Capítulo 4

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Despierto al escuchar mi alarma a las ocho, tres horas antes, sino llego temprano ya va a ser mucho. Agarro una sudadera corta como crop top, unos jeans negros, tenis negros y una sudadera de cierre ¿por qué dos sudaderas? Porque me da la gana, además me incomoda algo el hecho de que traer crop top enseñe mis lonjas. Bajo las escaleras para desayunar algo ligero ya que estos momentos hacen que no me de hambre, estoy demasiado nerviosa como para comer algo. Subo a maquillarme y lavarme los dientes, me pongo sombra rosa claro, me enchino las pestañas y pongo mascara, cepillo mi ceja y pongo brillo en mis labios.

Salgo de mi casa, el problema ahora es que los únicos dos camiones pasan cada media hora pero no sabes cuando así que me limito a pensar que en un rato ya llegarán. Después de diez minutos pasa, encuentro lugar, saco mis audífonos y pongo música. Todo el trayecto de cambiar de transporte pasa demasiado rápido que llego diez con cincuenta, tendré que esperar cuarenta minutos, lo bueno que traje un libro. El bus llega justo frente a un parque, el parque de los bigotes, un parque con una escultura de dos postes grandes y en ellos hay bigotes de diferentes tamaños, formas, diseños y gustos. Busco un lugar en el pasto donde de sombra y me siento, acomodo mi mochila y saco mi celular para mandar un mensaje a él.

—Holi, te espero en los bigotes.

Abro mi libro "The gods of Olympus" y comienzo a leer, mientras mis ojos pasan hoja por hoja leyendo cada párrafo no dejo de sentir como mi las mariposas de mi estómago hacen fiesta. Levanto mi mirada cada cinco minutos para saber si viene o no pero cada que lo hago me repito a mi misma, él quedó en llegar once y media, mi celular vibra y veo su mensaje.

—Ah, si llegaste temprano—ríe—bueno, llego como en veinte minutos aahhh es que tengo que llevar la comida de mi perro que la traigo en mi mochila—sigue riendo—ahorita llego.—termina su audio.

—Ya sé hasta yo me sorprendí jajaja— mandé.

Regresé mi mirada hacia las páginas, ahora sé que no llegará en un buen momento. Diez minutos después escucho mi celular sonar.

—Hola

—Hola, oye, ya llegué a metro CU ¿dónde son los bigotes?

—Justo enfrente de... pues el metro—río— está el "bici puma".

—No sé donde esta eso— se oye serio, demasiado serio para él.

—Justo en al salir del metro, el parque de enfrente

—Vale, voy para allá.

—Va.

Ush, vaya llamada tan más seria. Comienzo a ponerme nerviosa cada vez más, abro mi mochila y procedo a ponerme perfume, el mismo que le gusta ¿puedo ser más patética? Lo guardo y vuelvo a leer pero ahora si no estoy comprendiendo nada ¡aaahh! Como puede causar esto en mí. Me concentro y por fin logro mantener mi atención en el libro.

—¡Julieta!— ¿en serio? Logro mantener mi atención y llega, aunque sonrío, elevo mi mirada y nada más siento como se avienta levemente a mí y me abraza pero seguido se levanta— no te pareces a tu foto de Tinder— comienzo a reír y me levanto—¿qué lees?— dice mientras ve mi libro y lo regresa.—ahora ¿a dónde vamos?

—Vamos al MUCA pero desde aquí.. no sé que Pumabus agarrar, según yo el ruta 1.

—Yo te sigo—caminamos y vemos como la fila para el ruta 1 está demasiado larga, claro, es la que pasa por casi todo el campus.—mejor agarramos un taxi.—dice mientras hace puchero de lo larga que está la fila.

—O... caminamos.

—O tomamos un taxi, no te preocupes, yo lo pago.

—O caminamos.—digo mientras me ve con ojos de pistola, vale, tomamos taxi.

