aeromozas que indican antes de arribas en los aviones, los procedimientos debidos ante las pocas probabilidades de una inminente tragedia. Los humanos siempre piensan en tragedias, se alistan para trincheras espectrales en caso de sus pesadillas se vuelvan tangibles.
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El alma de los clones
Science FictionLos seres humanos antes emitíamos luz... ahora solo emitimos guerras, deforestación y CO2. Billy, un chico transgénico (creado a partir de una impresora para no generar más CO2 al mundo), busca con su futura cirugía de trasplante de alma, gozar de...