The Original Family ⚰ (Temporada 2)

Capítulo 6

Terminó de pintar sus labios de color rojo frente al espejo y de pronto el recuerdo de Kol descubriéndola vino a su cabeza; tenía siete años y estaba preparada para la tarde de juegos que tendrían ese día, el labial se le cayó de entre los dedos y el sonido que tuvo al impactar contra el tocador la trajo a la realidad de nuevo. Se acomodó los ondulados cabellos, alisó el vestido una última vez y salió de ahí sin importarle el repiqueteo de sus zapatos de tacón contra el suelo.

- Tía Bekah, espero que tengas otro antifaz disponible - se integró a la sala.

Klaus vestía un elegante traje en color negro, lo que se le hizo aún más raro, no solía verlo vestir de esa manera. Rebekah llevaba un vestido largo color negro, los rubios cabellos los llevaba recogidos y una peineta en color negro con algunas plumas le daba una clase de toque místico a su atuendo, seguía siendo tan preciosa como siempre.

- Shailene - le sonrió a su sobrina al mirarla - es hermoso.

- ¿El vestido? - elevó una de sus cejas divertida.

- El vestido es hermoso - asintió - pero tú estás deslumbrante, ¿no es verdad Nik?

- Estoy seguro de que...

- Ya deberías saber que no voy a cambiarme, tío Klaus - agregó riendo al mirar su expresión.

- Por supuesto - asintió dándose por vencido. Shailene se acercó a él.

- Prometo que no habrá nada de chicos - le miró a los ojos sin desvanecer su sonrisa.

- Eso espero, amor - le devolvió la sonrisa y se inclinó a besarle la frente. La castaña sin dudarlo le besó la mejilla.

- Ahora vámonos, en verdad estoy ansiosa por ver cómo luce nuestra casa.

Los dos originales y Shailene salieron de la casa no sin antes dejarle muy en claro a Hayley que no podía exponerse al peligro, porque al parecer de alguna u otra forma Rebekah había hablado con Elijah, y le hizo jurar que la mantendría a salvo. Los tres Mikaelson hicieron una entrada triunfal, Klaus estaba en medio mientras su hermana le sostenía el brazo derecho y su sobrina el brazo izquierdo, la cantidad de personas que había ahí era impresionante, lo que le hizo asegurarse a Shailene que Marcel disfrutaba darse toda clase de lujos.

Rebekah y Klaus hablaban entre ellos, y la castaña estaba lo suficientemente ocupada en ese momento mirando cada rincón de la mansión como para escucharles. Prestó atención justo cuando ambos originales se alejaron de ella para acercarse a una chica de cabellos rubios, llevaba puesto un vestido blanco en compañía de unas alas de ángel, Shailene bufó poniendo los ojos en blanco y se perdió entre la gente, después de todo ella no se había alejado de sus tíos, ellos la olvidaron. Repasó su mirada por la mesa de las bebidas y decidió tomar entre sus manos un martini de fresas, llevó la copa hacia sus labios y bebió de está disfrutando del dulce sabor de la bebida mezclada con alcohol, estuvo tentada a beber un segundo sorbo cuando unas manos se posaron en su cintura de una forma tan íntima.

- Buenas noches, señorita Mikaelson - susurraron en su oído. Ella dejó la copa sobre la mesa antes de girarse para quedar frente a frente con el hombre que tenía detrás.

- Señor Salvatore - susurró devuelta mirando esos ojos verdes - ¿qué está haciendo usted aquí?

- Me parece que tenemos una plática pendiente - respondió.

- No lo dudes - concordó.

- Este lugar no es apropiado para hablar, sugiero que vayamos a otro lado.

Shailene se quedó contemplando un momento más los ojos de Stefan, le sonrió segundos después y le tomó del brazo en cuanto el se lo ofreció, escabulléndose de aquella fiesta con él. Seguramente Klaus y Rebekah estarían demasiado ocupados como para darse cuenta de que no estaba en ese momento. Ambos caminaron un par de calles para alejarse de la mansión en la que antes los Mikaelson habían habitado, se adentraron a uno de los hoteles y subieron por el elevador, al parecer Stefan estaba quedándose ahí, un par de minutos más tarde se adentraron a la habitación y él cerró la puerta detrás de sí para que pudieran sentarse en uno de los sillones.

- Entonces, ¿de qué quieres hablar? - la castaña rompió el silencio - ¿de cómo mi familia y yo hemos sido despojados de nuestro hogar?

- Eso no lo sabía - confesó negando con la cabeza - pero vine a hablar de nosotros.

- ¿De nosotros? - le tembló la voz. Stefan pudo ver a la Shailene de antes.

- Así es - reafirmó - y sobre Elena.

En cualquier otro momento ella hubiera puesto los ojos en blanco o hecho algún comentario desagradable sobre Elena, pero no lo hizo, en realidad sintió miedo, como nunca lo había sentido antes. Ya sabía cómo terminaría esto, y sus acciones en Mystic Falls no la ayudaban, así que prefirió adelantarse.

- Entiendo Stefan - las lágrimas se acumularon en sus ojos - lo hice desde que Claire me lo explicó, tú la amas y lo más seguro es que solo quieras estar libre de mi - bajó la mirada hacia su mano izquierda y retiró el anillo de bodas de su dedo anular. - Está bien - dejó el anillo en la mano de él - eres libre.

- Shailene...

- Déjalo así - apartó la mirada.

Su corazón se partió de nuevamente, recordando la forma en la que se había sentido cuando Stefan terminó con ella en aquella época. No podía imaginarlo una vez más con Elena, no lo soportaba, pero tampoco podía obligarlo a quedarse a su lado si no lo quería, iba a amarlo por siempre como le dijo en sus votos te amo, y te amaré siempre, diga lo que diga, haga lo que haga, sufra lo que sufra, duela lo que duela, o sea como sea. Shailene estuvo dispuesta a irse sin siquiera mirarlo, pero entonces se vio acorralada contra la pared.

- ¿Ahora qué? - esta vez se le escaparon las lágrimas.

- Dije que vine a hablar de nosotros - repitió Stefan buscándole la mirada.

- Y ya lo hicimos, ahora déjame en paz - intentó liberarse.

- Shailene - insistió apretando un poco su agarre - escúchame, por favor.

El tono que él usaba era algo duro, la castaña lo miró y en sus ojos pudo ver una clase de desesperación, por lo que decidió no intentar liberarse y escucharlo. Stefan la soltó y se preparó para lo que le diría.

- Es cierto, estuve con Elena - le confesó y ella se aguantó las ganas de abofetearlo - pero eso fue antes de saber que estabas viva - Shailene no lo comprendió - aún no logro comprender cómo es que estás aquí.

- ¿Y por qué no me buscaste? - cuestionó - ninguno de ustedes lo hizo.

- Fuimos a buscarte al cementerio - le aseguró - tus tíos creyeron que ahí te encontraríamos, pero no fue así.

- Claro que no fue así - resopló - estaba en otro lado.

- Tu padre llegó al cementerio con una caja de plata y dentro había un corazón - continuó - esa noche de verdad creímos que estabas muerta. Klaus mató a Esther y Kol puso a dormir a tu padre de nuevo. Durante meses te buscamos porque nos negábamos a creer tu muerte, pero nunca encontramos nada, ni una pista.

Con eso recordó las palabras de Claire, Finn le pidió que la mantuviera bien oculta, sin que nadie pudiera encontrarla, y ese nadie incluía a Stefan y a sus tíos también.

- Bonita - le tomó del mentón - saber que estas viva es lo que me trajo devuelta por completo - le tomó la mano izquierda - esto es tuyo - le deslizó el anillo por el dedo otra vez - tú eres mi esposa, la mujer con la que decidí pasar mi eternidad, ¿realmente crees que soy capaz de irme con Elena ahora que estás aquí?

Incrédula ante las palabras de Stefan las lágrimas comenzaron a salir de sus ojos, bajando por sus mejillas sin parar. Stefan le sonrió y le acarició la mejilla con suavidad, antes de inclinarse a darle el beso a Shailene que no pudieron darse el día de su boda, la castaña le rodeó el cuello con los brazos y lo besó también.

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Sé que les tenía muy abandonadas, y les prometo que se los voy a recompensar. En todo este tiempo tuve algunos problemas y tuve que alejarme de todo, incluso la inspiración se me fue. Pero por suerte ahora regreso con un nuevo capítulo y mucha inspiración para continuar esta historia.

Les agradezco infinitamente a las que se toman el tiempo de votar y comentar, ya saben que me encanta leerlas. Esta vez de verdad quiero leerlas, así que díganme, ¿qué les gustaría leer para más adelante? Trataré de complacerlas lo más que pueda.