—¿Cómo has estado July?— pregunta mientras caminamos y subimos el puente.

—Bastante bien y ¿tú?

—Súuuuper bien con el paro, no me estreso, la escuela me estresa, con el de psicología ¡AAAAAG!

—¿Y con el de física?

—También, pero con él tengo problemas cuando regresemos.—lo sé, te deja muchísima tarea, pienso en mi mente, me contaste un día antes de salud, me contaste como se dividen la tarea en todo tu grupo.—¿Por qué subimos el puente? Ahí están los taxis.

—No sé—digo mientras comenzamos a reír y a correr hacia abajo, antes de bajar completamente él salta del puente hacia la acera.

—¡PARKOUR!— dice y río aún más mientras caminamos hacia la base de taxi.

—¿Hacia dónde van?—pregunta un señor que se encuentra en la base

—Al MUCA— digo y nos subimos al taxi junto con otras personas, un señor y un chico.

—Tengo algo que contarte—dice volteándome a ver, los dos nos encontramos en el asiento trasero del coche junto con el otro chico, así que al verlo nos encontramos cara a cara y logro ver sus ojos, son realmente bellos y más desde cerca.

—Dime.

—Ahorita que bajemos—dice—¿tienes crema?

—Claro— saco una crema de manos pequeña y cuando me la devuelve el señor se baja en su parada.

Un minuto después llegamos a la parada de la facultad de arquitectura, ahí nos dicen cuanto es y él paga, detesto que la personas paguen por algo en lo que yo también estuve involucrada, pero me molesta aún más que él me ponga nerviosa y no pueda decirle algo al respecto.

—Espera, voy a fumar— ¡no fumes! No es que me moleste, yo también lo he hecho, pero no es bueno para él, para nadie. Saca un cigarro de una caja metálica y lo apoya en sus labios cuando se cae de ellos.—¿en serio?—yo solo río y miro como lo levanta y al volverlo a apoyar en sus labios se vuelve a caer—¡puta madre!—río aún más ¿estará nervioso? No... no lo creo.

Nos sentamos en una barda de piedra bajo de un árbol mientras el le da caladas a su cigarro.

—Ya estoy en busca del amor—giro mi cabeza y mi mirada se centra en sus labios— no sé, he estado con chicas pero me dejan de gustar después de coger con ellas— eso completamente no me lo esperaba.

—Pues tal vez es muy rápido— me voltea a ver con ojos abiertos como plato y comienzo a reírme de lo que acabo de decir— no me refiero a que cosas muy rápido, sino que es muy temprano.

—No creo.—Agarramos camino para el museo, caminando voy mirándolo, se ve precioso, cada mirada que le doy es a una parte diferente de su rostro, sus labios rosas, su cabello alborotado y con tan sólo verlo segundos puedo saber lo suave que ha de estar, su mandíbula filosa, su piel clara, sus ojos que brillan con el sol.—¿Hacia dónde es?— interrumpe mi nube de pensamientos.

—Mmmm la verdad no sé.—Camina hacia una tienda pequeña y pregunta mientras sigo viéndolo, mi mirada se centra en sus brazos, sus manos, todo de él se ve bien.

—Que es aquí en la esquina—Caminamos y entramos al edificio, es una sala enorme y en medio se encuentran unas tablas de madera colgadas de el techo como columpio y pegadas entre sí por las orillas.—¡VAMOS!—río y lo persigo pero repentinamente se voltea—Mejor no, hay mucha gente.

Caminamos hacia una sala la cual esta llena de cuadros de acuarela, me encanta el hecho de ver el arte de otras personas, ver el talento, el esfuerzo que ponen en ellos pero sobre todo los detalles son lo que más disfruto. Me separo de él para llevar mi propio ritmo y detenerme en las que más me gusten cuando veo que alguien se asoma por una de las paredes y es él, su mirada se centra en mí y ríe conmigo

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⏰ Última actualización: Jun 12, 2020 ⏰

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