Recuperación y pérdida

Vaqueros

Viernes.

Diego estaba cansado. Había dormido poco después de esa tarde con Sandra, y no había parado de darle vueltas a la pesadilla que había tenido. Él estaba seguro de que tenía algún significado.

Se había levantado algo mareado, pero se le pasó al ducharse. Cogió el autobús a tiempo y llegó puntual a clase. Por el camino no tuvo ninguno de sus "sueños" habituales. Había más ruido del normal en clase. La clase se dividía en dos grupos de personas amontonadas preguntando cosas e intentando que su voz se escuchara más que la del resto de estudiantes. Había dos personas nuevas en la clase, pero no se les conseguía ver por el corro que se había formado en torno a cada una de ellas. Uno de los pocos que no estaba en medio de todo ese caos era Fran, que saludó a Diego al llegar con el choque de manos habitual.
"- Dos chicas nuevas guapísimas en clase. ¡Te quejarás!"
Le dijo esto a Diego seguido de un pequeño puñetazo en el hombro.
"- ¡Todo el mundo a su sitio ya!"
La voz amenazante del profesor que acababa de llegar prácticamente detrás de Diego hizo que el caos de la clase se esfumara en un segundo. Todos se sentaron, excepto las dos chicas nuevas, que permanecían de pie sin saber muy bien qué hacer. No había ningún sitio libre para ellas.
Una de ellas era Sandra.
"- Como ya habréis podido comprobar- continuó el profesor- tenemos dos nuevas compañeras en la clase. Tratadlas bien y sed amables con ellas. No queremos que se lleven una mala impresión, ¿verdad?"
Diego miraba a Sandra, no estaba escuchando al profesor. Tan cercana y alegre, y tan misteriosa a la vez.
"- Paula, Andrea y Mario. Id a por mesas y sillas para que tengan un sitio donde sentarse"
Sin decir nada, los tres se levantaron y salieron de clase.
"- Podéis presentaros a la clase, adelante"
La chica que acompañaba a Sandra empezó a hablar, seria.
"- Me llamo Laura, y nos hemos mudado hace poco por aquí cerca..."
Laura tenía el pelo negro, le llegaba hasta la cintura. Era delgada y un poco más alta que Sandra. Vestía de manera formal, y sin dejar de verse bien. Parecía una persona seria, con las cosas bien ordenadas en su mente. Todo esto no lo apreciaba Diego, que seguía solo mirando a Sandra, como esperando que le devolviese la mirada, aunque no ocurría.
"- Y yo soy Sandra, su hermana"
"- ¿Mellizas?"- Preguntó el profesor.
"- Así es."
Nadie diría que son hermanas. Las dos eran completamente diferentes. Fran, sentado detrás de Diego le dice en voz baja:
"- Se te ve embobado por la bajita, ¿eh?"
Diego lo miró como diciendo "¿Pero qué tonterías dices?" a la vez que "Tampoco te equivocas tanto". Una de esas miradas de amigos que se entienden a la perfección.

Durante la clase los demás no pararon de hablar con ellas dos. Preguntado cosas como si tenían más hermanas o qué aficiones tenían, mientras el profesor luchaba por mantener el orden en su clase. Diego vio a Sandra abriendo más de un papelillo que había recibido de alguien de clase, y que sonreía un poco al leerlos. Ella había llamado más la atención que su hermana Laura. "Hay algunos que no se cortan un pelo" pensó Diego.
Pasaron las clases sin que nada relevante pasara, y llegó el descanso.
Fran y Diego se pusieron a andar mientras hablaban de tonterías, como de costumbre. A su alrededor estaban disputándose un partido de fútbol y lo que parecía una pelea de gallos. Fran dice a Diego:
"- Esta tarde voy a jugar al tenis. ¿Te vienes?"
"- Si, claro"
"- Oye, te veo despistado. Es por la chica esa del pelo corto ¿no?"
"- Se llama Sandra... y es que es muy guapa..."
Estuvieron andando hasta llegar a un banco, en el que se sentaron.
"-Eso es verdad, pero tío, mirándola como un acosador no vas a conseguir nada. Además, estoy seguro de que más de uno ya le ha propuesto matrimonio durante la clase de historia"- Dijo esto seguido de una carcajada.
"- Hola chicos"
De repente apareció Laura, mientras Fran seguía riéndose. Se sentó a su lado. Parecía como cansada. Diego no abrió la boca. Fran siempre era el encargado de presentarse a él y a su amigo.
"- ¡Hola! Estábamos precisamente hablando de tu herma..."
Diego le dió un pequeño golpe en el brazo como diciendo "Tío no hables de eso", pero Fran lo ignoró.
"- Ya, me lo imaginaba"- Respondió Laura.
Parecía algo desanimada, y eso lo notó Fran rápidamente.
"- ¿Tienes la tarde libre? Nosotros iremos a jugar al tenis. Puedes venirte si quieres."
Fran era así de espontáneo. Diego en ocasiones pensaba que le gustaría ser como él.
"-¡Claro! No tengo nada que hacer esta tarde."
Diego veía algo diferente en los ojos verdes de Laura. Se notaba que ella estaba pensando en algo. O en alguien.