† Capítulo XII †

323 19 22
                                    

Hong Kong

Cierto chino estaba sentado en su sofá mirando la nada, su cabello era peinado en una trenza por un pequeño niño

— Fei-sama — hablo el pequeño entre peinados al mayor

¿Qué pasa? Tao — respondió casi agotado

¿Estás preocupado por Akihito? — cuestionó

Hmp... ¿Se nota mucho?

— Si, luces cansado — respondió Tao — Yo también estoy preocupado, pero se que está bien

— ¿Cómo estar seguro? Tao

— Porque estamos hablando de Akihito — respondió entre ligeras risas — Hace muchas locuras pero a pesar de todo siempre está bien y sonríe

— Tienes razón, Akihito es muy hermoso por dentro. — Feilong miró hacia afuera — Lo único que quiero saber es ¿Donde esta?

— Sea donde sea que esté, debe estar bien. Tenga fé, lo encontraremos y lo haremos vivir con nosotros

— Que buena idea — sonrió el chino mayor — Esperannos Akihito.

— ¡Feilong-sama! — entro gritando uno de los suyos. Feilong le miró molesto — lamento entrar de esa manera

— ¿Qué sucede?

— Han robado la katana que usted tenía resguardada con mucha seguridad

— ¡¿QUÉ MIERDA DICES?! — la furia se disparó en los ojos del chino — ¡¿QUIEN FUÉ?!

— N..No lo sa..sabemos, estamos investigando. Al... Al parecer era gente profesional — indico asustado

— ¡MALDITA SEA!, ¡SON UNOS INÚTILES! — gritaba Feilong al pobre tipo quién solo rezaba por no ser asesinado en ese momento — ¡BUSQUENLOS Y MATENLOS! ¡ESA KATANA DEBE SER DEVUELTA! ¡PERO MUEVETE YA!

— S..Si, Feilong-sama — el tipo agradeció a los dioses por no haber sido asesinado en ese momento y salió de ahí a cumplir la misión

Fei-sama, calmese. Le hará mal — se preocupo Tao

Maldita sea, esa Katana era para Akihito cuando volviera a verlo — Feilong se sintió mareado por lo que se sentó

No sabía que Akihito sabía manejarla — dijo Tao, Feilong sonrió al recordar ese hecho

Me siento feliz de ser el único que lo sabía — musitó el Chino — Solo espero que ese imbécil de Asami se pudra y no lo haya hecho él o está vez lo mataré

•••••••••••••••••••••••

Moscú, Rusia

— Jefe — llamo un hombre a la puerta donde la autoridad de la organización estaba tras ella en espera

Pasa — respondió con calma dejando entrar a su subordinado — Espero que sea lo que necesito

Amor ExorcistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora