CAPÍTULO 6:《PUNTOS DE VISTA》

27 6 0
                                    

Gustavo

Llevo esperando alrededor de cinco minutos a Isabella en una placita no muy lejos de mi casa, seré honesto, desde que la vi me llamó la atención, y cuando nos vimos en la fiesta de su amigo quedé un poco encantado, en todo el tiempo que pasamos juntos había una química increíble, algo que también me atrajo es lo independiente que es, ni yo tenía tanta independencia, casualmente ayer me la encontré en la panadería y duramos hablando por más de una hora, quisimos intercambiar nuestro WhatsApp, no se pudo porque no tengo teléfono y por eso quedamos en vernos hoy,

Veo su carro a lo lejos y paro a recostarme en un árbol con sombra, estaciona y se baja poniendo el seguro, yo me acerco y la saludo con un beso en la mejilla y una sonrisa, me invita a sentarnos un rato y yo acepto gustoso, hablamos tanto que la conversación no se detiene por nada, hablamos sobre lo que hacemos diariamente, las clases, nuestros padres, mi hermana, sus amigos, sus manías, nuestra carrera soñada, a cuál país quisiéramos visitar, a cuál isla visitariamos, nuestra mascota frustrada, nuestras comiquitas favoritas de la niñez, nuestra serie y película favorita, prácticamente  hablamos de todo, todo lo que se nos ocurra hasta que el sol comienza a ocultarse, me indica que ya es hora de irse y planeo despedirme con un beso en la mejilla, pero escucho que una mujer la llama detrás de nosotros e Isabella se acerca recibiendo una caja que dicha mujer tenía en sus manos.

Cuando se devuelve para despedirse pega sus labios con los míos en un corto beso de pico, pienso que lo hace sin culpa hasta que suelta una risita y se monta en su carro. Sin más nada que hacer ahí me devuelvo a mi casa muy sonriente.

Isabella

Estaciono en el garage y veo a mi mamá recogiendo la manguera con la que regó las plantas ¿apenas terminó? Y eso que me fui hace horas. Me bajo y la saludo mientras entro a la casa, subo a mi habitación a ponerme algo más cómodo y cuando bajo veo a mi mamá haciendo la cena.

Me siento un un banco y ella me pregunta que hice mientras salí, pienso en no decirle que me vi con un chico, pero bueno, no pierdo nada.

―Salí con un chico ―al decirlo mi mira asombrada y después aparece una mueca que siempre hace cuando le cuento sobre alguien.

―Interesante, ¿y que hicieron?

―Nada, sólo hablamos en la pequeña plaza.

―¿De qué hablaron?

―No mucho...en realidad si hablamos mucho, pero nada importante.

―No es un drogadicto, ¿o si? ―suelto una risa porque mi madre siempre hace la misma pregunta cuando le hablo de alguien.

―No mamá, es el hermano de Elisa.

―Ya veo, ¿cómo se llama?

―Su nombre es Alejandro.

―Bien, ten mucho cuidado con ese niño.

―Lo haré ―analizo sobre decirle lo del beso robado pero mejor me lo guardo para mi misma―, por cierto, la tía Grecia dijo que necesita el dinero ―ella asiente un poco ida, siempre lo hace cuando se trata de dinero  porque mi padre es el encargado de eso y a ella no le gusta hablar con él, o de él, la conversación termina cuando empezamos a comer, pero en mi cabeza sólo ronda la sensación que sentí con Alejandro, de verdad nos llevamos muy bien.

Matteo

Veo a Isabella bajarse de su auto mientras su madre recoge una manguera ¿Por qué recoge una manguera a esta hora? Como sea, le escribo preguntado para donde salió y me responde una hora después que salió con un chico. Mi alerta de sobreprotector con todo el mundo se pone alerta, eso pasa cuando alguien me importa. Casi le ruego para que me diga quien es y cuando al fin me lo dice me pongo más en alerta, el hermano de Elisa, el tipo se ve que es buena persona, pero no me da muy buena espina, tal vez porque no es muy conversativo, pero tampoco es callado. No sé, simplemente hay algo en él que no me termina de  agradar. Tal vez debería averiguar algo más. Y ya se quién puede ayudarme.

Le escribo un mensaje saludando y como él sabe que siempre lo busco para algo me pregunta que quiero, le respondo que quiero averiguar a alguien y me dice que está ocupado y que para eso lo busque en redes sociales, no pierdo tiempo y lo busco de una vez pero simplemente no encuentro nada, tal vez lo encuentre en el perfil de Isabella, pero nada, pienso en Eli y busco el perfil de ella rápidamente para buscar a su hermano, pero ni siquiera encuentra a la propia Elizabeth. Eso es muy raro, digo, ¿quien no tiene redes sociales a los 17 años hoy en día? ¿Será que no la dejan usarlas? Pero su hermano es mayor y debería tener más independencia, pero él tampoco las usa, ¿acaso eso es normal? Le respondí diciéndole que ni él ni su hermana tienen redes sociales y que eso no es muy normal, finalmente me responde que lo buscará cuando tenga tiempo y que le vaya recordando de vez en cuando para que no se le olvide, sólo tengo que enviarle el nombre y apellido, otro misterio, no presté atención al apellido de Eli, sólo me quedé como un tonto viéndola, creo que estoy sintiendo algo de atracción hacía ella.

Es mi oportunidad perfecta para hablarle mañana, y ya se quien puede ayudarme, le escribo otro rápido mensaje a Isabella.

Yo: Isa, necesito que estés con Eli mañana.

Isabelita: ¿Para qué o qué?

Yo: Para nada, sólo hazlo no seas mala.

Isabelita: ok, igual tenía planeado visitarla en su casa mañana, me pasas buscando?

Yo: ok.

Ya tenía todo planeado mentalmente, pero cuando la vi sola fuera del aula sólo aproveché la oportunidad y le pregunté el apellido, ya tendría tiempo de hablar con ella en la tarde, sólo le escribo un pequeño texto con el nombre y apellido, ahora tengo que esperar que me envíe las fotos de las identificaciones de todos los que tengan ese nombre.

Protección de...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora