Sanando heridas

Sinceridad

Kukaku no sabía como fue que terminó en esta situación, en su casa se encontraban delegados del clan de Naruto, todos con ropas elegantes, pero eso no era lo increíble, también estaba la madre de este que no dejaba de mirarla como si quisiera atravesar su cabeza con su mirada, su abuela, que parecía una mujer adulta sin canas ni nada que la identificara como tal, un anciano que era el abuelo del rubio, y así otros ancianos que parecían ser los consejeros del clan, todos con un motivo, saber quien era ella, que relación tenía con el líder del clan Uzumaki y que interés tenía con el.

-"Habla Kukaku shiba que sientes por mi Naruchan"- exigió Kushina, no dejaría que otra mujer lastimara aún más el muy lastimado corazón de su hijo.

-"Ya se lo dije Kushina san, conozco a su hijo desde que estuvimos en la academia, hay un gran cariño y respeto entre ambos"- ya era la tercera vez que le preguntaba lo mismo.

-"Mientes, quieres aprovecharte de la nobleza de mi hijo, digo porqué más mi hijo se interesaría por alguien sin valor ni nada valioso que entregarle"- la verdad es que la muchacha le recordaba a ella cuando joven, dinámica y sin temor a decir lo que piensa, lo único malo es que no reconocía lo que en realidad sentía y si era necesario la llevaría al infierno varias veces para que lo reconociera.

Kukaku ya estaba cansada, cansada de que dudaran de ella, nunca ha actuado a base de interés, su relación con Naruto era especial, sin promesas falsas ni juramentos que jamás serían cumplidos, vivían para acompañarse y entenderse, no habían secretos entre ambos, y que la pongan a duda de la sinceridad de sus sentimientos, era un golpe a su orgullo, aunque Naruto no tuviera nada aún seguiría sintiendo lo mismo por el, incluso en el tiempo en que su rubio no tenía familia  ni título ella ya lo quería, era su primer amor, su compañero, su confidente, sabía que si estaba en peligro, de manera silente Naruto siempre estaría ahí para protegerla, y si el necesitaba con quien hablar los temas que con nadie más hablaba el vendría solamente a ella, su tiempo separados no cambió nada, su familia perdió el título de clan noble pero Naruto se mantuvo con ella no fue hasta cuando se graduó que los tiempos no se dieron para encontrarse nuevamente, Naruto era su persona preciada y no había cosa material en el mundo que haga cambiar esa imagen de el.

-"Escúchame bien, ya que no lo volveré a repetir, la relación que yo tengo con Naruto vale mucho más que cualquier cosa material o títulos que me puedan dar u ofrecer, yo lo quiero a el, porque es un alma noble se que puedo confiar ciegamente en el, ustedes manga de de estirados no podrán en duda la sinceridad de mis sentimientos, y si ya se cansaron de mirarme en menos por no estar a la misma altura de ustedes, les pido que se marchen de mi casa y no regresen"-   se puso de pie y miró a todos los presentes de manera desafiante, el salón quedó en silencio.

-"Puedo saber, qué hace mi amada familia en esta casa?"- todos miraron en dirección de la entrada, de pie vestido con su uniforme de capitán se encontraba Naruto, esperando una respuesta, fue testigo de todo.

Kushina se puso de pie y se acercó a Naruto ambos se miraron a los ojos, era una lucha de miradas.

-"Naruto Uzumaki"- Naruto levantó una ceja, su madre no era de utilizar su nombre completo, al parecer esta no sería una conversación normal.

-"Tú dirás madre"- solo le quedaba esperar lo que su madre tenía que decir, y dejarla terminar ya que interrumpirla era firmar una sentencia de muerte. Kushina tomó sus manos y sonrió muy feliz.

-"Creo que al fin encontraste una mujer digna para ser tu esposa, te lo dije, en algún lugar existiría esa mujer que te sabría apreciar"- Naruto miró a Kukaku que estaba sorprendida por el cambio radical en el ambiente, lo mismo hizo Kushina -"Eres muy especial Kukaku chan, pensé que retrocederías pero decidiste ser sincera contigo misma, no sé si entre ustedes habrá algo más en el futuro pero se que puedo confiar en ti, estaba preocupada que mi hijo confiara en cualquier mujer pero ahora puedo estar tranquila, se que hablo por todos los presentes cuando digo que las puertas de nuestra casa están abiertas para ti y tu familia"- los delegados del clan Uzumaki asintieron con una sonrisa, aquella mujer representaba todo lo que esperaban para la compañera de su líder.