En medio de la noche y diferentes casetas de aquel transcurrido pueblo, caminaba un joven descalzo, apreciando todo lo que estaba a su alrededor con curiosidad. Sus ojos brillaban con fuerza a ver las diferentes cosas que allí habían, aunque las calles estuvieran solitarias era igual de emocionante para él. El cual no se había dado cuenta de que una joven lo observaba desde la lejanía con curiosidad, le parecía curioso ver a un chico descalzo en medio de la noche, caminando por las solitarias calles sin ningún rumbo, pero aunque la curiosidad la calcomia decidió por su propio bien solo entrar a su hogar con aquella imagen en su cabeza... El chico de facciones perfectas.
Y así paso la noche, con el joven vagando hasta toparse con las grandes puertas de lo que parecía un Palacio, talvez ahí está su misión. Ahí debía estar su protegida.
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Dicho y echo, el joven Jeon ahora se encargaba de la joven princesa que en aquel castillo habitaba, aunque había sido algo raro saber que debía cuidar de una chica que parecía estar totalmente bien, no lo puso ni dos segundos en duda, simplemente fue poco a poco engatusandose con aquella muchacha de linda sonrisa. Le parecía fascinante la forma en que la contraria lo trataba, nunca había experimentado algo así y se estaba preguntando a si mismo si porfin habían encontrado el amor.
Meses pasaron y Jeon estaba totalmente cegado por el amor que él afirmaba tener hacia la contraria, la cual estaba muy conciente de aquello y lo utilizaba a su total beneficio. Para ella era inevitable no hacerlo, un chico con habilidades nunca vistas y a su total disposición debía ser aprovechado.... Pero hasta que punto.
Jeon una mañana se había despertado como siempre lo hacía, buscando a su linda princesa. Pero esta mañana era diferente, ella ya no estaba, no había ni rastro de aquella chica de rostro hermoso. Como era de esperarse el joven Jeon se preocupó de sobre manera y comenzo a buscarla incansables meses... Meses que desgraciadamente para él, no dejaban frutos. Los jefes del chico mandaron a aquel cuidador de ojos azules como el cielo más claro a indicarle las buenas nuevas a Jeon, sería trasladado, ya que había cumplido su propósito con aquella princesa, pero eso al pelinegro no le causó ni la más mínima gracia, se rehusaba a dejar a su princesa, a detener la búsqueda de su "amor".
Pero nada podía hacer, órdenes eran órdenes y su traslado fue cumplido, a una joven de aquel mismo pueblo, una joven que tenía un vago recuerdo de aquel chico descalzo, aquella noche fría.
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¿¡De Donde Demonios Saliste!?
Fanfiction¿Que pasaría si tú....... Mayor y más Preciado dibujo cobrará vida?