La cena con sus padres siempre era lo mejor, Richie se sentía en familia, amado.
Hoy no fue así.
Normalmente su cena se basa en unas cuántas bromas entre padre e hijo, contar que tal fue el día y la señora Tozier regañando los malos modales de los dos hombres de la familia; hoy la cena estuvo silenciosa y sus padres notaron el evidente ánimo de su hijo.
- ¿Es una chica?.
Richie levanta la vista, mirándolo confundido - ¿Qué?.
Went lo mira divertido. Ay, los adolecentes - Hoy estás muy distraído.
- Tu padre tiene razón, Richard - Maggie dice - ¿Te pasa algo?.
El señor Tozier interrumpe - ¿Que chica te tiene agarrado de las pelotas?.
- ¡Wentwort!.
- ¡Esta claro que esta así por una mujer, cariño!.
El chico resopla, sintiéndose peor. ¿Por qué asumían que era una chica?. Vaya tiempos.
- Ya no tengo hambre.
Maggie suaviza su mirada a su hijo - Richie...
- ¡Así que si es una chica! Escucha bien mi consejo, Richard. Nunca dejes que una mujer te controle.
- Cierra la boca, Went.
- Ahora mismo, cariño.