* Capítulo 5 *

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Con movimiento de mano

la niña llamó a su perro

que llegó agil a su lado

y ella le acarició el pelo.

"Ya es la hora del juego, Zeta"

dijo la niña sonriendo

con la voz melosa y lenta

como un susurro en el viento.

A esto respondió el animal

con un gesto muy fugaz,

demostrando su agilidad

se abalanzó sobre Iván.

El tiempo se congeló

antes del fatal zarpazo

lo último que Iván sintió

fué un gran dolor en el brazo.

Al fin Iván despertó

ya no se sentía el frío

se encontraba en un salón

y no en la orilla del río.

* La penúltima jugada *Donde viven las historias. Descúbrelo ahora