Amor Exorcista

† Capítulo IX †

Había pasado una semana de su encuentro, y el maldito mapa no había dado señales de maldad y Akihito seguía con su vida, Chas y Zed eran los únicos que de vez en cuando visitaban. John yacía sentado en el sofá mirando detenidamente un oso y un títere de calcetín azul y pelo naranja.

— ¿Que es eso? — cuestionó Zed — ¿Alguna clase de muñeco poseído?

— Nop... Son los juguetes de Akihito — se coloca el títere de calcetín — Este es Mr. Boogie y el oso es Little John.

— ¿ Y esos nombres se los puso....

— Akihito, decía que el oso tenía cierto toque .... A mí, y el títere se lo hizo Chas. Así aprendió a coser igual que a cocinar

— Y así aún conservo las marcas de ambos trabajos bien hechos — dijo el castaño — Creció muy rápido

— No te pongas sentimental ahora, mamá Chas

— Debo admitir que Mr. Boogie me quedó bien — sonrió orgulloso — Aún sigo sin saber de dónde sacaste el o...

— *carraspeó* — John miró a Chas como diciendo, ¡Cállate!. Zed sonrió divertida

— Tú le regalaste a Akihito Little John ¿Verdad?

— No se de donde sacas esas ideas, amor. Como sea — se levanta con los dos muñecos en mano

— ¿Por qué no le pides una cita? — soltó de repente Zed. John la miró con una ceja alzada

— ¿Qué?

— Ya sabes, tú, él una cita — hablaba la castaña — Es la mejor forma de saber ¿que ha Sido de su vida? ¿Cómo le va? ¿No?

— Bueno esa informacion pueden otorgarmela un par que se ha concentrado más en ir a visitarlo que en la misión — respondió con cierto regaño y cambiando el tema

— El estúpido mapa no ha dado señales e intentamos de todo para que Zed tenga una visión y no hay nada.

— Pues busquen algo que hacer — sin más se retiró y sé encerró en una habitación. John miró los muñecos atentamente ya en privado

— ¿Cuando fue que creciste tan rápido? — susurro, cerro los ojos un momento recordando.

Tiempo Atrás

— ¿Por que estás tan sonriente? — cuestionó el rubio de unos 19 años junto a un pequeño Akihito quien caminaba sonriente bajo la nieve y muy abrigado.

— Me gusta estar contigo — soltó el niño dando brinquitos al hundirse sus pies en la nieve.

— ¿Por que te gusta estar conmigo? — cuestionó un poco confundido — Es malo estar a mi lado.

— ¿Por que es malo? — cuestionó inocente

— Podría pasarte algo

— No me importa — dijo mirando el camino. John suspiro poco a poco el tiempo pasó hasta encontrar el lugar, a pesar de ser prohibido a Constantine no le importó allanar el lugar que sin duda valdría la pena. Akihito abrió los ojos sorprendido al ver el enorme panorama congelado con la luna y las estrellas en el firmamento

— ¿Te gusta la vista?

— ¡Mucho! — decía con ojos brillantes. John se sentó en un tronco viejo mientras veía el lugar, saco un cigarrillo y observababa la alegría del menor por algo tan simple — John...