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¿por qué estamos aquí, mamá? ─ suk me miraba con curiosidad mientras comía de aquel helado, sostenía de manera fuertecita la mano de Taehyung al cruzar la calle.

─ Les tengo una sorpresa a ambos, princesa. ─ sonreí acariciando la mano de Cristian con mi pulgar.

─ no sé si ellos son los que estan más emocionados o yo. ─ Taehyung dió un pequeño salto mientras terminaba su cono, suk río imitando a su mayor y tae lo volvió hacer, llendo así por un par de segundos más.

Cristian tomó la mano de su hermana mientras reían y juegueteaban aún caminando por aquella calle, suspiré nerviosa y sentí las cálidas manos de Taehyung tomar las mías, depositó un beso en mi cabeza y me sonrió tan lindo y reconfortante, solo como él sabe hacerlo.

─ les encantará, te lo aseguro. ─ miró a los niños dándose cuenta que ellos estaban entretenidos mirando los bellos árboles y hojas caer, regresó su mirada a mi y robó un corto y rápido beso en mis labios. Suspiré sintiendo mis manos temblar, parecía una adolescente enamorada ¿cómo era eso posible?

Después de tomar un par de fotos a ellos y una que otra a tae, les llamé tomando sus manitas y guiándolos enfrente de una linda casa. Me agaché hasta quedar a su estatura y sin soltar sus manos comencé a hablar.

─ saben que siempre he querido lo mejor para ustedes y daré todo de mi para que nunca les haga falta nada. Sé que con su tío Yoongi necesitan su cuarto y su espacio así que les tengo una sorpresa. ─ sonreí caminando hasta la puerta de aquella casa y abrí ésta, ambos acompañados de Taehyung entraron a aquel lugar; su nuevo hogar.

Después de darles un recorrido por la pequeña pero acogedora casa y mostrarle sus habitaciones me sentía más que feliz al saber que les ha encantado, Cristian me abrazó por las piernas mirándome con una gran sonrisa y diciendo "gracias por hacer todo por nosotros, mamá." Taehyung se encontraba mirando todo encantado, le gustaba ver cómo t/n era tan valiente y salía sola adelante, demostrando que no necesita a un hombre a su lado, no necesita a alguien para brillar y le admiraba a un más que antes al él ser testigo de eso.

Lo que no sabía es que para t/n Taehyung se ha convertido en un pilar para ella, le ha enseñado a brillar de una forma distinta, una forma que amaba.

•••

─ ¿papá vivirá con nosotros, mami? ─ suk preguntó aún con sus mejillas llenas de comida, levanté mi vista del plato cruzandome con la mirada comprensiva de tae, aunque Jimin formaba parte de la historia, no quería que él se sintiera incómodo o estas pláticas vayan a arruinar una posible relación. Pero no, Taehyung siempre ha sido tan comprensivo y entiende perfecto el tema, sabe dar el espacio y tiempo necesario para que las heridas sanen, para que mis hijos lo comprendan.

─ No será así, princesa. Pero no te preocupes, papá los vendrá a visitar seguido ¿si? ─ ella asintió con un puchero en sus labios pero no dijo nada más, podía ver la tristeza en sus ojos, aún no se acostumbra a todo esto y era obvio. Para Jimin ella siempre ha sido la princesa de sus ojos y no verle en casa como antes, no verle seguido era un cambio drástico.

─ hey princesa ¿Te gustan los elefantes? Yo tengo uno en mi cuerpo ¿lo sabías? ─ habló cuando notó aquella triste mirada en ella.

─ ¿Enserio tae-tae? ¡yo quiero verlo! ─

Taehyung se quitó el abrigo y le mostró su brazo, donde tenía dos pequeños lunares en el, jaló de su piel creando así un "elefante" en su brazo. Suk aplaudió emocionada y pidiendo tener uno también, Cristian le siguió el juego haciéndole ojitos a tae. Él tomó un plumón para comenzar a dibujar dos puntitos en ambos brazos, y así hacer lo mismo que él. Ambos reían mientras le enseñaban al otro su pequeño elefante, Taehyung sonreía encantado y riendo con ellos.

Sin duda es un hombre perfecto.

•••

Gracias por haber venido hoy, Jimin. ─ le regalé una leve sonrisa cuando tomó asiento, su aspecto lucía diferente. Se encontraba más delgado, sus mofletes ya no estaban y su piel se encontraba levemente pálida, me preocupaba el que se estuviera descuidando.

─ No tienes nada que agradecer, extrañaba verte. ─ confesó mirándome fijamente. ─ ¿a qué se debe esto?

Le extendí una carpeta, abrió ésta tomando la primera hoja entre sus dedos, abrió levemente sus labios.
« Divorcio » leyó y su corazón dolió.

─ No veo más el caso de seguir alargando esto, Jimin. Debemos divorciarnos. ─

─ P-pero ¿y los niños? ¿Qué hay de ellos? ¿qué hay de nosotros, t/n? ─ dejó aquello en la mesa para tomar mis manos fuertemente, las lágrimas ya estaban rodando por sus mejillas.

─ Desde hace tiempo dejó de existir un "nosotros" Jimin, por los niños no te preocupes, siempre serás su padre, eso jamás cambiará. No necesito tu dinero, si es lo que piensas. Solo quería venir a darte esto en persona, aún faltan cosas por arreglar; los horarios entre otras. Puedes enviarlo por un mensaje o un correo y así no tengas que venir hasta acá, es todo. Buen día. ─ me solté de su agarre sin dejarlo hablar, me levanté de mi asiento y salí de ahí.

Jimin dejó caer su cabeza en su antebrazo, escondiendo su rostro en el. Sintió una presión en su pecho y un vacío en el estómago. Cada vez se estaba dando cuenta de la situación. Cada vez estaba más lejos de recuperar a su familia.

Cada vez era más real.

SOY TÚ ESPOSA;; PARK JIMIN ꒷꒦Donde viven las historias. Descúbrelo ahora