Brujas, cazadores y pokémon (Luckyshipping)

FINAL

"No, ¡no!, nonononono..."

Blue fue testigo de como el rayo de luz, que la devolvería a casa y con sus seres queridos, desaparecía frente a sus ojos. Agatha la había encerrado junto a ella sin intenciones de dejarla ir. La castaña notó que la bruja mayor sangraba por diferentes partes de su cuerpo debido a las múltiples heridas que le habían dejado. Aún así, tuvo la fuerza suficiente para arrastrarla hacia la oscuridad.

— Si tengo que irme no lo haré sola —gritó la que en su momento fue una de las brujas más poderosas y respetadas por la generación actual.

— Eso está por verse —aun cuando se encontraba en el piso con Agatha jalándola del tobillo, la mirada de Blue no mostraba miedo, sino determinación— Deje atrás el pasado, olvide ese rencor y deseo de venganza... ¡por favor hágalo! ¿No ve que usted es uno de los obstáculos para que brujas y cazadores puedan vivir en armonía?

Como respuesta lo que recibió fue una muy débil carcajada de parte de la anciana.

Blue, aceptando que hablar con ella ya era caso perdido, juntó sus manos mientras apuntaba a Agatha y comenzó a recitar un largo hechizo. La mujer sonrió ligeramente al darse cuenta de lo que deseaba hacer la joven bruja.

— Un hechizo que necesita de electricidad no va a funcionar en alguien como tú.

— Puede que tenga razón —esas palabras acompañadas de una extraña sonrisa sorprendieron a la anciana y más aun al ver que el cuerpo de la castaña brillaba— sé que soy una bruja de agua, y que los ataques de otro tipo me debilitan mucho, pero... — la miró — eso no es impedimento para que pueda realizar un electrocañón.

Aquel mundo de oscuridad conoció lo que fue la luz por un instante. Un gran disparo eléctrico fue liberado de aquella bruja que se especializaba en hechizos de agua y hielo. El ataque generado a tan corta distancia fue más que suficiente para que Agatha la soltara y viera como poco a poco su cuerpo comenzaba a desintegrarse por tal nefasto ataque. Sus últimos pensamientos se dirigieron a la chica frente a ella, jurando que aquella utopía entre las dos especies era solo un simple sueño.

Y así... Agatha desapareció.

Blue intentó recuperar el aliento, pues jadeaba constantemente mientras sentía que iba a perder el conocimiento.

— Lo importante es que todos pudieron salir... creo que no tengo de... otra más... que resignarme... Lo siento maestra, White... Red... —con esas palabras, la hermosa chica de ojos azules cayó inconsciente.

No supo cuanto tiempo pasó, pero al abrir lentamente sus ojos pudo darse cuenta que alguien estaba sentado a su lado, acariciando su cabello.

— Creo que desde mi partida puedo decir que has mejorado increíblemente, hermana —no sabía si era parte de una alucinación pero aun así Blue no podía moverse y solo se limitó a escuchar— no solo manejas el hielo, sino que también estás aprendiendo a manejar un elemento que no es el tuyo... si sigues así llegarás a convertirte en una poderosa bruja.

— Por favor... solo soy alguien a quien le cuesta trabajo hacer un simple hechizo de fortalecimiento —rió ligeramente la de cabello castaño quien seguía sin poder moverse.

— Pues tus actos dicen todo lo contrario. Blue... sigue adelante, sé que tú podrás lograr lo que muchos creen imposible. Sé que podrás poner fin a esas diferencias que hay entre los dos clanes, no te rindas y sigue adelante... siempre estaré apoyándote.

Blue pudo apreciar aquella sonrisa que la tranquilizaba tanto, pudo dejarse llevar una vez más por aquellos ojos color ámbar que no dejaban de observarla de una forma que mostraba completa alegría.