† Capítulo VIII †

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— cuando John tenía unos 12 años encontró a una mujer que estaba poseída pero al mismo tiempo a punto de dar a luz, de alguna manera... Parece que algo en ella llamaba a John o al menos eso dijo, trataron de salvarla pero el único que lo logró fue el pequeño a quien llamaron Akihito Takaba, John sentía curiosidad por el niño y siguió a la monja que pensaba hacerse cargo del niño ya que las demás no lo querían. Pensaban que si la madre estaba poseída...

— Él niño podría tener indicios de maldad en el — terminó Zed la oración

Si, y pues la monja llamada Adeline le pidió a John ayuda con el cuidado de Akihito pero.... — Chas dudo un momento.

¿Que?

— La curiosidad que John demostraba en Akihito no era lo que parecía y eso lo descubrió cuando empezó a crecer. Por lo que se alejó de ambos pero... Adeline murió debido a una enfermedad y dejó como tutor legal a John, debido a los sentimientos enfermizos que John tenía por Aki se alejaba de él o lo lastimaba con algunas palabras, cuando conocí a Akihito John había salido con una conquista en un bar y dejó a Aki solo con hambre, me quedé con él y charlamos. Tiempo después John y Akihito discutieron y Aki huyó de casa, John supo que estaba con su abuelo biológico y pensó que sería lo mejor.

— Cuando te refieres a que su curiosidad no era lo que aparentaba y sentimientos enfermizos, te refieres a que....

— Si, John está enamorado de Akihito. Incluso siendo mayor que él.

— Oh, Dios...

Esa noche la historia se contó pero ambos tuvieron que dormir en el auto, Constantine y Akihito no habían salido del edificio, no sabían ¿Que era de ellos?

La luz de la mañana se asomaba por la ventana del departamento, un rubio dormía plácidamente en el sofá del departamento de Akihito, no fue hasta que comenzó a escuchar la voz del joven.

— Entiendo, no me quejo — esa voz, era de Akihito — Ya estoy comenzando a trabajar

— ¿Antes de la fecha? Takaba idiota, te dije que reposaras.

John comenzó a despertar, cuando abrió los ojos algo adormilado noto que estaba en el sofá y recordó la noche anterior, al levantarse sintió un leve dolor en la espalda a pesar de haber dormido cómodo.

— Deberías cuidarte más mocoso del demonio — se escuchó otra vez la voz con tono molesto, John frunció el ceño y camino donde se escuchaban las voces encontrando a Akihito en una caminadora mientras contestaba el teléfono en alta voz.

Estoy bien... Albafica. Se que aún me falta algo de reposo pero el estar encerrado me aburre.

La mirada de John se dirigió a ese trasero abrazado a los shorts negros, y trato de controlarse, puesto que no podía negar que Akihito tenía un firme y redondo trasero que deseaba apretar para comprobar su esponjosidad, ok, calma John, calma....

— Lo se, eres muy inquieto. Por cierto, no lo había notado pero ¿Por qué estás jadeando?... Acaso tú...... ¡¿Estás teniendo sexo con alguien en estos momentos?!

— ¡¿Qué?! — Akihito casi se cae, de no ser por sus buenos reflejos ya hubiera terminado en el piso. John rió por lo bajo y se le ocurrió algo, con sigilo se acercó atrás de Akihito quien se reponía del susto — No, no yo ..

— Aki.... Amor vamos a la cama deja ese teléfono ya.

— Kyaaa — fue el grito de Akihito que se soltó de la caminadora, de no ser por John quien lo atrapó y lo atrajo hacia él

Amor ExorcistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora