#O1.

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¿Qué querían comprobar si se encontraba bien? Un carajo con eso. El modo como su cuerpo completo superó cualquier adormecimiento y corrió desesperado por los pasillos del hospital hasta encontrar la habitación que le nombraron, dejó completamente en claro que él podía enfrentarse a los mismos villanos que lo dejaron en esas condiciones mortales y matarlos a todos con sus propias manos y sin necesidad de su traje ni nada parecido.

Y lo haría, definitivamente lo haría.

Una vez encontró el número de habitación, Katsuki repitió en su cabeza el "420" hasta que juró haberse aprendido el número para usarlo de contraseña de sus cuentas bancarías. Asustado, pensando idioteces y temblando como jamás lo había hecho, el rubio llevó sus manos al cristal que le permitía ver lo que se encontraba dentro de la habitación y soltó una especie de jadeo al observarlo. Si la cantidad de cables que tenía él eran un fastidio, Kirishima contaba con tantos aparatos a su alrededor que era la jodida mierda más insoportable de la historia.

El pelirrojo descansaba tranquilamente, mientras una mascarilla cubría su boca y su nariz; y otros muchos aparatos estaban conectados a sus brazos, los pocos espacios que no se encontraban cubiertos de vendas, como su pecho se hallaba, convirtiéndolo en una momia nuevamente.

—Sus heridas sanarán pronto.

El rubio oyó una desconocida voz y poco después notó la presencia de un doctor justo a su lado, observándolo cuando se enfocó en el reflejo del cristal más que en la persona que se encontraba del otro lado. Soltando una especie de quejido ahogado, apoyó su frente contra el frío vidrio y suspiró profundamente.

—¿Qué le sucedió?

Aún con veintitrés años, todavía le costaba mucho pedir ayuda o información a los demás. Aprendió a manejarlo, sí, gracias a Kirishima, entendiendo que el orgullo a veces hacía el trabajo de héroe el doble de tedioso, así que, si preguntar significaba minimizar la cantidad de tiempo gastado o ahorrarlo, hacer preguntas no sonaba tan malo, más bien era algo productivo.

Y en este caso, no le sorprendió lo rápido que necesitó de esa respuesta que le dolía desconocer.

—Durante el acontecimiento, al parecer excedió los límites de su quirk y obtuvo grandes heridas cuando usó su cuerpo de escudo para los civiles y héroes en peligro. Fue encontrado entre los escombros rápidamente, gracias al equipo de héroes de rescate, pero tenía demasiadas contusiones y laceraciones.

—Pero está bien, ¿no?

—Gracias a quirks especializados, es muy probable que en menos de una semana su cuerpo se haya sanado por completo, sí...

—¿Pero? —Katsuki suspiró, cerrando sus ojos por un par de segundos—. Suenas como si fueras a decir un maldito "pero". Sólo escúpelo.

No lo vio, pero estuvo seguro de que el doctor se sorprendió por la tranquilidad con la que recibió un hecho tan preocupante. ¿Qué podía hacer? Kirishima y él decidieron ser héroes desde muy pronta edad, esas situaciones eran bastante probables, aún más después de que las olas de crímenes se estaban incrementando debido a la internacionalización de la población. Lo que sucedió fue una catástrofe casi tan grande como el suceso del ex símbolo de la paz contra All for One, y, sin embargo, eso ya no era algo tan improbable o sorprendente dentro de su actualidad.

Y Kirishima era... Bueno, un bastardo idiota. Un estúpido con cabello de mierda que se lanzaría a salvar a cualquiera por sobre su propio bien, o por sobre la necesidad de usar la maldita cabeza y reconocer sus propios límites. Chasqueando la lengua, una media y pequeña sonrisa se formó en sus labios, pues él había sido el mismo bastardo idiota que se lanzó a salvar a unos civiles estúpidos aún cuando había excedido su propio límite.

Operación SHIRO. | Bakugo Katsuki x Kirishima EijiroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora